Después de haber finalizado la anterior década en los duros años ochenta, hoy toca hacer un repaso de los siguientes diez años en lo referente a nuestra historia y a la Seguridad Vial: los años 90. La cifra de fallecidos en los anteriores años es alarmante y era imprescindible buscar una solución.
España está de moda y se habla de ella en todo el mundo. Culpa de ello tiene que simultáneamente en 1992 se celebren la Olimpiadas en Barcelona y la Exposición Mundial en Sevilla. Cuatro años después el Gobierno de nuestro país cambia ya que en 1996 el PP sustituye al mando al PSOE. Pero si tenemos que destacar un momento que relacione la sociedad con la Seguridad Vial es el movimiento que surgió en levante a finales de los ochenta y que tiene su mayor auge a principios de los 90: la llamada Ruta Destroy o como se conocería después, la Ruta del Bakalao.
Miles de jóvenes de Valencia y alrededores y posteriormente de toda España, se lanzaban a las carreteras todos los fines de semana para ir saltando de una discoteca a otra durante una o varias noches seguidas. Y en todas aquellas salas de fiesta destaca un artista por encima de todos, Chimo Bayo, y una canción: Bombas.
La década en la que la DGT saca su mano más dura y cruda
En 1992 se aprueba el Reglamento de Circulación que, con variaciones y actualizaciones, ha ido llegando hasta nuestros días. Se empieza a aplicar la mano dura con el alcohol y aparecen dos años después los primeros juicios rápidos para delitos de este tipo. En 1995 se aprueba la Ley del Seguro y el Reglamento de Vehículos Históricos y en 1999, con el Reglamento de Vehículos, todos los vehículos están obligados a llevar triángulos de señalización para utilizar en caso de avería.
Influidos por los anglosajones, la DGT da un giro de 180 grados en sus campañas y bajo el lema “las imprudencias se pagan” comienza a emitir en televisión cuatro spot publicitarios que muestran imágenes impactantes de accidentes. El debate se abre inmediatamente y la campaña posiciona a la sociedad en dos bandos: defensores y detractores. Pero en lo que todos están de acuerdo es que no ha dejado indiferente a nadie.
Unos años después, el enfoque pasa a apelar a la responsabilidad social con el lema “la solución está en tus manos” y en 1998, se mira hacia adelante con positivismo: “Vive”, que será la última campaña que viviremos en esta década de los 90. Otra campaña, en este caso divulgativa, advierte a los conductores de las nuevas tasas de alcoholemia. “No te pases, ahórrate un mal trago” anuncia las nuevas tasas, que pasan a ser de 0,5 g/l en sangre para los conductores en general y 0,3 para los principiantes y conductores profesionales.
Mientras tanto, se incrementan el número de kilómetros de autovía gracias a diversas actuaciones. El I Plan de Carreteras (1984-92) invirtió 1,2 billones de pesetas (7.212 millones de euros); de ellos, 690.466 millones (4.149 millones de euros) para transformar en autovía 3.104 km, fundamentalmente grandes ejes de comunicación (radiales –N-I, Madrid-Burgos; N-II, Madrid-Zaragoza; N-III, Madrid-Alicante; N-IV, Madrid-Sevilla; N-VI, Arévalo-Benavente; N-V, Madrid-Badajoz– , enlaces de estas autovías y con autopistas –Burgos-Medina del Campo; Huelva-Sevilla; Alicante-Murcia-Adra; Baza-Puerto Lumbreras, etc.–). Además, Andalucía financió la A-92 (Sevilla-Baza).
El Plan Puente (1992-93) invirtió 1.000 millones (6 millones de euros) y construyó 1.741 km de autovía. El II Plan de Carreteras (1994-2000) costó 1,4 billones (8.414 millones de euros), de los que 1 billón (6.010 millones de euros) fue para autovías, y previó unir por autovía Madrid y A Coruña y Vigo; y ciudades como Bailén y Málaga por Motril, Zaragoza y Huesca, Oviedo y Santander, Albacete y Murcia, Tordesillas y Salamanca, dar continuidad a autovías del I Plan.
La atención de los heridos en los primeros minutos después del accidente es muy importante y para ello, la DGT comienza el servicio sanitario por medio de helicópteros, atendiendo y/o evacuando en su primer año a más de 300 personas
Si hablamos de los vehículos, un gran paso para aumentar la seguridad, sobre todo de los más pequeños es la obligatoriedad desde 1992 (otra vez esta fecha) del uso de Sistemas de Retención Infantil (SRI), que reducían hasta en un 75% las posibilidades de lesión en caso de accidente.
Un año después, Mercedes incorpora la barra de protección lateral en las puertas para la protección de los ocupantes en caso de accidentes de este tipo y posteriormente, llegan los habitáculos con deformación progresiva, que absorber la energía del impacto redirigiéndola a zonas donde minimicen las lesiones.
La electrónica ya pasa a ser una parte fundamental e imprescindible en todos los coches. Mercedes, de nuevo a la vanguardia, monta de serie el ABS en todos sus coches para posteriormente incorporar el ESP. Y la noche se hace casi día con la aparición de los faros de xenón. Otra mejora son los reposacabezas activos, que minimizan el riesgo de sufrir lesiones en caso de accidentes por alcance.
Pero el gran avance viene con la creación de la EuroNCAP en 1996, el organismo independiente que a partir de entonces realizará las pruebas de choque (hasta entonces las realizaba los clubes automovilísticos) y evaluarán su seguridad mediante estrellas, de una a cinco.
Renault Mégane Scénic, el primer monovolumen para toda la familia
Con el Renault Mégane Scénic, los vehículos familiares llegan por primera vez al segmento C. La marca francesa revolucionó este sector con tanto acierto que rápidamente el resto de marcas empezarían a imitarles con vehículos muy similares. Este acierto se basaba en que en una longitud superior por poco a los cuatro metros, cinco personas podían viajar cómodamente incluyendo su equipaje.
También pasó a ser considerado como un vehículo ideal para familias numerosas, con multitud de ideas pensadas para facilitar la vida a bordo, multitud de huecos portaobjetos y detalles orientados a los más pequeños. Se salía de lo convencional, y así lo afirmaba el anuncio de la época.
Se puso a la venta en 1996, un poco después que el Renault Megáne con el que compartía multitud de elementos como el chasis y las motorizaciones. En gasolina eran un 1.4 litros de 95 CV, 1.6 litros de 90 ó 110 CV, un 1.8 de 120 CV, y un 2.0 litros de 115 ó 140 CV. En diesel, un 1.9D de 75 CV, 1.9dTi con turbocompresor e inyección de combustible de 80 CV y 100 CV y 1.9dCi de inyección directa con alimentación por common-rail de 105 CV.
Motor | De gasolina con cuatro cilindros en línea. |
Distribución | SOCH, 2 válvulas por cilindro |
Cilindrada | 1998 centímetros cúbicos. |
Diámetro x carrera | 82,7 × 93 mm |
Compresión | 9.7 a 1. |
Potencia máximo | 115 CV a 5.400 rpm |
Par máximo | 168 Nm a 4.250 rpm |
Alimentación | Inyección electrónica SPFi |
Dirección | De cremallera. |
Plazas | Cinco |
Transmisión | Cambio manual de cinco velocidade |
Frenos | Disco ventilados 262 mm / Discos 228 mm con ABS |
Capacidad del depósito de combustible | 60 litros. |
Velocidad máxima | 183 km/h. |
Longitud total | 4.134 mm |
Distancia entre ejes | 2.580 mm |
Anchura total | 1.960 mm |
Peso | 1.299 kg |
Neumáticos | 185/70 R14T |
Más información | Renault Mégane Scenic, Ruta Destroy
Foto | North West Air Ambulance, Merce, Wikipedia
Vídeo | Benji Dampier, Autoescuela Roca, Forocochesnoventeros
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