Pensar y moverse en verde cada día

Redacción Circula Seguro

6 de agosto de 2021

Integrar la movilidad sostenible en nuestro día a día pasa por reflexionar y adoptar una serie de hábitos que no sólo resultarán saludables para nosotros mismos, sino que contribuyen a frenar una tendencia global que amenaza nuestro bienestar. En las ciudades reside actualmente el 55% de la población mundial y se espera que esa cifra aumente hasta un 13% en 2050. Si tenemos en cuenta que los núcleos urbanos son los que tienen los niveles de polución más elevados, la Organización Mundial de la Salud estima que cerca de 1,3 millones de personas al año fallecen a causa de la contaminación atmosférica producida, principalmente, por el transporte.

¿Qué es la movilidad sostenible?

No hay tiempo que perder y, para empezar, no está de más recordar exactamente a qué se refiere la movilidad sostenible: este término hace referencia a todas aquellas medidas que permiten el desplazamiento de las personas con el menor impacto medioambiental posible. Así que el primer paso para poder incorporar prácticas sostenibles a tu movilidad diaria es el de pensar bien en todos y cada uno de los desplazamientos que realizas en tu día a día.

1. Repasa tu rutina

¿Realmente tienes que coger el coche para todos los desplazamientos? Siempre hay alguno de ellos que puedes evitar. Hay muchos estudios que se han realizado sobre la percepción del tiempo en las ciudades y la gran mayoría concluye que subestimamos los trayectos en coche -siempre pensamos que nos hacen ahorrar más tiempo del que al final nos consiguen ahorrar-, y sobreestimamos los trayectos a pie. Coger el coche para tirar la basura, llevar a los niños al colegio en tu vehículo, cuando podrías ir andando… Sé honesto ¿ya sabes qué trayecto te vas a ahorrar?

2. Sistemas de alquiler compartido

En los últimos años, los sistemas de alquiler compartido de motos y bicis se han hecho especialmente populares en las grandes ciudades. Tienes un amplio número de aplicaciones y empresas a tu disposición que facilitan el control, gestión y seguimiento de los bienes compartidos y que permiten a los usuarios integrarlos en su día a día, así como combinarlos con el transporte colectivo.

3. ¿Distancias insalvables? Transporte colectivo

En el caso de que alguno de los desplazamientos que debas realizar no sea compatible con ir andando o con el uso de la bicicleta, apuesta por el uso del transporte público y, preferentemente, usa el colectivo. Muchos de estos vehículos ya se mueven a través de las energías limpias, pero, en caso de que no fuera todavía así, las emisiones contaminantes siempre serían compartidas con el resto de los pasajeros, por lo que tu huella medioambiental siempre será menor que si te desplazaras en un vehículo privado.

4. Un estilo de conducción sostenible

¿No te queda más remedio que coger el coche? ¿Sabes que también puedes aplicar un estilo de conducción sostenible al volante? Se trata del llamado “green driving”:

  • Revisa la presión de tus neumáticos.
  • Conduce de forma suave: así no tendrás que dar ningún frenazo.
  • Utilizar bien las marchas. Circula siempre en la marcha más larga posible.
  • Utilizar bien el embrague: No hay que utilizarlo para frenar, y en cuanto a la transición de marchas, debe ser rápida, sin sufrir grandes descensos de revoluciones.
  • Mantener una temperatura interior adecuada: no abuses del climatizador o del aire acondicionado, ya que consumen mucho.
  • No sobrecargues el vehículo: llevar más peso del necesario o distribuir mal la carga incrementa el consumo.
  • Apaga el motor: un coche detenido con el motor encendido consume hasta 0,7 litros/hora. Si se está parado más de dos minutos, hay que apagarlo.

5. Conviértete en un consumidor ecorresponsable

Al comprar un coche estudio puedes optar por vehículos no contaminantes, o que utilicen carburantes alternativos sostenibles. No solo es importante que lo hagas por el planeta, sino porque la legislación va a ser cada vez más dura con los vehículos que contaminan y su uso se irá restringiendo progresivamente.

6. Recicla

No solo contaminan los coches sino también las infraestructuras por las que los vehículos circulan. Por ello, cada vez más se promueve, por ejemplo, la construcción de carreteras con materiales reciclados fomentando así la economía circular. Si tú reciclas, también estarás contribuyendo a reducir tu impacto medioambiental y a promover la economía circular, un concepto estrechamente ligado al de la movilidad sostenible.