Lunas tintadas para el coche: tipos, ventajas y homologación

Carlos R Vidondo

10 de marzo de 2017

Un elemento de actualidad y que hoy en día no supone una gran reforma de la carrocería del coche es el tintado, laminado u oscurecimiento solar de los cristales del coche. Cada vez más usuarios se deciden a instalar estas sencillas láminas de diversos colores y múltiples ventajas, donde la estética y la intimidad no es más que una de ellas. Aquí podrás aprender cómo y qué elementos son necesarios para su instalación, los tipos de lámina, la variedad de precios, las ventajas y desventajas y la regulación necesaria para su correcta homologación.

¿En qué consiste el laminado solar de las lunas y qué tipos hay?

El tintado o laminado de los cristales del coche es una sencilla técnica de aplicación de una lámina plástica de poliéster que puede ser de una gran variedad de colores y opacidad, sobre las luna trasera y laterales del coche. En el proceso de aplicación se usan diferentes herramientas de alisado y amoldamiento, con un jabón especial,  ajustado a la forma y curvatura del cristal. Normalmente el proceso no es superior a las dos horas de duración y en muchos casos no requiere del desmontado del cristal.

La lámina solar termoretráctil se coloca sobre la misma luna adherida a su parte interior, y la realización del proceso no implica tampoco cambios de motor o chasis, ya que es rápido y sencillo de realizar. Es importante tener un objetivo claro para el oscurecimiento, tener en cuenta el tipo de coche al que se lo vamos a aplicar y buscar un taller en el que se nos ofrezca un tintado de calidad, para evitar las típicas burbujas entre el plástico y el cristal, que se ralle, despegue o decolore con el tiempo.

Podemos elegir entre un amplio catálogo de colores que van desde el negro, negro-plata, acero, verde, claro, humo oscuro, azul, etc. La diferencia principal entre tintar y laminar es que el primero va de serie más o menos coloreadas al comprar el coche en el concesionario, mientras que el laminado es el proceso de aplicación de la capa acrílica por un lado y la capa adhesiva con el protector por el otro.

Para quitar el tintado de lunas no necesitamos grandes habilidades y además se puede despegar fácilmente, a no ser que contemos con lunetas térmicas, que pueden arrastrar consigo filamentos del cristal. En cualquier otro caso queda con un resultado similar al estado anterior, si aplicamos calor a la parte externa del cristal con un decapador (la parte donde no está pegada la lámina), y poco a poco vamos retirando el adhesivo con mucha paciencia. Los restos de pegamento podemos limpiarlos con jabón y usando una cuchilla con cuidado de no rallar el cristal.

Tipos, ventajas y precios

No nos vamos a comer la cabeza con el tintado de las lunas ya que tenemos las suficientes opciones entre las que elegir:

  • Láminas tintadas: son las más comunes y elegantes, aportan privacidad y protección solar. Disponemos de una gran variedad de colores, especial para furgonetas de transporte de mercancías y rondan entre los 10 y 30 euros el metro.
  • Láminas precortadas: muchos talleres ofrecen kits confeccionados según la marca y modelo del coche. Es muy útil por su sencilla y instalación, no hay margen para cortes imprecisos, se ahorra tiempo y dinero y, además, no se desperdicia material.
  • Carbono o Car Wrapping: es un tipo de forrado mate o brillante que suele colocarse en diferentes partes de la carrocería del coche como decoración imitando el efecto carbono. Puede usarse también para la tapicería interior.
  • Láminas de protección de pintura: protege frente a arañazos en carrocería, ventanas y faros.

El oscurecimiento de las lunas ofrece múltiples ventajas como por ejemplo la protección del tapizado interior y de la piel de los niños frente a los efectos nocivos del sol como los rayos U.V. Se consigue una mejor climatización gracias a que reduce la entrada de calor en el habitáculo, consiguiendo un coche más fresco, incluso eliminando el efecto horno provocado por las horas de aparcamiento al aire libre en la temporada estival. De esta forma se produce también un ahorro energético, pues no es necesario el uso continuado del aire acondicionado al rechazar un 65% de energía solar y un 99% de la radiación ultravioleta.

Hay una mayor seguridad frente a la rotura del vidrio, pues el pegamento del adhesivo evita la proyección de fragmentos de cristal. Se reduce el deslumbramiento del sol consiguiendo reducir a su vez la fatiga ocular tan incómoda durante largos trayectos en coche, aunque reduce también la visibilidad de la parte trasera sobre todo por la noche. El papel tintado permite desempañar el cristal igual de bien que si no estuviera.

Por último cabe resaltar sus características estéticas y modernas, además de la intimidad que ofrece ante miradas ajenas, permitiendo incluso dejar objetos en el interior sin preocupación de estar expuestos ante posibles robos. Las láminas no afectan a la garantía del vehículo, al correcto funcionamiento de la señal GPS o a la tercera luz de freno, como puede escucharse habitualmente.

En cuanto a los precios, es necesario decir que no es un gran inconveniente aunque bien es verdad que varían en función del tipo de lámina, color, tamaño de la luna, número de puertas y tamaño del coche. Por tanto podría oscilar entre los 70 y los 120€, un coche pequeño podrían no superar los 50€, pero en el caso de una autocaravana puede llegar a 200€.

Homologación e Inspección Técnica

Para considerarse el tintado como legal es imprescindible que esté homologado. Esto significa que debe haber superado unas pruebas de laboratorio y poseer la visibilidad aceptable y correcta (incluso por la noche). El fabricante debe expedir un certificado de homologación y está obligado a sellar las láminas, ya sea con una pegatina, una leyenda, una marca o una pistola de arena. Por supuesto está prohibido tintar las lunas delanteras laterales y el parabrisas delantero, es decir, el 180º del campo de visión del piloto. Además, no está permitido legalmente que sean totalmente opacas, por tanto por muy oscura que sea, al mirar directamente por el cristal a poca distancia se tiene que poder ver el interior.

Incumplir cualquiera de estas normas supone una multa de entre 36 y 150€. Para finalizar, no es necesario que se pase la ITV tras su instalación para ser homologadas como ocurría anteriormente, ya que hoy en día no se considera como una reforma importante del vehículo.

Imágenes | iStock AND-ONEBill Oxfordbhakpong

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