Al parecer, lo de la luz de freno delantera es una idea recurrente en esto de la seguridad vial. Al menos, yo me he encontrado en varias ocasiones en debates sobre el tema. Por ejemplo, recuerdo que el sexto editor en la sombra de Circula seguro, el doctor Pep Serra, abogaba en favor de su introducción en un foro.
Antes de empezar, decir que yo, personalmente, no estoy muy seguro que introducir una luz delantera de freno sea una buena idea. Incluso puede que sea mala idea. Pero intentaré reproducir de la forma más imparcial posible los argumentos que esgrimen los promotores de la luz de freno delantera.
En sí, el concepto es muy simple. Se basa en la observación que las luces de freno traseras son muy útiles para saber que un coche está reduciendo su marcha, ayudando a quienes lo siguen a evitar colisionar por alcance.
En base a esto, la propuesta es introducir una lucecita en el morro del vehículo que se encienda cuando el conductor pisa el freno. De esta forma, dicen, se podría advertir a los peatones de nuestra intención de detenernos, evitando atropellos. Aunque, en realidad, supongo que lo que evitaría que los peatones fueran arrollados sería ver la luz de freno desactivada, que indica que el vehículo no se va a detener, ¿no?.
Además, este hipotético nuevo dispositivo de señalización de la frenada también podría ser útil en otros contextos. Por ejemplo, en las incorporaciones de la autopista; se puede dar el caso que un conductor pretenda facilitar la incorporación frenando para que el otro se pueda entrar a la autopista por delante suyo, dado que no se puede cambiar de carril.
Sin ninguna señal, es posible que el conductor que se está incorporando no entienda las intenciones y también frene. A mi me ha pasado algunas veces, y puede ser tan peligroso como acelerar a lo loco para intentar entrar a la torera. La luz de freno delantera podría ayudar en estas situaciones. Sin ella nuestra única alternativa es hacer una ráfaga de largas.
Todo esto, parece que no suena mal. Entonces, ¿por qué dije al principio que no creo que sea una buena idea? Por varios motivos. Alguien podría deciros que en la actualidad el conductor ya está sometido a una abusiva cantidad de estímulos visuales. Si añadimos más luces y señales a la mezcla, acabaremos saturando nuestros limitados cerebros.
Pero yo, personalmente, no pienso en objeciones tan rebuscadas como esa. Pienso en algo mucho más sencillo, que observo todos los días cuando me pongo al volante: no siempre que piso el freno es para detener mi vehículo. A veces, simplemente quiero reducir la velocidad. Por lo tanto, si la luz de freno delantera debe servir como un indicador de «puedes pasar, te he visto y voy a parar», entonces simplemente puede mentir al resto de usuarios de la vía.
Imaginad el siguiente escenario. Conducimos por una ciudad. Como somos lectores asiduos de Circula seguro, respetamos el límite, pero al mismo tiempo aprovechamos toda la velocidad que nos permite, así que vamos a 50km/h. De pronto, avistamos la señal de peligro con dos niños dibujados, junto con un 30. Nos damos cuenta que vamos a circular cerca de un colegio, así que pisamos el freno para restar esos 20km/h de nuestro vehículo.
Cincuenta metros más adelante, un niño se acerca a un paso de peatones. No lo podemos ver, porque es pequeño y sale por detrás de una enorme furgoneta aparcada. Pero él si ve la luz de freno delantera, y cree que puede pasar con seguridad, así que tira de la mano a su hermanita pequeña y… Creo que os imagináis como acaba la historia.
Además, tampoco estamos inventando la sopa de ajo. Ya existen formas de decirle a los peatones que pasen. Girando el cuello, o con la mano. Sin embargo, como sabéis, ese tipo de señales son muy poco aconsejables. A mi, mi profesor de prácticas me las prohibió, literalmente. Porque a lo mejor nosotros si hemos visto el peatón, pero es posible que otro vehículo no lo haya visto, así que nuestra señal puede conducir al pobre viandante a un accidente.
Al escuchar todo esto, uno estaría tentado de decir «pues tienes razón, las luces de freno son peligrosas… ¡Quitemos también las traseras!». Alto el carro, hombre. Las luces de freno traseras son fundamentalmente diferentes. Quien va detrás nuestro necesita saber que estamos frenando, incluso si no vamos a detenernos. Si no le avisamos que reducimos la velocidad, aunque no nos detengamos, corremos el riesgo de una colisión por alcance.
Dicho de otra forma, siempre debemos señalizar nuestros cambios de trayectoria, para advertir a aquellos que se encuentran en la dirección hacia la que cambiamos. Al girar, advertimos con los intermitentes. Al frenar (un cambio de trayectoria hacia atrás), lo hacemos con las luces de freno. Por ese motivo, sería contradictorio señalar hacia adelante la frenada, sería como decirle a los que están a la derecha que vamos a girar a la izquierda.
Teniendo en cuenta esto, quizá lo lógico sería tener una luz de acelerador delantera. Esta luz sí que sería inequívoca: «voy a seguir adelante, no pases». De todas formas, tampoco creo que acabe de ser una buena idea, demasiados estímulos visuales y eso.
Quizá lo mejor será seguir usando el método tradicional para cruzar una calle: observar a ambos lados que todos los vehículos tienen intención y están en condiciones de detenerse. Pero bueno, esto es sólo mi opinión. ¿Tú qué dices?
Fotos | Manel, Daquella manera