La importancia de trazar las curvas correctamente

Esteban Viso

29 de mayo de 2014

Pablo nos recordó hace poco la importancia de saber frenar, algo básico y que no todo el mundo sabe hacer. Es más, muchas de las personas que creen saber frenar, no saben, y se sorprenden el día en que prueban a morder con todo los discos de freno de sus coches. Lo cierto es que, si alguno de vosotros tiene la oportunidad de practicar una frenada de emergencia en un entorno seguro (lo mejor es un curso de conducción segura), se va a sorprender de dos cosas: de que no sabía, realmente, frenar, y de que vuestro coche frena alucinantemente bien.
Al hilo de eso, de frenar, y aprovechando que ayer pasé por una carretera llena de curvas en plena montaña que, aparte del buen sabor de boca de las propias curvas, me sirvió para pensar si realmente sabemos cómo afrontar un tramo de curvas en carretera con seguridad. En realidad, el conductor de la furgoneta que iba delante de mí me hizo ver que, a veces, no tenemos ni idea de cómo afrontar una curva en la carretera de forma segura. El hombre acumulaba estos factores de riesgo: calcular mal la velocidad necesaria para tomar la curva, frenar en el interior de la misma y atacarla demasiado pronto, quedando vendido a la salida de la curva.

El límite de velocidad estipulado te protege de todos tus errores

Para los defensores de límites de velocidad más altos en carretera, decir que hacen flaco favor a las personas menos hábiles o menos, digámoslo así, expertas en esto de conducir. Por lo que yo he visto en la mayoría de las carreteras que recorrí, si nos ceñimos estrictamente a las velocidades marcadas por las señales presentes, es el colmo de lo improbable que tengamos alguna dificultad. Curvas de 40 tomadas a 40 son curvas seguras. Un piloto podría pasar por ellas a 80 km/h con seguridad, pero no somos pilotos, ni lo queremos ser en carretera abierta. El piloto tiene la experiencia, las manos, el coche y el permiso para hacer lo que quiera (en una competición, por ejemplo). Nosotros somos conductores y acatamos normas.

Si entramos a la velocidad indicada, o menos (porque la señal es solo la obligación de no superarla, no la obligación de ir a esa velocidad exacta), y atacamos mal la curva podremos rectificar con tiempo y con seguridad. Si entramos pasados, solo la suerte, las manos o ambas nos van a salvar de algo más importante.
La cuestión es, ¿cómo afrontar las curvas con seguridad en la carretera? La parte de la velocidad indicada es clave, con eso prácticamente podríamos afrontar todas las curvas con garantías, así que lo que vamos a decir es cómo no hacerlo. Para abrir boca recordamos el gráfico con que nos ilustraba Javier tiempo ha:
trazada-curva
¿Elegimos la trazada ideal? La trazada adelantada es la que nunca debemos elegir porque nos empuja hacia fuera, hacia el otro carril, y es uno de los errores más comunes y más peligrosos en carretera. La trazada ideal, por otro lado es eso, ideal. Para hacerla correctamente debemos saber exactamente cómo es toda la curva: debemos ver el final desde antes de empezar la trazada, y eso es algo que no podemos saber, ni ver, en la mayoría de carreteras de montaña, por definición de montaña. Podemos practicarla en circuito, y por otro lado, la trazada ideal depende de cada curva, de su radio y de la cantidad de radios de curvatura que tenga. Es todo un arte, lo de trazar.

Trazar las curvas en carretera es cuestión de encontrar la salida más segura, más que de ganar tiempo

Además, ¿qué pasa si las curvas son enlazadas? Eso es algo totalmente normal en carretera de montaña, y el problema de ello es que la trazada que hagamos en una curva nos debe colocar perfectamente y de forma segura para la próxima. Así que lo mejor es elegir la trazada que nos deje en el centro del carril, máximo (en el gráfico parece que nos vamos hacia el exterior total, pero en carretera nos dejaremos un metro de margen, si podemos). Y para un servidor, la trazada más segura en carretera es la retrasada, la que hacemos esperando un poco más de lo habitual para atacar la curva, siempre hacia el interior.
Obviamente, si podemos de nuestra parte yendo a la velocidad adecuada para el momento, y retrasamos la entrada en la curva lo suficiente, sin pasarnos, estaremos siempre dentro del carril, y sobre todo, saldremos de la curva dentro de nuestro carril, con margen por si las moscas. Por otro lado, retrasando un poco la entrada a la curva podremos frenar a la perfección mientras vamos en línea recta, que es la forma más segura. Debemos trazar las curvas siempre a la defensiva, ocupando el menor ancho de carril posible. Y ser cautos, que no debemso tener prisa.
Fotos | Vicente Villamón