Las adelfas o Nerium oleander (su nombre científico, en singular) también conocidas como baladres, son unas plantas que conviven en zonas ajardinadas y en muchas de nuestras carreteras. Una planta que se adapta muy fácilmente a cualquier tipo de suelo y, además, su bajo coste, hace que las adelfas sean empleadas en las medianas de muchas de nuestras autopistas y autovías. Se dice que son unas plantas que adornan cualquier escenario cuando están bien cuidadas y podadas e incluso que son venenosas y pueden provocar hasta parada cardíaca. Pero, sin desviarnos del tema de hoy, hablemos de su funcionalidad, ¿son necesarias las adelfas en nuestras carreteras?, ¿para qué sirven?, ¿qué inconvenientes tienen?
No solo para decorar, ¿para qué sirven las adelfas en la mediana?
La razón de la utilización de adelfas en las medianas no sólo están para decorar la carretera ni mucho menos. Las adelfas durante su crecimiento cubren rápidamente el espacio divisorio que existe entre las calzadas o sentidos de circulación. En concreto, al separar los sentidos de la marcha, se mejora el flujo de tráfico y se eliminan las colisiones frontales. Por otro lado, separan visualmente las corrientes de circulación en ambos sentidos y evitan los deslumbramientos, de noche, provocados por los faros de vehículos al cruzarse.
Otro motivo que puede beneficiar la utilización de las adelfas es el efecto amortiguador de impacto ante la salida de vía de cualquier vehículo hacia la mediana. La invasión del sentido contrario tras una salida de vía se vería interrumpida, en parte, por la presencia de adelfas a modo de arbustos y que podrían evitar la continuidad brusca del vehículo en su trayectoria y sin control. En todo caso, las adelfas reducirían la severidad de impacto mediante la absorción de una parte de la energía cinética del vehículo y la reconducción de su trayectoria.
Por tanto, la plantación de adelfas ha de ser motivada tanto en su calidad como en su colación para adaptarse a los planes de seguridad vial, orientación al conductor y visibilidad, especialmente en las intersecciones y en las curvas.
Algunos inconvenientes…
En los márgenes y medianas de carreteras, los matorrales o arbustos y que acompañan a las adelfas, podrían considerarse peligrosos cuando sus ramas adquieren cierta robustez. Está demostrado que cuando se circula a velocidades mayores a 50 km/h, el impacto de cualquier vehículo contra partes fijas de la vía, aunque sean naturales, provocan importantes daños, no sólo materiales sino personales. Por otro lado, la rigidez de las adelfas no tendrían el nivel de contención deseado si se encuentran cerca del borde de la calzada o no están protegidas con las barreras laterales metálicas de seguridad. No obstante, la ubicación de estas plantas no debería referirse únicamente a la robustez sino también a su orientación pues sus ramas podrían ocasionar más daños, si cabe, ante una simple salida de vía de forma gradual.
El abandono en el mantenimiento de las adelfas provocaría la invasión de la zona asfaltada y, en consecuencia, las obstrucciones visuales sobre el terreno y la pérdida de visibilidad a los conductores. Además, parte de esas ramas podrían ocultar las señales verticales de la carretera. No podemos olvidar que sus raíces pueden crecer y afectar al suelo asfaltado creando badenes en los arcenes y, en consecuencia, resultar peligrosas para la conducción.
La plantación de adelfas no sólo ha de permitir la visión del paisaje, y evitar el efecto túnel en los conductores, sino que también deben encontrarse sus setos de manera discontinúa para evitar la aparición repentina y reacción violenta en el conductor ante la irrupción de animales sueltos.
La característica principal que define el comportamiento de cualquier tipo de sistema de contención de vehículos es su capacidad para impedir que un vehículo se salga de la vía y evite el impacto contra cualquier obstáculo. Esta capacidad se evalúa mediante el ensayo de los sistemas de contención ante diferentes tipos de impacto con vehículos. Para el caso que nos ocupa, las adelfas no son elementos atenuadores de impacto ni carriles de frenado ante una emergencia porque no existen ensayos sobre su composición y conveniencia.
Pues bien, llegados a este punto, tres argumentos a favor y otros tres en contra. Puede que haya más pero nos hemos quedado con los más importantes. La cuestión es reflexionar sobre las adelfas, sobre su conveniencia o no y en aras de poner nuestro granito de arena para mejorar, si cabe, la seguridad vial en nuestras carreteras.
Fuente | diariosur
Más información | Ministerio de Fomento, Dirección General de Carreteras: – Orden Circular 35/2014 sobre criterios de aplicación de sistemas de contención de vehículos. Instrucción 7.1-IC “Plantaciones en las zonas de servidumbre de las carreteras” y Orden Circular 321/95 sobre “Recomendaciones sobre sistemas de contención de vehículos”
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