Conducir una moto de dos ruedas no siempre es fácil: el conductor tiene una mayor exposición, es más vulnerable, hay que dominar el trazado de las curvas, controlar la estabilidad, etc. Por eso, las motos de tres ruedas nacieron para ofrecer una alternativa, por una parte, a los usuarios que ya eran conductores de motos pero que buscaban un extra de seguridad y, por otra, a las personas que querían dejar de conducir automóviles para pasarse a la practicidad de la moto.
Estabilidad y adherencia
Precisamente, entre las principales ventajas de las motos de tres ruedas se encuentran una mayor estabilidad y una mejor adherencia a la carretera. Además, este tipo de moto suele contar con un sistema que bloquea el eje delantero y hace que se mantenga en pie por sí misma, de manera que no se tenga que apoyar el pie para sujetar el vehículo durante una parada. Ahora bien, al ser más pesados son también menos maniobrables, más voluminosos y sensiblemente más caros que las motos tradicionales.
Otras desventajas son que, al ser más pesadas, su consumo también es más elevado y sus mantenimientos son también más caros, al igual que las averías: cuentan con sistemas que las de dos ruedas carecen, como la sofisticada suspensión delantera que permite inclinar la moto basculando las ruedas, y que se bloquea automáticamente.
Las grandes capitales europeas como París, en las que se unen suelos empedrados y mal tiempo, están abarrotadas de este tipo de motos en las que los conductores buscan seguridad y estabilidad.
No es una moto, es un triciclo
Las motos de tres ruedas se pueden conducir con carné de coche, independientemente de su cilindrada y del tiempo de antigüedad como conductor. Pero los conductores que buscan en estos vehículos una alternativa al coche para los desplazamientos por las ciudades, han de tener en cuenta que no están consideradas técnicamente como motos, sino como triciclos. Por ello, ni pueden circular por el carril bus, ni tampoco pueden estacionar en los aparcamientos específicos para vehículos de dos ruedas. En la práctica, muchos usuarios estacionan en estos espacios, aún sin poder hacerlo, pero deben saber que por ley cualquier agente de seguridad podría sancionar este comportamiento.
Sin bajar la guardia
De cualquier manera, a pesar de que la seguridad que ofrecen es muy destacable, deben ser conducidos con prudencia y no pecar por un exceso de confianza. Las inclemencias del tiempo y los avatares del tráfico son los mismos, independientemente del número de ruedas que tenga el vehículo. Para que no bajes la guardia te invitamos a Infórmate sobre todas las recomendaciones de seguridad a tener en cuenta a la hora de conducir uno de estos vehículos.
El segmento está creciendo hasta el punto de que ya hay disponibles incluso modelos de cuatro ruedas, lo que añade un extra adicional de seguridad y estabilidad, pero que lógicamente, también implica un peso extra que perjudica su agilidad e incrementa su precio.