“Alcanzar el Objetivo 0 podría ser imposible desde un ángulo económico”. De todo esto se habló en las Jornadas de Tecnología y Seguridad Vial

Jaime Ramos

10 de abril de 2019

Madrid ha sido el punto de encuentro de las IV Jornadas de Tecnología y Seguridad Vial donde varios expertos se han dado cita para tratar una cuestión fundamental que nos concierne a todos: ¿hasta qué extremo las tecnologías ADAS y de conducción autónoma van a cambiar el panorama para conseguir acabar con los siniestros y las víctimas de tráfico?

Desde las administraciones públicas reconocen la incertidumbre del momento. Pese a esto, el evento ha servido para poner sobre la mesa algunos de los puntos más inmediatos que tratar, como son la formación de los conductores (en realidad, la de todos los usuarios de la vía)  o la necesidad de legislar para integrar los sistemas de asistencia a la conducción.

FESVIAL y la compañía Carglass, con la colaboración de Radio Nacional de España, impulsaban la organización de las IV Jornadas de Tecnología y Seguridad Vial celebradas el pasado 8 de abril. La cita ha medido el pulso en España de las tecnologías de asistencia, como son los sistemas ADAS (Advanced Driver Assistance Systems). La cuestión no ha sido tanto determinar cuándo llegará el coche autónomo, sino qué camino nos espera, cómo afectará ese trayecto a la evolución de la siniestralidad y si estamos preparados.

¿Se ha alcanzado un techo a la hora de reducir la siniestralidad?

El catedrático de Seguridad Vial y Presidente de FESVIAL, Luis Montoro comenzaba preguntando sobre la situación actual con la seguridad vial. Los datos aportados por los diferentes ponentes han invitado a pensar que estamos ante un posible panorama de estancamiento en la disminución de víctimas en carretera.

El director del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la DGT, Álvaro Gómez Méndez, ha comentado que «es difícil lanzar mensajes optimistas», a tenor de la trayectoria actual. Hablando de las cifras de siniestralidad de 2019, ha desvelado que, mientras enero y febrero han sido meses buenos, «la cosa en marzo ha empezado a torcerse. Nos va a tocar trabajar duro».

El director del Servei Català de Trànsit de la Generalitat de Cataluña, Juli Gendrau y la directora de Tráfico del Gobierno Vasco, Sonia Díaz De Corcuera, han ensalzado, por su parte, la reducción a largo plazo de las víctimas de los siniestros en sus regiones.

La cuestión, profundamente relacionada con el aporte potencial de la tecnología, ha seguido presente en la siguiente ponencia con Robert Nowak, Oficial de Asuntos Económicos y responsable de la división de transporte de la Comisión de Asuntos Económicos para Europa de la ONU:

Los vehículos ya han venido asumiendo funciones propias de los conductores en los últimos 50 años, nos es nada nuevo.

Ante de pasar en profundidad las implicaciones del Visión 0 y el Objetivo 0, ha lanzado una cuestión sobre la dificultad de los objetivos que invita a la reflexión:

Tenemos que aceptar el hecho de que alcanzar el Objetivo 0 podría ser imposible desde un ángulo económico.

Y es que, para Nowak, habría que identificar el momento en que una inversión mayúscula no supone más que ganancias marginales en términos de siniestralidad.

Formación e incertidumbre en las Jornadas de Tecnología y Seguridad Vial

Jornadas de Tecnología y Seguridad VialTanto Díaz, como Gendrau y Gómez señalan los beneficios patentes de la asistencia a la conducción y la tecnología, pero es complicado adivinar qué ocurrirá en los años venideros. Gendrau se ha mostrado optimista sobre las ventajas que las tecnologías nos pueden aportar y lo que se puede hacer todavía combinándola con planes específicos y de concienciación.

Para el director del Servei Català de Trànsit, los radares constituyen un buen ejemplo en los últimos años. La velocidad media en los tramos de Cataluña donde se han instalado se ha reducido en 10 km/h y la disminución de las víctimas en los mismos ha alcanzado el 70%.

Díaz ha introducido el reto más comentado en la Jornada. ¿Están preparados los conductores para la oleada de tecnologías que esperan en la automoción? Ha apuntado que el conductor de a pie no conoce estas tecnologías, reseñando que, en muchas ocasiones, «los ingenieros, en sus desarrollos, se olvidan de la persona».

Por eso, Díaz ha incidido en la importancia de la formación. Del mismo modo, ha insistido en trabajar desde la administración para un acceso igualitario a las tecnologías de seguridad vial paliando las diferencias que puede propiciar el nivel adquisitivo. Desde la DGT, Gómez reconoce que «no tenemos claro cuál es la mejor manera de formar al conductor en materia tecnológica». Igualmente, se ha hecho hincapié en la necesidad de integrar los nuevos conocimientos en el examen de conducir.

Cuanto más seguro nos sentimos, más riesgos asumimos

Jornadas de Tecnología y Seguridad VialPoco se han atrevido a avanzar en un tema fundamental. ¿Cómo se legislará sobre las tecnologías asociadas al coche autónomo? En lo que sí ha habido consenso es en que los cambios normativos serán necesarios, pese a que vayan a remolque de los acontecimientos. «Los ayuntamientos no saben ni por dónde empezar con los vehículos de movilidad personal», ha comentado Díaz, como para prever qué ocurrirá con este panorama tan incierto.

Sin embargo, se ha insistido en que la concienciación actual se ha de mantener, junto a la mencionada formación. Desde el público se lanzaba la cuestión de, por qué se han de mantener los límites de velocidad si la tecnología hará improbables los accidentes.

Gendrau ha recordado algo crucial. Aunque el conductor cambie, el riesgo y las consecuencias fatales de la velocidad no lo harán. «La generalización de estos sistemas (asistente frenada o asistente de carril) tiene un beneficio potencial. Merece la pena el coste y la formación«, ha apuntado. Montoro ha recordado al respecto una tendencia muy humana, «en algunos casos, el ser humano cuanto más seguro se siente, más riesgo asume».

Aunque no se atrevan a aventurarse sobre qué depararán los próximos años, el esfuerzo que están dispuestos a asumir las administraciones ha quedado patente. Como asignaturas inmediatas, se han señalado el reforzar la convivencia. Esta cuestión se dirigía, sobre todo, a la de los colectivos más vulnerables. Otros planes que se barajan es la inclusión de todos los vehículos en los beneficios tecnológicos. Por ejemplo, se ha insistido en la necesidad de que sistemas como los ADAS lleguen a vehículos como las furgonetas.

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Imágenes | Jaime Ramos e iStock/metamorworks