Conducir un coche eléctrico hoy en día conlleva un gran número de ventajas que son mayores o menores en función del uso que se haga del vehículo. Si este se adapta a nuestras necesidades diarias de desplazamiento y realizamos un kilometraje suficiente, el beneficio económico puede ser considerable. Este se desprende de varios puntos.
El primero es el menor coste de recarga, pero existen otras partidas interesantes, como un mantenimiento mínimo, el posible ahorro a la hora de estacionar o las exenciones fiscales. Un buen ejemplo lo encontramos a la hora de matricular un coche eléctrico.
Antes de continuar, también conviene recordar el cambio que la movilidad está viviendo. El coche eléctrico está siendo uno de los protagonistas del mismo. Por eso, las ciudades han comenzado a ofrecer otro tipo de beneficios para los conductores que se atreven a adquirir un eléctrico. Algunos casos que encontramos son el acceso sin restricciones a zonas de bajas emisiones, plazas de estacionamiento exclusivas, circulación por los carriles VAO o estacionamiento gratuito y sin restricciones horarias en zona SER.
¿Qué impuestos pagan los coches eléctricos?
Claro que, todas esas ventajas conllevan un coste de adquisición que a día de hoy sigue siendo bastante elevado. Por eso lo compradores de coches eléctricos sopesan en primer lugar si el ahorro que les supondrá a lo largo de los años el vehículo será suficiente como amortizar el desembolso inicial.
Para ello, hay que tener en cuenta un buen puñado de variables, entre las que encontramos las obligaciones con el fisco. En la actualidad, existen tres impuestos que considerar:
- El impuesto de matriculación. La normativa establece que este depende de las emisiones del vehículo. Los coches eléctricos se enmarcan dentro del tramo establecido para los coches que emiten menos de 120 gr/km de dióxido de carbono.
- El impuesto de circulación. Es de carácter municipal y, en ese sentido, algunos ayuntamientos han establecido descuentos según el tipo de vehículo y las emisiones.
- El impuesto sobre el valor añadido, que conocemos como IVA. Los coches eléctricos no está exentos del pago de este tributo en la península. Y decimos en la península, porque en Canarias sí lo están. Sobre este último, existe una presión cada vez mayor, procedente de Unión Europea, para eliminar el IVA o, al menos reducirlo de forma considerable.
¿Se puede ahorra dinero a la hora de matricular un coche eléctrico?
Si hablamos de ahorro y coches eléctricos, en el caso del impuesto de matriculación, el coste será mucho menor si los trámites con la DGT los realizamos nosotros mismos. A día de hoy, implica una serie de gestiones burocráticas que asumen los concesionarios con la compra del coche. Por etas suelen cobrar al comprador unos 300 euros.
Si se decide matricular un coche eléctrico por uno mismo, ese gasto puede reducirse en más de la mitad. Claro que, implica realizar unos trámites que van en función de los requisitos marcados por la DGT para la matriculación de los vehículos. Conviene ponderar si nos resulta posible y ventajoso asumirlos nosotros.
Para ello, una vez concertemos cita con la DGT, hemos de preparar para entregarles la factura del coche eléctrico que nos entregó el concesionarios, la ficha técnica provisional, el formulario que la DGT dispone para el trámite, fotocopia del DNI o CIF del titular, la autoliquidación del Impuesto sobre Vehículo de Tracción Mecánica (el impuesto de circulación) y el documento que prueba la exención del impuesto de matriculación que entrega Hacienda.
De estos seis documentos, los dos últimos requieren trámites previos que habrá que realizar con suficiente antelación.
Tramites previos antes de acudir a la DGT
Para demostrar a la DGT que nuestro vehículo se enmarca dentro del tramo que nos permite quedar exentos del impuesto de matriculación hemos de presentar un documento que nos facilitará Hacienda. Para conseguirlo, es preciso concertar una cita, anterior a la prevista con la DGT, en la Delegación de Hacienda. En la misma nos solicitarán la ficha técnica provisional del vehículo que muestra las emisiones del mismos.
Igualmente tendremos que hacer para el caso del Impuesto sobre Vehículo de Tracción Mecánica con nuestro ayuntamiento, incluido el trámite de llevar la ficha técnica provisional. El coste de este impuesto depende de cada ayuntamiento. Por ejemplo, en Madrid existe un descuento del 75% para los modelos 100% eléctricos. Fruto de este trámite nos entregarán cuatro copias. Una de las mismas será la que habrá que entregar a la DGT el día que tengamos la cita.
Ese día, la DGT nos cobrará 95,80 euros en concepto de tasa de matriculación. La obtención de las placas de matrícula se debe realizar en un taller autorizado y también tendrá un coste aproximado de 30 euros.
Esos aproximados 125 euros será lo que nos costará matricular un coche eléctrico (aparte del ya mencionado impuesto de circulación). Como decimos, conviene compararlo con el coste que nos carga el concesionario por que realicen por nosotros todas estas gestiones. ¿Preferimos ahorrarnos dinero y hacerlo nosotros o ahorrar tiempo y que nos lo hagan? En el primer caso, conviene anunciarlo al concesionario en el momento de la compra, ya que es una gestión que suele asumirse por defecto por parte del vendedor.
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