La nueva reforma de la DGT considera que el mero hecho de sostener el teléfono móvil con la mano, aún sin estar utilizándolo, ya es, de por sí, peligroso y, por supuesto, puede ser sancionado. Por ello, cabe la pregunta, ¿no resulta igual de peligroso el hecho de sacar un cigarrillo de la cajetilla, encenderlo y fumarlo al volante?
Por el momento, fumar mientras se conduce no está calificado como infracción y, por tanto, no está prohibido. Sin embargo, este acto puede llegar a ser sancionable. Esto es así porque el Reglamento de Circulación advierte de que “el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía.
Posición adecuada
Por ello, el Reglamento insiste en que el conductor deberá prestar especial atención a mantener la posición adecuada y a que la mantengan el resto de los pasajeros, así como una adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos. Es, por tanto, el propio agente de tráfico el encargado de determinar si el conductor que fuma está teniendo una merma peligrosa en su capacidad de movimiento.
Secuencia peligrosa
¿Qué ocurre cuando el conductor decide fumar? En primer lugar, cuando busca el cigarrillo y el mechero retira la mano del volante y la vista de la carretera con el objetivo de encontrar el paquete. Si además ha de buscarlo en la guantera, el riesgo aumenta. Después hay que encenderlo. Nuevamente se retira la mano del volante y la vista se mantiene en el cigarro. Durante este tiempo, el coche sigue circulando. Posteriormente suelta el mechero y se sujeta el cigarrillo, intentando poner las dos manos sobre el volante, pero sin poder hacerlo con firmeza. De esta forma, el conductor no tiene la misma capacidad de reacción ante posibles imprevistos.
Ceniza incandescente
A ello se le suma el peligro de que se caiga el cigarro encendido dentro del coche, sobre las piernas o en el asiento. El susto de verse de repente con la ceniza incandescente en las piernas, y en plena marcha, ha provocado serios disgustos a más de un conductor. Un volantazo o un despiste por un cigarro encendido dentro del coche puede provocar un grave accidente y poner en riesgo la seguridad de otros conductores. De hecho, hay muchos fumadores que son conscientes del peligro que supone fumar en el coche y prefieren parar para no fumar conduciendo.
Una característica propia del tabaco es el humo que se produce al encenderlo y consumirlo, el cuál puede convertirse en un gran riesgo durante la conducción. El humo del cigarro es uno de los factores que más puede afectar nuestra visibilidad al conducir, ya sea porque el humo puede entrar por la ventana producido por el efecto del viento o por el mismo hecho de mantenerlo encendido dentro del coche.
Riesgo de incendio
Encender un cigarrillo durante la conducción aumenta en casi un 50 por ciento la posibilidad de sufrir un incendio. Por eso es importante recordar que, al mantener las ventanas abiertas para poder fumar, el viento puede causar diversas situaciones de riesgo (quemar la tapicería del coche).
Cuatro segundos sin control
Además, fumar es una de las distracciones más comunes al volante. Hacerlo mientras se conduce multiplica por 1,5 el riesgo de sufrir un accidente; encender un cigarrillo requiere de media unos 4 segundos: a 100 km/h en 4 segundos hemos recorrido 111 metros.
Tan grave como las distracciones es el hecho de arrojar colillas por la ventana. Desde la entrada en vigor de la nueva Ley de Tráfico y Seguridad Vial, tirar colillas u otros objetos que puedan suponer algún tipo de peligro para el resto de los usuarios de la vía y para el medio ambiente está considerado como una infracción muy grave y se sanciona con una multa de 500 euros y la pérdida de seis puntos del permiso de conducir.
Espacios libres de humo
El Ministerio de Sanidad trabaja en la actualidad en un proyecto que prohibiría fumar en el coche cuando viajen niños o mujeres embarazadas. Dicho proyecto, que está enmarcado en el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025, pretende incrementar el número de espacios libres de humo. Y dentro de esos nuevos espacios entrarían los vehículos particulares. La prohibición de fumar en el coche cuando viajen niños o embarazadas, afectaría a cualquier persona que viaje en el vehículo (no sólo al conductor), por el riesgo que supone para la salud de los más vulnerables. En países como Francia, Reino Unido, Australia, Chipre, Sudáfrica y algunos estados de Estados Unidos y regiones de Canadá está prohibido fumar en el vehículo si se viaja con menores de edad o embarazadas.