Patentan un espejo retrovisor que reduce el ángulo muerto sin apenas distorsiones

Josep Camós

13 de junio de 2012
Ayuda a la detección del ángulo muerto, de Volvo

Los espejos retrovisores exteriores son convexos. Así lo aprendemos en la autoescuela y así lo observamos sentados en el coche. Al ser convexos nos ofrecen un campo de visión mayor, pero los objetos se ven a un tamaño menor del real, de manera que puede parecer que están más alejados de lo que están en realidad. Y con todo y con eso, siempre queda un ángulo muerto que nos impide ver completamente los vehículos de nuestro alrededor.

Hasta ahora. En la Universidad de Drexel, en Pensilvania, un profesor de Matemáticas llamado Andrew R. Hicks ha patentado un espejo retrovisor muy singular. Es un espejo curvo que da unos 45 grados de visión sin apenas deformar los objetos que refleja. Eso permite que el espejo reduzca el ángulo muerto sin dar lugar a problemas de cálculo visual.

¿Cómo lo ha conseguido Hicks? Utilizando un conjunto de espejos encarados siguiendo un complejo patrón. Él lo explica de forma metafórica:

Imaginad que la superficie del espejo está compuesta por pequeños espejos situados con diferentes ángulos, como si fuera una bola de discoteca. El algoritmo es un conjunto de cálculos que manipulan la dirección de cada una de las caras de la metafórica bola. Así, cada rayo de luz que incide en el espejo muestra al conductor una amplia pero no muy distorsionada imagen de lo que hay detrás de él.

Más allá de la metáfora, el espejo lógicamente no tiene aspecto de bola de discoteca. Son miles los cálculos que resultan en un espejo ligeramente curvado pero suave aunque no uniforme.

Retrovisor y espejoEl espejo de Hicks, sobre un retrovisor convencional en Estados Unidos

El invento puede funcionar en Estados Unidos, donde por ley el espejo retrovisor exterior izquierdo que montan los vehículos al salir de fábrica debe ser plano, lo que ofrece un ángulo de visión de entre 15 y 17 grados, una minucia comparado con los 45 grados del espejo de Hicks. Y si el espejo derecho es convexo, debe advertirse con la mención “los objetos en el espejo están más cerca de lo que parece” serigrafiada en la superficie del cristal. A causa de esta ley, el espejo de Hicks sólo podrá comercializarse en tiendas de recambios del automóvil, al menos de momento.

El otro gran objetivo de este espejo es Europa y Asia, donde los espejos exteriores son convexos ya desde la línea de producción del vehículo pero ofrecen una visión más distorsionada que el modelo patentado por Hicks dentro de la Universidad de Drexel. ¿Quién sabe si en un futuro, variando el algoritmo, no diremos definitivamente adiós al ángulo muerto?

Vía | Coches.com
Fuente | Drexel Now
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