El proceso de aprendizaje en la conducción, durante las clases prácticas, requiere una puesta a prueba sobre lo que supone y significa conducir un turismo por una vía pública. Los errores que comenten los alumnos, al principio, son muchos pero con la paciencia del profesor poco a poco se van superando. Si el alumno no sabe cómo actuar o realiza alguna maniobra incorrecta, el profesor podrá corregir la situación gracias a los mandos adicionales o doble mando que dispone el vehículo en los bajos y enfrentado al asiento delantero derecho. Además, dispone de unos retrovisores por donde puede controlar las distancias, dirección del vehículo y vigilar mejor el entorno.
Para más detalles, vamos a conocer las pruebas de aptitud para aspirantes a obtener el permiso de conducir gracias a Francisco José Millán Calleja, profesor de autoescuela en Sevilla, con diez años de experiencia en formación vial y que nos invita a subirnos al coche de su centro de formación, donde él trabaja, para contarnos in situ cuales son los errores más frecuentes que comenten sus alumnos durante las clases prácticas de coche:
Según el Anexo I de la Ley de Seguridad Vial, en vehículos que circulen en función de aprendizaje de la conducción, es conductor la persona que está a cargo de los mandos adicionales
1. Control del volante
La perfecta postura de conducción se complementa con la correcta posición de las manos y manejo del volante. El alumno, al principio, cuando todavía no se ha hecho con la posición de las manos, es decir, situadas sobre el volante en posición similar a la que adoptan las manillas del reloj entre las 14:45 y 10:10 horas, tiene que empezar a soltar la mano derecha para cambiar de marcha y es ahí, donde muchas veces se precipita para cambiar de marcha o no sabe que hacer, si mover el volante antes de cambiar de marcha o al revés y todo ante la proximidad de un cruce o cambio de dirección. Además, si no giran el volante lo suficiente tienden a salirse del carril con el consiguiente riesgo de subirse a una acera o colisionar contra otro vehículo.
2. Ubicación incorrecta en la calzada
El deterioro de la pintura de las marcas viales juega una mala pasada a los aspirantes a obtener el permiso de conducir por dos razones: la primera, por la confusión a la hora de elegir el carril adecuado y, la segunda, no mantener la debida separación entre vehículos. La calzada puede tener uno o dos sentidos y hay que diferenciar los carriles de circulación pero si éstos no están delimitados puede que se utilice el carril de sentido contrario o, bien, no se deja libre la mitad de la calzada en el caso de no existir señalización expresa que los delimite mediante marca vial.
3. Manejo pedales y control del embrague
Las ganas de querer empezar a moverse con las primeras prácticas de coche hace que no se tenga en cuenta, por parte del alumno, el tacto adecuado en los pedales (embrague, freno y acelerador). Además, si previamente no se ha ajustado el asiento puede que tenga más dificultades a la hora de presionar los pedales. El pedal del embrague suele dar mas problemas a la hora de cambiar de marcha y se nota en las primeras clases si no se ha tenido en cuenta las primeras clases sobre la relación palanca y pedales, control del punto de fricción del embrague y con el vehículo parado. Soltar el pedal del embrague antes de tiempo o no presionar hasta el fondo el pedal del embrague son indicios de que necesita familiarizarse con el motor parado o en marcha neutra. Otro fallo que comenten mucho los alumnos es mantener pisado constantemente el pedal del embrague, durante la conducción y sin necesidad de utilizarlo o no pisar el pedal del embrague al arrancar por si acaso se ha dejado una marcha puesta o para evitar perjuicios en el motor de arranque y en la batería.
4. Glorietas
Al existir un alto porcentaje de conductores que desconocen como tomar una rotonda correctamente existen muchos conflictos durante las clases prácticas entre alumnos y resto de usuarios. Los alumnos tras superar la parte teórica saben perfectamente posicionarse en el carril adecuado para tomar la glorieta o rotonda pero cuando ven que el vehículo que le precede circula recto en la rotonda o el que circula por la izquierda le adelanta cruzando carriles para tomar la salida a la derecha, se ponen nerviosos y toman una posición a la defensiva o de prevención ante los llamados conductores temerarios. De ahí, que se utilice el intermitente derecho para indicar la salida de la glorieta desde el carril derecho y el intermitente izquierdo para indicar que no se va a cambiar de carril ni tomar la salida próxima. Una señalización, ésta última, que no viene recogida en el Reglamento General de Circulación pero que se hace necesaria para evitar que se nos cuelen por delante desde el carril de la izquierda y salir incorrectamente.
5. Ceda el paso
En el franqueo de intersecciones el alumno debe anticiparse y resolver la forma de entrada de una vía secundaria a otra principal. La señalización puede variar de un stop a un ceda el paso y es ahí donde se presentan dudas, realizando un ceda cuando es un stop o al revés. Igualmente ocurre con las incorporaciones y salidas de autopistas y autovías. Los carriles de aceleración y deceleración tienen su función y cometen el error de frenar por no adaptar la velocidad ni señalizar la maniobra tanto a la entrada como a la salida. En cuanto a la señal de stop, se les olvida pararse delante de la línea de detención. Dudan cuando no existe línea de detención y luego no se aseguran con una segunda o tercera parada, si fuera necesario, ante un cruce que tiene poca visibilidad.
6. Separaciones laterales
La distancia lateral entre vehículos al realizar un adelantamiento y separación mínima al adelantar a vehículos de tracción animal, peatones, ciclistas debe calcularse siempre con antelación; sin embargo, los alumnos cometen el error de no guardar esa distancia mínima suficiente y proporcional a la velocidad y a las características y anchura de la calzada. Los peligros son distintos si se circula por vía urbana o interurbana. El error se presenta cuando pretenden respetar la separación lateral de 1,50 metros cuando se circula por ciudad o respetar el margen lateral de seguridad proporcional a las características de la vía cuando se circula por carretera. El alumno, en muchas ocasiones, pretende exagerar las distancias y separaciones entre vehículos y se olvida de la circulación en sentido contrario o la circulación en los carriles contiguos con el riesgo de sufrir una colisión frontal o lateral.
7. Mirar por los espejos
«La importancia de mirar hacia atrás» y «los retrovisores no son de adorno» son frases que se les repite mucho a los alumnos porque no miran o no hacen uso de los espejos antes de cambiar de carril. La clase empieza con la revisión y ajuste de los retrovisores exteriores e interior y empiezan mal debido a que ese reglaje o comprobación lo realizan sin ajustar primero el asiento si cogemos el vehículo por primera vez o cambiamos de vehículo. El ajuste de los retrovisores debe tener en cuenta la posición inicial del vehículo y ocurre que no tienen en cuenta si existe una pendiente o están en línea recta. En marcha, se les olvida mirar con frecuencia por el retrovisor interior y previamente antes de señalizar una maniobra. Al principio, abusan de espejos por querer dominar la situación y luego se les olvida la norma R-S-M: retrovisor, señalización y maniobra. Por otro lado, se acomodan a los espejos y no giran la vista o el cuerpo, si es necesario, en casos donde no existe visibilidad o cambios de carril en rectas para evitar los ángulos ciegos entre vehículos.
8. Pasos de peatones
Los pasos de peatones son la zona de intersección entre peatones y circulación rodada. El primer error que cometen los alumnos es la falta de moderación de velocidad al aproximarse a un paso de peatones. La falta de atención muchas veces provoca que se pasen de largo o que frenen de golpe tras observar cuando ya tienen cerca la señalización del paso de peatones. Otro error habitual que cometen los alumnos es no asegurarse de peatones con intención de cruzar ya que si no muestran intención de hacerlo no es necesario detenerse ante un paso de peatones. No obstante, conviene moderar la velocidad siempre que se vea una persona en la proximidad del paso de peatones. Por otro lado, los alumnos están más pendientes de la señal vertical que advierte de la presencia de un paso de peatones que de las marcas que definen al paso de peatones y eso hace que las detenciones las hagan tarde.
9. Palanca de velocidades
El baile de pedales, palanca de velocidades y freno de mano son las actividades que mas problema dan durante las practicas de coche. Para empezar, a los alumnos se les olvida comprobar antes de iniciar la marcha el estado del freno de mano o de estacionamiento. Una vez iniciada la marcha también se les olvida poner el punto muerto tras realizar una detención o meter la primera velocidad en un semáforo o intentar reanudar la marcha en segunda o tercera velocidad. La falta de memorización de la palanca de cambios o no combinar la maniobra con el uso del embrague provoca aceleraciones y deceleraciones bruscas. Si durante las prácticas no se hace uso del cambio de marchas sobre todo en tramos rectos o no se pone una marcha larga cuando se coge velocidad, el motor del coche con sus revoluciones delata al aspirante por falta de soltura al volante. No saber combinar las velocidades según fuerza y velocidad del vehículo es uno los mayores problemas a los que se enfrentan los alumnos sobre todo cuando pretenden cambiar de marcha circulando en bajada o subida.
10. Dejarse llevar por los nervios
Al final y de cara al examen o prueba de aptitud con el coche se pretende disminuir el nivel de nervios para que pueda afrontar, el alumno, el examen con mayor seguridad y que aumenten las posibilidades de aprobar el examen práctico pero es complicado. Dejarse llevar por los nervios no es bueno y puede pasar factura. Para ello es necesario conocer bien la zona donde se llevará a cabo el examen y tomar la prueba como una clase más pero con un mayor nivel de atención. De ahí que se recomiende dormir bien la noche anterior, tener confianza en uno mismo y pensar que todo irá perfecto. El profesor de autoescuela sabe perfectamente cuando el alumno está preparado o no para enfrentarse al examen, dará el visto bueno pero para aprobar el examen es necesario demostrar al examinador que se está apto para circular con seguridad y respetando las normas de circulación en todo momento.
Finalmente, la clase termina y el profesor le da un último consejo a su alumna que se examina al día siguiente: Procura hacerlo bien, utiliza tu autoestima, mañana subirás al coche y tendrás que demostrar de lo que eres capaz y cuando tengas tu carnet de conducir, lo harás en plena responsabilidad, sin un doble mando: un examen diario de otro tipo, al que no hay que tenerle miedo pero sí, mucho respeto. ¡Suerte para tu examen!
Gracias, Sonia, por la pista
En Circula Seguro | Clases caseras de conducir: ¿un riesgo para la seguridad vial?