La importante labor del copiloto por la seguridad a bordo

Carlos R Vidondo

12 de agosto de 2020

El conductor tiene toda la responsabilidad al volante, pero ¿qué ocurre con el copiloto? Al conducir en un largo viaje quien se sienta en el asiento del pasajero adquiere también una serie de compromisos por la seguridad de todos. Reclinar el asiento y estirarte sobre el salpicadero no es la mejor manera de acompañar al conductor, así que ponte cómodo y toma nota del manual del buen copiloto a bordo.

Los ojos que todo lo ven

En esta guía el primer mandamiento es mantener los ojos bien abiertos y siempre alerta. Dormirse no sólo es un gesto desagradecido con tu acompañante, sino que puede comprometer vuestra seguridad ante cualquier eventualidad. Si el conductor tiene que estar atento a seguir las indicaciones, controlar la temperatura, vigilar a los niños y prestar atención a la vía, es más probable que pueda ocurrir alguna temeridad.

Cuatro ojos son mejor que dos para prestar atención a la ruta y llegar siempre a buen puerto. Además, si el conductor se encuentra cansado o con sueño, el acompañante ayuda a mantener una conversación fluida, encontrar zonas de descanso y permitir que todos los reflejos se centren en el asfalto. Eso sí, nunca confundamos entretener con distraer aunque la línea entre una cosa y la otra sea muy fina.

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El rey de la ruta alternativa desde el inicio hasta tu destino

Si eras de los que desplegaba el mapa de carreteras para descubrir el mejor camino, puede que el GPS te haya herido la moral pero sigue siendo el gran avance en el mundo de la conducción. Tengamos en cuenta que, para el conductor, tiene el mismo grado de utilidad que de peligrosidad. Interpretar las indicaciones y poner atención a la pequeña pantalla del salpicadero es causa de distracciones mortales al volante.

Por lo que, como copiloto, tu labor es la de verificar las indicaciones, leer bien el mapa, programar el navegador, localizar las gasolineras, indicar las direcciones en los callejeros, evitar que el conductor se pierda y encontrar rutas alternativas en caso de tráfico intenso.

Un Pepito Grillo de la seguridad vial

De acuerdo, es muy molesto que alguien esté cuestionando todas tus actuaciones al volante, pero admitamos que no todas las actitudes del conductor son incuestionables. Todos tenemos nuestros hábitos y manías en el coche –dentro de los límites de la seguridad– y cada cuál puede aportar su punto de vista y opinión, aunque con precaución.

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Una de las reglas es no dar clases de conducción, pero si se trata de asuntos como no ponerse el cinturón o sobre consumo de alcohol en una parada, resulta conveniente que el copiloto intervenga por el bien de todos. Hacer que el conductor cumpla las normas y los descansos aconsejables son dos de las funciones del copiloto perfecto. Pero evitemos frases conflictivas del tipo “cambia de marcha que se te cala”, “cuidado con la gravilla en esa curva”, “yo siempre he cogido ese otro camino, pero tú verás”.

Claro está que habrá otras normas en las que no podremos tomar la iniciativa, como por ejemplo, si se puede o no fumar en el vehículo, dónde apoyar los pies, cómo mantener las ventanillas, la localización de los bultos en el habitáculo…

Más rápido que en el Pit Stop

No hace falta ser ningún experto en mecánica automovilística para poder resolver con éxito aquellos asuntos que se nos presenten durante el trayecto. Es probable que alguna vez se produzca un pinchazo o cualquier otra situación que requiera bajarse del coche en mitad de la autopista. Para ello lo más importante es tener los chalecos y los triángulos siempre a mano. Con los nervios del incidente se puede producir un olvido que no solo sea motivo de multa sino también de accidente. Consulta nuestros artículos sobre cambiar una rueda y poner las cadenas para no tener ninguna duda a la hora de solucionar una avería.

Otra labor del copiloto es la de hacer de utillero. Proveer al conductor y asistir al resto de ocupantes, niños y mascotas en sus necesidades de agua, comida, gafas de sol o llamadas son imprescindibles. Un gesto tan sencillo como quitarle el tapón a una botella de agua evita incidentes mayores.

Si el copiloto tiene también permiso de conducir, no estará de más que se muestre disponible para tomar los mandos y relevar al piloto en caso, sobre todo, de viajes largos.

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Playlists de música para todos los oídos

Conviértete en el DJ del coche y haz disfrutar a todos los ocupantes con una gran selección musical. Como copiloto ocúpate de escoger los CDs, conectar tu smartphone por Bluetooth o poner a cargar los reproductores de música. Entretenerse durante un trayecto largo en verano es la mejor opción para disfrutar sin sufrir cansancio ni distracciones.

Eso sí, siempre recomendamos que escuches las demandas de tu público y no impongas tu estilo. Tener a la audiencia satisfecha con una buena variedad de temas musicales será divertido para toda la familia y hará que el viaje se pasé rápido.

Adopta todas las funciones del manual del buen copiloto para disfrutar y hacer disfrutar a todos los pasajeros durante tu viaje de verano con seguridad y diversión.

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