La somnolencia es una gran enemiga de la conducción segura, ya que sus consecuencias van desde un susto por microsueño hasta un accidente. A veces, dicha somnolencia está provocada *por un medicamento que altera nuestras facultades*. Asímismo, el tiempo de reacción puede aumentarse por la acción de los medicamentos o disminuir los reflejos.
Los prospectos, escritos en un lenguaje técnico pero mínimamente accesible, alertan sobre las alteraciones que pueda haber en la conducción o el manejo de maquinaria pesada, *pero a veces no son correctamente interpretados o directamente no se leen*. Para evitar este riesgo, se va a utilizar el pictograma que vemos aquí para recomendar la lectura del citado prospecto, por una reforma que ha hecho el Ministerio de Sanidad y Consumo.
Un grupo de expertos del sector farmacéutico y de Tráfico estudiarán unos 10.000 medicamentos para determinar cuáles deben tener esta advertencia. Se trata simplemente de una advertencia más a las ya existentes. Es muy recomendable consultar al farmacéutico, *que es mucho más que un mero vendedor*, acerca de las consecuencias que puede tener la toma del medicamento en la conducción, así como resolver cualquier tipo de duda.
A veces, el mundo de la publicidad nos presenta algunos medicamentos como un objeto de consumo más, pero siguen siendo compuestos químicos que alteran el cuerpo y que la automedicación no debe hacerse sin tener una idea de lo que se está haciendo. Si en cambio, se nos es recetado por un profesional, no hay que dudar en preguntarle sobre los efectos secundarios que puedan tener.
Aunque es un poco de perogrullo, aviso que el efecto del alcohol puede verse multiplicado en combinación con ciertos medicamentos. *Huelga decir que el alcohol está totalmente contraindicado para conducir*.
Vía | «El Mundo»:http://www.elmundo.es/elmundosalud/2008/08/13/medicina/1218634974.html
