Carreteras de pago en España: así va el nuevo plan

Redacción Circula Seguro

30 de octubre de 2022

El Gobierno español cuenta con un plan para cobrar nuevos peajes en autovías y en carreteras cuyo uso era hasta ahora gratuito. Se prevé que esta iniciativa se lleve a cabo a finales de 2023 o comienzos de 2024 y su objetivo sería el de financiar el alto coste que implica la conservación de la red viaria de carreteras de nuestro país. A pesar de la reticencia de muchas organizaciones de conductores y transportistas, lo cierto es que este plan es uno de los compromisos del Gobierno con la Unión Europea, al que se llegó durante la negociación de los fondos europeos. Por tanto, todo indica que seguirá adelante.

Periodo de estudio

No obstante, los plazos parecen ir más lentos de lo que se esperaba, especialmente por la crisis que vive en el sector del transporte debido al elevado precio tanto de los carburantes como de las materias primas. Lo que sí es una certeza es que la medida se encuentra actualmente en periodo de estudio.

En principio, este plan de pago por el uso de las carreteras afectará inicialmente a las autovías, pero no se descarta que pueda extenderse a otras vías de la red estatal. En un primer momento la idea del Gobierno era la de implantar este pago a 12.000 kilómetros de autovías y autopistas de todo el territorio nacional. En una segunda fase del plan, se podría llegar hasta los 14.000 kilómetros de carreteras nacionales de un solo carril.

Nivel autonómico

A nivel autonómico, existen muchas dudas respecto a qué ocurriría con las carreteras de titularidad autonómica, o las que dependen de diputaciones. Este tipo de vías podrían estar exentas del nuevo impuesto si el organismo competente no quisiera cobrarlo, dándose el caso de que algunas Comunidades Autónomas cobrasen el peaje, y otras no. Pero lo cierto es que ya existe una comunidad que ha dado un paso más a la hora de decidir cobrar por el uso de su red viaria. Se trata del País Vasco, donde la autovía A-636 se ha convertido este año en la primera, hasta ahora de uso gratuito, que ha pasado a un sistema de pago por uso, entre las localidades de Beasain y Bergara.

Debido a que el Gobierno del País Vasco cuenta con las competencias transferidas en la gestión de algunas de sus carreteras, esta fórmula se extenderá a otras vías como algunos tramos de la BI-625, de la N-240, de la A-8, de la N-636 y del Corredor de Txorierri, si bien en principio solo será aplicable a los vehículos de más de 3,5 toneladas. Además de Guipúzcoa, Álava también podría implantar un sistema de pago en breve en algún tramo de la A-1.

Modelo de pago

A nivel nacional, todavía se desconoce qué modelo de pago se aplicará. Por una parte, desde la Unión Europea se quiere implantar en todo el continente la Euroviñeta que consiste en una pegatina o distintivo que funciona como una especie de tarifa plana, es decir, el conductor paga una cantidad por el uso de carreteras durante un periodo determinado.

Otra fórmula podría ser la del pago por uso o kilómetro recorrido (esta es la fórmula por la que han optado en las primeras carreteras que han pasado a ser de pago en el País Vasco). Otro modelo que se podría aplicar sería el del pago según las emisiones de cada vehículo, es decir, quien más contamina más cantidad paga.

El modelo que se baraja tendría tres excepciones que eximirían del pago a: profesionales que se desplacen a su lugar de trabajo, estudiantes que se desplacen a su centro de estudios y conductores que tengan que realizar desplazamientos por motivo de salud.

Sin atascos

Se elija el modelo que se elija, el sistema físico para cobrarlo sería probablemente el denominado “free-flow”: este sistema funciona con la instalación de grandes arcos o pórticos en las carreteras con lectores de matrículas, tanto para las placas delanteras como traseras de los vehículos. El objetivo es eliminar cualquier tipo de cabina, barrera o elemento que suponga que los vehículos tengan que detenerse para que los conductores tengan que realizar el pago. La ventaja de este sistema es que cualquiera de las fórmulas de cobro que se decida (por kilómetro, tarifa plana o emisiones) serviría, ya que se trata de un sistema automático de cobro, encargado de recoger todos los datos y emitir las facturas.

En las carreteras del País Vasco que han comenzado a aplicar este sistema de pago por uso, el cobro se efectúa o bien por un dispositivo de pago telemático colocado en el coche, que se conecta con los lectores de las matrículas (un dispositivo VIA-T, por ejemplo), o bien por una tarjeta de crédito asociada a la matrícula, que previamente ha sido registrada.

Tarifas

De momento, se desconoce cuál sería la tarifa que se aplicaría, ya que este punto aún está en proceso de estudio. Asociaciones concesionarias piden una tarifa mayor de hasta 3 y 9 céntimos en función del tipo de vehículo y de los kilómetros recorridos. En 2018 SEOPAN, la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras, propuso al Gobierno establecer un precio de 3 céntimos/kilómetro para vehículos ligeros, y de 14 céntimos para vehículos pesados. Otras estimaciones del sector de infraestructuras automovilísticas hablan de 3 a 5 céntimos por kilómetro, y el Gobierno ha llegado a sondear incluso un precio de 1 céntimo/Km.