Vas andando por la calle, te escriben al móvil y te enfrascas en una conversación a través de mensajes de texto. Uno tras otro, vas caminando sin apenas darte cuenta de lo que ocurre a tu alrededor. Llegas al paso de peatones. Por el rabillo del ojo no ves que venga ningún coche y decides cruzar. Un coche eléctrico frena de manera brusca y evita el atropello. Aunque los peatones tengamos preferencia en los pasos que no están regulados por semáforos, antes de cruzar siempre debemos cerciorarnos de que los vehículos se han detenido por completo. Este es el ejemplo de una situación que, desgraciadamente, no siempre finaliza de la forma que hemos descrito. La tecnología es una gran aliada, pero hay que saber cómo y cuándo utilizarla. Las distracciones no solo afectan a los conductores, también a los peatones.
Y es que no podemos olvidar que las distracciones aparecen como factor concurrente en un 32% de los siniestros mortales de tráfico. En el caso de los peatones, gran parte de las distracciones se deben al uso del teléfono móvil, ya sea con mensajes de texto, llamadas, visualizaciones de vídeo, etc. Son muchos los motivos por los que un peatón puede centrar toda su atención en el teléfono móvil sin darse cuenta de lo que ocurre en su entorno. Utilizar los cascos y hablar por el manos libres son también formas de distracción.
Por supuesto, el riesgo se incrementa cuando perdemos, en gran medida, uno de nuestros sentidos principales, la vista, y lo dejamos todo en manos del sentido del oído. Nos guiamos únicamente por lo que escuchamos mientras seguimos avanzando. Algo muy peligroso, especialmente ante la cada vez mayor presencia de los vehículos híbridos y eléctricos. Estos automóviles, además de innumerables ventajas, tienen una característica en común que puede ser especialmente peligrosa para los peatones: apenas emiten ruido al circular, especialmente a velocidades bajas. Por lo tanto, el riesgo es todavía mayor cuando, como peatones, combinamos el binomio distracción + vehículo eléctrico. No podemos olvidar que, como peatones, somos usuarios vulnerables. según la Dirección General de Tráfico, Sslo durante el año 2021 perdieron la vida 301 peatones, De ellos, 183 siniestros tuvieron lugar en vías urbanas. Si hablamos de siniestros viales en los que se vieron involucrados peatones, se produjeron nada menos que 10.461 en 2021, 1.397 resultaron heridos de gravedad siendo necesaria su hospitalización y 9.446 personas sufrieron heridas leves. Un dato alarmante: el 7% de los siniestros mortales totales fueron por irrupción del peatón en la vía Además, el atropello a peatón es el segundo tipo de siniestro mortal más frecuente, suponiendo un 18% en 2021, solo por detrás de la salida de vía, en el que se produjeron el 35% de las personas fallecidas.
Un “ruido” para los coches eléctricos
El hecho de que un coche eléctrico apenas emita ruido durante la conducción es un aspecto que se valora mucho desde el punto de vista ergonómico y de confort por parte de los pasajeros. Sin embargo, como hemos indicado, puede convertirse en un factor de riesgo de cara a los usuarios vulnerables como peatones, ciclistas, usuarios de patinetes… Según la NHTSA (National Highway Traffic Safety Administration , el organismo de Tráfico de Estados Unidos), los coches eléctricos tienen hasta un 35% más de posibilidades de atropello que un coche con motor convencional.
Conscientes de esta problemática, la Unión Europea (UE) aprobó en 2019 que, desde el 1 de julio de 2021, todos los vehículos eléctricos, híbridos e híbridos enchufables que se homologasen en Europa dispusieran de un avisador acústico. Se busca así reducir el riesgo de atropello a peatones, emitiendo un sonido similar al que emiten los motores de combustión.
Se trata del sistema de aviso acústico AVAS (Acoustic Vehicle Alerting System, por sus siglas en ingles). Este sistema debe emitir un ruido de entre los 56 y 75 decibelios y se debe activar automáticamente desde el arranque hasta que el vehículo alcanza una velocidad de 20 km/h, así como cuando el vehículo circule marcha atrás. Este sonido de marcha atrás no es necesario cuando tienen avisador acústico propio para esta maniobra. Se considera que a partir de los 20 km/h el sonido de la rodadura es suficiente para alertar al resto de usuarios.
El sonido generado por el SAAV es un sonido continuo que, además, indica fácilmente el comportamiento del vehículo a través de la variación automática del nivel sonoro o de las características en sintonía con la velocidad del vehículo. El sonido procede de un pequeño altavoz que está situado detrás de la parrilla delantera.
Debemos tener en cuenta que este sistema no es solo útil para los usuarios que van distraídos, también es muy importante para las personas invidentes, para quienes la única forma de percibir la proximidad de estos vehículos es a través del sentido del oído.
Levantemos la mirada
A pesar de que la normativa se ha adaptado a ese nulo o escaso ruido de los vehículos eléctricos, no debemos confiarnos:
- Evita todas las distracciones posibles, tanto si eres conductor como si eres peatón.
- Ante la proximidad de un paso de peatones, para, mira a uno y otro lado y no cruces hasta que tengas el semáforo en verde y, en caso de no contar con semáforo, cruza cuando los vehículos se hayan detenido por completo (en ambos sentidos de circulación si es una vía de doble sentido).
- Si tienes que usar el móvil, no lo hagas mientras caminas. Para en un lugar seguro y no reanudes la marcha hasta que hayas finalizado.
Recuerda que a través de la vista recibimos más del 80% de la información que se genera en nuestro entorno. Nunca lamentaremos haber sido demasiado precavidos.