Avanzamos con paso firme hacia la época dorada de prevención inteligente y la seguridad pasiva. Las nuevas tecnologías de asistencia responden de ello en gran medida. La tendencia exige, sin duda, que los vehículos se sometan a estándares de seguridad actualizados y el programa Euro NCAP es el que se encarga de ello en nuestro continente. Por eso, el ente ha perfeccionado sus pruebas y elevado la exigencia para los fabricantes. Esto es lo que ha cambiado.
La actualización de los protocolos de Euro NCAP (Programa Europeo de Evaluación de Automóviles Nuevos) era de esperar. Y es que lo suelen afrontar, de forma puntual, cada dos años. Las nuevas exigencias que llegan desde la Unión Europa, como la obligatoriedad en la introducción de serie de los sistemas de asistencia a la conducción (conocidos bajo las siglas ADAS), han llevado al instituto europeo de seguridad a introducir ciertos cambios.
El objetivo es determinar de una más precisa hasta qué punto pueden llegar a protegernos y eludir un siniestro. No podemos olvidar que, aunque el concepto tecnológico es común, cada fabricante lo introduce de forma diferente e, incluso, bajo diferentes nomenclaturas.
El peso de la variable de los sistemas ADAS en la ecuación de Euro NCAP va a implicar un mayor esfuerzo para que los fabricantes perfeccionen su tecnología y aspirar así a las cinco estrellas. Después de todo y aunque la seguridad es lo primordial, esta calificación ejerce un fuerte atractivo comercial que muchos conductores tienen en cuenta a la hora de comprarse un coche. Es inseparable de la naturaleza de la galaxia Euro NCAP.
Las nuevos protocolos de Euro NCAP para evitar colisiones y atropellos
Los cambios en los protocolos de Euro NCAP que afectan de forma directa a los ADAS se refieren a las tecnologías capaces de salvar un colisión contra otro vehículo o el atropello de un peatón o ciclista. Son sistemas que llevan ya años con nosotros. Sin embargo, no todos los vehículos los han introducido. Además, no todos los desarrollos responden del mismo modo.
Así, la actualización de las pruebas pretenden una mejor calificación de cuatros sistemas de asistencia:
- Aquellos que impiden una colisión de vehículo a vehículo (AEB car-to-car), como los que derivan en un sistema de frenada automática.
- Los que, igualmente previenen una colisión entre vehículos, pero provocada por que uno de los modelos abandone su carril. Aquí juega un papel protagonista la tecnología de mantenimiento en el carril.
- Euro NCAP también perfecciona su método para los sistemas de detección de peatones, que se testan desde 2016, y de ciclistas, introducidos en 2018.
Viendo la deriva actual de siniestralidad con estos dos últimos usuarios de la vía, no es de extrañar que gran parte de ese endurecimiento de criterios tenga que ver con ello. De hecho, las pruebas con respecto a los peatones también incluirá un nuevo protocolo para los sistemas de alerta de cruce.
Premio para los fabricantes con mejores sistemas de detección de cansancio y de emergencia tras accidente
Más dosis tecnológica. Muchos vehículos ya incorporan sistemas que detectan el cansancio. No obstante, existen grandes diferencias entre ellos. La clave reside en la tecnología empleada. Mientras que algunos modelos basan su funcionamiento en la actitud del conductor al volante (según las maniobras que realiza en carretera), los más avanzados y complicados de ver son aquellos que instalan sensores en el volante y alertan de la fatiga y el cansancio por la gestualidad del conductor.
Euro NCAP apunta que ofrecerá mejores puntuaciones para los más avanzados. Hará lo mismo para los fabricantes de automóviles que faciliten más información sobre el funcionamiento del sistema de emergencia tras sufrir un accidente (eCall). La intención es reforzar este ámbito, crucial para actuar y aliviar la gravedad de los siniestros. Por ejemplo, la introducción de los coches eléctricos, que cuentan con precauciones diferentes en caso de incendio, requiere que se tengan nuevos criterios que valorar.
Cambios en las pruebas de impacto frontal y lateral
Los cambios en los protocolos de Euro NCAP también afectarán a algunas de sus pruebas más características, como las de impacto frontal o lateral. Se busca, no solo perfeccionarlas, sino además obtener información sobre dos aspectos.
El primero se refiere al daño que un vehículo que colisiona puede causar en el otro vehículo. Esto se analizará mediante el estudio del comportamiento de las estructuras frontales de los modelos. El segundo, algo más novedoso, tiene que ver con la interacción entre los dos ocupantes delanteros y la eficacia del airbag en caso de colisión. ¿Cómo afecta un impacto lateral o frontal entre ambos pasajeros? ¿Influyen la estructura y características del habitáculo en las lesiones? Son cuestiones que Euro NCAP tratará de concretar de forma más pormenorizada.
Esta serie de cambios traerán consigo un nivel superior de exigencia para los fabricantes. Y habrá otra consecuencia. La adaptación de Euro NCAP a la carrera tecnológica por los ADAS y, finalmente, por la conducción autónoma, hará que en próximas actualizaciones sigamos viendo novedades relacionadas con ellos.
No en vano en los últimos años desde Euro NCAP se ha insistido en cuestiones como la diferenciación entre el coche asistido y el autónomo o los riesgos del piloto automático en la conducción semi-autónoma. Todo ello es una pieza esencial del puzle que conforma la conducción autónoma.
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Imágenes | Euro NCAP