‘La tercera oportunidad’ (20): El perro

Victoriano Flores Corzo

17 de febrero de 2014

La semana empieza con la habitual entrega de ‘La tercera oportunidad’. Una serie de artículos que nos sirven para repasar y compartir con vosotros, la mítica serie de TVE de los años setenta: ‘La segunda oportunidad’ presentada por Paco Costas, periodista y experto en Seguridad Vial.

Pues bien, en esta ocasión, hablaremos sobre los atropellos a animales que se producen en la carretera.El perro puede que sea el más fiel amigo del hombre y, sobre todo, como mascota actualmente parece que está de moda. Sin embargo, como cualquier otro animal doméstico tenemos que saber que se trata de animales irracionales y son sus dueños, en ultima instancia, los responsables de su comportamiento, tanto fuera como dentro del vehículo.

El atropello de animales es cada vez más frecuente debido a que en cualquier momento pueden irrumpir en la vía. Por eso, reducir la velocidad y estar preparado para reaccionar son algunas de las soluciones, pero antes, veamos algunos consejos aportados en el siguiente vídeo:

Los temas que se cuestionan en el episodio de hoy son dos problemas relacionados con animales y la seguridad vial. Por un lado, el traslado de animales dentro del vehículo y también el caso de animales sueltos. En ambos supuestos se dan circunstancias distintas en cuanto al número de personas y vehículos que puedan verse implicados y un factor común en ambos casos como, puede ser, la sujeción del animal por su dueño.

El traslado o transporte de animales y mascotas dentro del vehículo es importante por dos motivos principalmente. El primero de ellos es por nuestra seguridad ya que en caso de frenada brusca el animal puede salir disparado contra nosotros y causarnos daños y, el segundo, por la seguridad de nuestro compañero protagonista, es decir, no debe caerse del asiento ni desplazarse hacia los lados y en caso de sufrir un siniestro vial debemos intentar que sufra los menos daños posibles.

El peligro de los animales sueltos es de sobra conocido. En este caso no podemos responsabilizar al animal sino, más bien, a su dueño. El abandono de cualquier animal o tenerlo libremente vagando por cualquier carretera o sus proximidades puede terminar, además de la pérdida del animal, con alguna desgracia personal debido a los atropellos y salida de vía del vehículo tras la maniobra del conductor en su intento de evitar el atropello.

La solución para ambos casos, como hemos comentado al principio, es la sujeción del animal, es decir, tener al animal controlado tanto dentro como fuera del vehículo para evitar que nos distraiga o provoque directa o indirectamente un siniestro vial. El mantenimiento de las vías públicas contempla la posibilidad del cerramiento de márgenes para evitar el paso de animales y que éstos irrumpan pero son los nudos de red vial y el abandono en las áreas de servicio su gran inconveniente.

Algunos avances del automóvil hablan de sistemas que detectan la presencia de personas y animales consistentes en avisadores acústicos pero mientras este adelanto llegue a incorporarse en todos los vehículos de serie sólo nos queda utilizar el sentido común como única opción y que, además, dicho sea de paso, nos diferencia de los animales: la colocación segura del animal dentro del vehículo y la responsabilidad del dueño en el supuesto de que el animal irrumpa en calzada.

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