La educación vial se afianza en las aulas

Redacción Circula Seguro

10 de febrero de 2023

Somos usuarios de la vía durante toda nuestra vida. Primero como peatones, ciclistas y pasajeros, es decir, en toda nuestra etapa infantil, para posteriormente pasar a asumir un papel mucho más activo como jóvenes y adultos. Empezamos a utilizar bicicletas, patinetes eléctricos, ciclomotores, motos y coches. Dejamos de ser pasajeros para ser conductores. Por todo ello, no resulta extraño pensar que la educación vial que recibamos debe abordar precisamente todas y cada una de estas etapas y todos y cada uno de estos roles según vamos cumpliendo años.

Aunque la educación vial no llega a todos los centros escolares, se están dando grandes pasos a nivel europeo. España y Portugal son un ejemplo de ello, aunque hay otros países de la Unión Europea que también destacan por su gran compromiso.

Desde el informe LEARN!, realizado por el ETSC (Consejo Europeo de Transporte, ETSC por sus siglas en inglés) con el apoyo de Fundación MAPFRE y la VSV, se aboga por garantizar el derecho a recibir educación en seguridad vial y movilidad, se profundiza en la importancia de involucrar y apoyar a las escuelas en este cometido y se destaca la necesidad de que esta educación sea de alta calidad.

Aprender jugando es una de las mejores herramientas. Por ello, desde Fundación MAPFRE cuentan con PLANETA ODS, un programa educativo que busca formar en prevención de riesgos en la etapa infantil y la promoción de hábitos de movilidad responsable. En definitiva, profesores y familias pueden encontrar todas las herramientas necesarias para conseguir que los más pequeños interioricen cómo moverse de manera segura por una ciudad sostenible .

¿Qué se debe impartir en las aulas? En primer lugar, es importante que los alumnos no solo conozcan las normas y situaciones de tráfico, es vital que las comprendan y las interioricen. Además, deben desarrollar y mejorar las aptitudes mediante la formación y la experiencia, reforzar y/o cambiar las actitudes y motivaciones hacia la conciencia del riesgo, la seguridad personal y la seguridad de los demás usuarios de la vía. En definitiva, deben contar con una cultura de la seguridad vial y la movilidad segura, sana y sostenible y para ello deben contar con las herramientas necesarias.

Conocemos la importancia de la educación vial, pero ¿están los países de la Unión Europea comprometidos con esta formación y concienciación escolar? Los países firmantes de la Convención de Viena se comprometieron a impartir educación vial “de forma sistemática y continua, en particular en las escuelas a todos los niveles». Irlanda, Alemania y la República Checa ya imparten educación en seguridad vial en los cuatro niveles educativos, es decir, preescolar, primaria, secundaria y Bachillerato. Los estudiantes aprenden a ser usuarios de las vías públicas.

Que la educación vial esté en toda la etapa escolar con un número de horas mínimo y con unos objetivos claros y evaluables es el ideal al que todos deberíamos aspirar. En este sentido, la mayoría de los países abogan por introducir la seguridad vial y la movilidad sostenible dentro de otras asignaturas del currículo escolar, aunque también se imparte de manera separada. Aquí podemos destacar el caso de Finlandia, donde la educación vial está incluida en la educación básica del país. Desde 2014 cuentan con un plan de estudios con el que se imparte educación vial en varias asignaturas, así como dentro de las competencias transversales.

En Países Bajos también cuentan con unos objetivos básicos y concretos de aprendizaje mientras que en Portugal la educación vial en las escuelas es una parte complementaria del currículo. Precisamente en Portugal no es una asignatura independiente, se da de manera transversal, aunque con unos objetivos específicos separados por niveles de educación. Los alumnos deben conocer y adoptar comportamientos seguros como peatones, pasajeros y conductores, sobre todo en secundaria.

Uno de los últimos países en introducir novedades ha sido España. La educación vial se afianza en las aulas en el currículo escolar. De ser una materia transversal, pasa a ser troncal y se comienza a impartir desde las edades más tempranas gracias a la nueva ley educativa LOMLOE. Se han establecido objetivos específicos y evaluables en movilidad segura, sana y sostenible. Concretamente, lo hace en todas las etapas escolares, desde Infantil hasta Bachillerato. Los contenidos en torno a esta temática son obligatorios y se integran de manera transversal en distintas materias como Educación Física, Conocimiento del Medio, Educación en Valores o Física y Química. Cómo se debe impartir y qué se debe evaluar queda definido en los diferentes Reales Decretos de Enseñanzas Mínimas en Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato.

Los niños que reciben educación vial no solo tienen menos posibilidades de sufrir siniestros de tráfico, también estamos formando a conductores y usuarios de la vía más responsables que saben cómo actuar y qué hacer en todas y cada una de las etapas de su vida, que saben compartir la vía con todos los usuarios y que son más conscientes y precavidos como conductores, peatones, ciclistas y pasajeros. En definitiva, usuarios responsables que contribuyen a una movilidad más sana, segura y sostenible. Educando niños seguros tendremos adultos seguros.