Los siniestros de tráfico bajan pero los fallecidos siguen sumando

Victoriano Flores Corzo

3 de enero de 2014

Habrá que esperar a los datos oficiales y estadísticas de la DGT sobre la cifra de fallecidos en nuestras carreteras durante el año 2013 pero todo apunta a una nueva bajada con respecto al año anterior. De confirmarse este hecho serían diez años consecutivos en el descenso de siniestros en nuestra red vial y por tanto de reducción de víctimas. Una buena noticia para los que apostamos por una conducción y circulación más segura como antídoto a la hora de reducir o minimizar, en su caso, las lesiones con ocasión del tráfico rodado.
Se trata de cifras que justifican que estamos mejorando y, en todo caso, tomando conciencia sobre las innegables secuelas de la circulación de vehículos, ciclistas y peatones cuando las cosas no se hacen bien. No obstante, las estadísticas jamás solucionarán la pérdida de un ser querido, puesto que se trata de una forma de interpretar las cifras, pensar en positivo pero, no podrán aliviar o convencer a aquellas personas que directa o indirectamente han padecido la experiencia de un siniestro vial y que posiblemente siguen pensando que pudo haberse evitado.

Cómo evitar siniestros de tráfico

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El resultado favorable de una gestión por objetivos es una satisfacción para el que se lo curra y en España hay que admitir que se ha hecho mucho para cumplir con la reducción de la siniestralidad en la vía pública. La información que se ha dado en muchos casos con mensajes directos a la población como viene haciendo la DGT hacen concienciar a la población de que viajar sobre dos, tres o cuatro ruedas no es un derecho ni un privilegio sino, más bien, una responsabilidad que tenemos si queremos hacer uso de las vías públicas.
El exceso de velocidad y el alcohol son las causas que más se repiten en la producción de siniestros en la carretera y a su vez las más controladas por la DGT pero pensamos que se podría mejorar aún más si los conductores están mejor preparados y formados. Por tanto, un factor determinante para reducir la cifra de siniestralidad vial será la necesidad de potenciar la formación a los actuales y futuros conductores, sin descartar, por supuesto, en edades tempranas como en colegios e institutos y, para eso, habría que incluir la Seguridad Vial como asignatura troncal y no transversal como se viene haciendo actualmente.

No cabe la menor duda de que los avances en el automóvil han hecho reducir las lesiones en los ocupantes del vehículo pero si el que maneja la máquina no está preparado primero y concienciado después sobre las consecuencias, por ejemplo, de una colisión frontal, de nada servirían los sistemas de seguridad pasiva que tenga instalados en su vehículo. El exceso de confianza sobre el vehículo puede jugar una mala pasada a su conductor si no se tienen en cuenta una serie de consejos al volante, en situaciones de riesgo, comportamiento y uso del vehículo, dentro de un espacio compartido por otros usuarios como es la vía publica.
Finalmente, los siniestros de tráfico no pueden reducirse con una barita mágica pero sí con sentido común, apostando por una enseñanza en las escuelas sobre seguridad vial y desde la infancia, aprendiendo primero como peatones y después como conductores. Un aspirante a conductor tiene que saber sobre los peligros al volante y concienciarse después sobre el riesgo que existe si no sabe cómo actuar. Una actitud responsable a la hora de manejar los mandos del vehículo, hará el resto, ¿no les parece?
Vía | El País
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