Una de las sensaciones más molestas con la llegada del calor veraniego es la de entrar en el coche después de haber estado aparcado al sol, especialmente durante las horas centrales del día. Volante, asientos, palanca de cambios, arden literalmente y la incomodidad es más que notable. Pero hay que tener en cuenta que conducir con una temperatura óptima dentro del habitáculo del vehículo no es solo una cuestión de comodidad sino de seguridad: con una temperatura muy alta dentro del coche, las distracciones son más frecuentes, así como la irritabilidad y el cansancio.
Minimizar el efecto lupa
El uso del parasol es más que recomendable durante los meses más duros del verano, especialmente si no tienes la oportunidad de estacionar tu vehículo en un garaje en el que poder resguardarlo de los rayos del sol. El parasol es capaz de minimizar el efecto lupa que hace que la temperatura del habitáculo se dispare. Además de rebajar los grados dentro del coche, también ayuda a que no te quemes las manos y el cuerpo al tocar el volante, la palanca de cambios o los asientos del coche. Hay que recordar que el sol también produce un importante desgaste en los elementos del salpicadero del coche, por lo que un parasol también contribuye a una mejor conservación de estos.
Tipos de parasoles
Existen cuatro principales tipos de parasoles:
- Los de cartón: evidentemente son los más básicos y, por tanto, los más económicos, pero también los menos recomendados. La razón es que este material no protege frente a los rayos ultravioletas. Aunque hace años eran el más utilizado, lo cierto es que este tipo de parasol ha quedado un tanto desfasado.
- El metálico: es el más utilizado en la actualidad. Funciona muy bien para proteger del sol y para que no se caliente tanto el interior del vehículo. Además, aporta la ventaja de que puede colocarse y recogerse de forma cómoda y fácil sin ocupar mucho espacio
- De cortinilla: están hechos de tela y pensados para las ventanas de los asientos traseros, pues se usan, sobre todo, para proteger a los niños de sol. Algunos, incluso, son como una persiana, así pueden recogerse o extenderse según las necesidades. Muchos de ellos se diseñan con dibujos infantiles, más amables para los más pequeños. Es aconsejable que si se lleva silla infantil se cubra con un parasol, ya que las piezas metálicas pueden sobrecalentarse y quemar a los niños.
- De sombrilla: La gran ventaja es que lo único que tenemos que hacer para instalarlo es apuntar con este pequeño paraguas al parabrisas, pulsar un botón, y dejar que se despliegue completamente cubriendo la luna frontal de nuestro vehículo. Al tener toda la estructura interior de radios a modo de paraguas, se mantiene en una forma de superficie plana estable, de manera que no se pliega sobre sí mismo, lo que facilita su instalación y hace que se quede en su lugar en todo momento sin caerse de la zona del parabrisas una vez que está puesto. A nivel técnico, este parasol plegable tipo paraguas cuenta con varias capas protectoras que impiden el paso de la radiación solar y, como es lógico, la superficie es reflectante, de color plateado. Con este color refleja con más facilidad los rayos del sol. La zona interior de color negro es opaca para reducir al máximo el paso de la luz.
Aspectos a tener en cuenta
Siempre hay que tener en cuenta varios aspectos a la hora de comprar un parasol: en primer lugar, es importante comprobar las dimensiones del cristal para que toda la superficie de la luna del parabrisas quede cubierta. Si no se puede encontrar el tamaño exacto, es mejor optar por un modelo más grande. Otro factor a tener en cuenta es que las esquinas se puedan doblar con facilidad para poder acoplarlo bien. Un truco para colocarlo es sujetarlo con los quitasoles o viseras del copiloto y del conductor. Algunos modelos, incluso, llevan ventosas incorporadas para poder adherirlos al cristal del coche.
¿Acordeón o autoplegado?
Respecto al guardado, existen algunos modelos que se pliegan como un acordeón sobre sí mismos. A la larga son poco cómodos y prácticos. Lo normal es que con el paso del tiempo vayan cogiendo vicio en las dobleces y su colocación acabe por resultar un poco incómoda. Son más prácticos los modelos terminados en poliéster que se doblan sobre sí mismos y se terminan de recoger con una goma. Mejor si, además, vienen con una bolsa propia que les impida coger polvo en el maletero del coche. La ventaja es que su peso suele ser bajo.
También es interesante buscar parasoles terminados en color plata para su exterior, pues no transmitirán tanto calor al interior del coche como uno negro. En el segundo caso, es interesante que el textil cuente con protección UV 801, la recomendada para los productos que estarán expuestos durante mucho tiempo al sol.
Este tipo de accesorio está totalmente permitido, pero sí hay que tener en cuenta que es necesario que el automóvil cuente con dos retrovisores exteriores.