¿Cuáles son las claves de la mejora de la seguridad vial en España? ¿Cómo se ha vivido desde cada experiencia personal dicha evolución? ¿Qué nos falta para llegar al Objetivo Cero víctimas? ¿En qué ámbitos hay que hacer énfasis en los próximos años? ¿Cómo va a cambiar la Covid-19 la lucha contra la siniestralidad? Estas son algunas de las preguntas que se han realizado a más de 40 personas de muy diferentes ámbitos con el objetivo de realizar una reflexión conjunta acerca de cómo ha evolucionado en los últimos treinta años la seguridad vial en España. Sus reflexiones se han plasmado en el libro “Del Infinito al Cero. Así lo hicimos”, presentado el pasado mes de junio, coeditado por Pere Navarro, director general de la DGT, y Jesús Monclús, director del Área de Prevención y Seguridad Vial de Fundación MAPFRE.
Desafío mundial
Esta publicación, disponible de forma gratuita en la web de la Fundación MAPFRE para todas aquellas personas que quieran descargarla, pretende analizar experiencias muy diversas y proyectar ese conocimiento hacia un futuro en el que no haya víctimas como consecuencia de la movilidad, ni en España ni en el resto de los países del mundo. Y es que la seguridad vial sigue siendo uno de los grandes desafíos mundiales sin resolver: al año fallecen en las carreteras de todo el mundo 1.350.000 personas, alrededor de 23.000 personas en la Unión Europea.
Grandes avances en España
A pesar de que hay mucho trabajo por delante, en las últimas tres décadas, tanto en España como en la Unión Europea en su conjunto, se han conseguido grandes avances en materia de seguridad vial. Por ejemplo, España ha mejorado las cifras de siniestralidad más rápidamente que el resto de la Unión Europea. En 1990, nuestro país presentó unos datos significativamente peores que la media de la UE y, sin embargo, ahora pasa por tener algunos de los mejores resultados, ya que ha reducido las muertes por siniestros de tráfico en más de la mitad entre 2001 y 2010, y en otro 29 % en la última década. En este último período, por ejemplo, España se ha situado como el cuarto país europeo con mayor reducción porcentual de víctimas consecuencia de la movilidad por el tráfico.
Estructura
La publicación agrupa, con una estructura sencilla que facilita la lectura, a todos los autores que han participado en esta reflexión colectiva. Tras las cartas de presentación, y reunidos en torno a tres grandes secciones, los autores desgranan sus reflexiones sobre el pasado y sus propuestas para el futuro. Las secciones en las que se divide este libro son las siguientes: el factor humano, la tecnología (vehículos, vías, sistemas inteligentes de tráfico, etc.) y, por último, la política, la sociedad, las asociaciones de víctimas y los ciudadanos.
El papel de las víctimas
Las víctimas de siniestros de tráfico tienen un importantísimo papel en la publicación. De hecho, durante la presentación del libro, el director de la Dirección General de Tráfico, Pere Navarro, afirmaba que la publicación “va dedicada a todas las víctimas que no hemos podido o sabido evitar”. Navarro resaltaba el consenso que en esta materia se ha logrado mantener a lo largo de los años: ‘En seguridad vial no hay derechas ni izquierdas. Hemos sabido preservarlo por encima de la política. Hacer cumplir la ley de tráfico es la forma más eficaz de reducir las víctimas. No obstante, tenemos aún mucho recorrido y margen de mejora en la educación y formación”.
Jeanne Picard, presidenta Federación Iberoamericana de Asociación de víctimas contra la violencia vial (FICVI) y cofundadora de STOP Accidentes, señalaba en la presentación que “este libro simboliza una esperanza. Se han logrado salvar muchas vidas, pero también hay historias de seres queridos que ya no están. Las víctimas no se restan. Se suman día tras día”. Además, Picard denunció que las víctimas de violencia vial no tienen todavía una atención integral, algo que ocurre con muchas otras víctimas: “La violencia vial es una violencia como otras muchas que hay que tienen que ver con la educación”.
Ninguna víctima es asumible
El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, cuya intervención cerró la presentación del libro hablaba de que el año 1989 fue el peor año de nuestra historia. Por entonces, 25 personas perdían la vía cada día en la carretera. Actualmente estamos hablamos de 5 fallecidos diarios. Sin duda, todavía siguen siendo muchos. De ahí que las reflexiones que comparte “Del Infinito al Cero. Así lo hicimos” quieran aportar luz para seguir trabajando en la línea de que ninguna víctima de tráfico es asumible.