Si no recuerdo mal, siempre que hemos hablado de amaxofobia o miedo patológico a la conducción lo hemos hecho pensando en el usuario final, en el conductor que por una u otra causa siente miedo irracional a ponerse a los mandos de un vehículo y emprender un trayecto, ya sea de forma general o bajo ciertos condicionantes específicos como la noche, la lluvia o la circulación por autopistas, por citar algunos ejemplos.
Sin embargo, hay casos en los que ni siquiera el más voluntarioso de los conductores aquejados de amaxofobia, que cada día son más, es capaz de afrontar su miedo a la conducción en solitario, por lo que nunca está de más que los profesores de formación vial ganen conocimientos en esta materia. En ese sentido, hoy nos referimos al curso ‘Miedo a conducir: comprender y ayudar a superar la amaxofobia’, que se celebrará en Zaragoza el próximo 14 de mayo.
Dirigido por Javier Díaz Calero, que es psicólogo clínico y profesor de formación vial especializado en casos de miedo a la conducción, este curso para profesores aborda las técnicas necesarias para lograr que la persona deje de sentir miedo al sentarse a los mandos del vehículo, sustituyendo las emociones negativas asociadas a la conducción por pensamientos neutros, mecánicos, exentos de carga emotiva.
¿Puede sentir miedo a la conducción alguien que nunca ha conducido? Desde luego que sí. De hecho, uno de los grandes problemas a que se puede enfrentar el futuro conductor es el miedo a no saber cómo reaccionar ante determinadas situaciones que le hacen sentirse tremendamente inseguro.
¿Qué hago si se me cruza alguien? ¿Llegaré a tiempo de frenar? ¿Y si no lo veo?
Preguntas como estas hacen que un gran volumen de conductores noveles experimenten miedo a conducir tras obtener el carnet. Hasta cierto punto, es lógico. Sin embargo, hay que saber diferenciar estos momentos de inseguridad de la verdadera amaxofobia, esa que hace que el conductor abandone el permiso de conducir en un oscuro cajón tras convencerse de que conducir no está hecho para él, con todos los problemas de pérdida de la autoestima que esta decisión puede conllevar.
Pero no son los conductores faltos de experiencia los únicos que pueden sufrir amaxofobia. De hecho, el miedo a la conducción es cada vez más habitual en conductores consagrados, muchos de ellos con más de 15 años de volante a sus espaldas, y puede sobrevenir por múltiples causas: haber vivido un episodio traumático como una colisión, sufrir de estrés continuado o trastornos de ansiedad son situaciones que pueden actuar como desencadenante del miedo patológico a conducir.
Para ayudar a estas personas, es fundamental el papel de un profesor de formación vial que comprenda cómo funciona la amaxofobia. De hecho, el grado y tipo de amaxofobia varía de una persona a otra, por lo que resulta imprescindible que el profesor sepa detectar adecuadamente el problema y diseñar una terapia adecuada a cada caso.
Por eso resulta interesante un curso como el que se celebrará el próximo 14 de mayo en Zaragoza, donde los profesores de formación vial aprenderán a contar con parámetros psicológicos para identificar la amaxofobia en sus diferentes variantes y a disponer de herramientas eficaces para abordar y elaborar un programa de autoexposición para cada caso, haciendo hincapié en las diferencias de metodología que hay que emplear cuando se trata el miedo a conducir que sufren conductores habituales, y no alumnos que apenas han tocado un coche.
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Foto | Till Krech, Jason Rogers, Álvaro Ortiz