La Comisión de Seguridad Vial del Congreso ha aprobado una proposición para que el Gobierno apruebe las señales horizontales en el suelo que indican la distancia de seguridad entre vehículos. Si, esas marcas en forma de chevrones o galones que nos indican si estamos demasiado cerca o por el contrario guardamos una correcta distancia de seguridad.
Esta vez no voy a profundizar en la noticia en cuestión, podéis ampliar información en el artículo que han puesto nuestros compañeros de Motorpasión. Pero lo que si voy a hacer es enfundarme el mono de cuero, las botas, el casco y los guantes y arrancar la moto para darme un paseo. ¿Me acompañas?
Uno de los mayores peligros con el que tenemos que convivir los motoristas son las trampas en el asfalto. Existen infinidad de ellas acechándonos todos los días y poco a poco las vas conociendo. Yo creo incluso que las acabas oliendo antes de llegar a ellas: gas-oil en las estaciones de servicio, alcantarillas, rejillas, planchas metálicas por obras, arcenes sucios, gravilla y, por encima de todo, la magnífica pintura blanca. Bueno, ya no sólo blanca porque ahora ya la tenemos de todos los colores.
Todas estas trampas disminuyen una barbaridad el agarre de los neumáticos sobre el asfalto, y ya no os quiero contar en mojado. Algunas veces parece más una pista de patinaje que una carretera. Y nosotros no tenemos cuatro ruedas en las que apoyarnos, sólo hay dos y encima con el trabajo repartido entre dirección y tracción así que a una que nos falle, ya me veo en el Circo del Sol dominando un nuevo estilo de monociclo.
Bueno, dejémonos de bromas, pasemos a lo verdaderamente importante. Si nos ponemos en situación y pensamos en una autopista, últimamente es muy complicado circular por el centro del carril. En las proximidades de las entradas y salidas, las flechas de carril crean zonas de peligro que es mejor evitar, ya sea por un lado o por el otro. Por suerte, las flechas no son muy anchas pero, ¿y las nuevas marcas?
No quiero levantar la liebre hasta que no las vea con mis propios ojos, y no dudo de su efectividad, pero hay que mirar muy mucho como se pintan y sombre todo, con qué y dónde. En este caso la pintura antideslizante no es una opción es una obligación, y evitaría utilizarlas en tramos curvos, o al menos, en curvas relativamente pronunciadas. A no ser que sean como las de la foto de portada, que no ocupan todo el carril y se pueden esquivar con relativa facilidad. Aunque en curvas cerradas de autopistas sigo diciendo que mejor no.
Empiezo a ser bastante pesimista sobre esta proposición, pero espero equivocarme porque si no, la carretera será más segura sólo si eres capaz de mantenerte dentro de ella.
Vía | Motorpasión
Foto | Kalavinka