Cuando hablo de factores de riesgo, a groso modo, siempre he intentado referirme a aquellas circunstancias, influencias o condiciones bajo las cuales la probabilidad de tener un siniestro vial se incrementa sensiblemente. Luego podemos separar dichos factores de riesgo para asociarlos o incluirlos a su vez en uno de los tres principales grupos que intervienen en la producción de los siniestros viales de manera directa e interrelacionados entre sí, como son, el factor humano, el factor vía con sus condiciones climáticas y el factor vehículo.
Pues bien, por ese orden en cuanto a participación, el factor vehículo es un factor influyente a tener en cuenta por varios motivos y que pueden afectar a la seguridad vial de lleno como, por ejemplo, su antigüedad, nivel de seguridad activa y pasiva, mantenimiento y estado en que se encuentra, etcétera. Precisamente, en alguna que otra noticia de actualidad ha salido a la palestra la antigüedad del parque de vehículos con datos al menos preocupantes, ya que actualmente el 35% de coches en España tienen más de diez años.
Y digo preocupante porque si se produce un incidente vial a raíz de una deficiencia en el sistema de frenado o un reventón de neumático, ¿es influyente el factor vehículo debido a su estado o el factor humano por no haber revisado los frenos ni comprobado el neumático?
Con la renovación del parque móvil mejora la Seguridad Vial
Uno de cada tres vehículos que circulan por España presenta el doble de posibilidades de tener un incidente vial que un vehículo nuevo. Por tanto, una renovación del parque automovilístico español podría conducir a una reducción del número de fallecidos y de heridos graves por siniestros en carretera debidos, en parte, al mal estado del vehículo o escaso mantenimiento por parte de su titular.
Está demostrado que con la antigüedad del vehículo la probabilidad de verse involucrado en un siniestro vial es más elevada que la correspondiente a los nuevos vehículos de menos de cinco años, por lo que esto implicaría, según las estadísticas, que un tercio del parque automovilístico que circula por nuestras carreteras no está equipado con los sistemas de seguridad disponibles en el mercado, además de ser más contaminantes que los vehículos actuales.
Por tanto, la renovación del parque de vehículos también influye, aunque sea con una de cal y otra de arena, ya que según estadísticas de la DGT, en los últimos 15 años el número de accidentes se ha triplicado, sin embargo el número de heridos graves ha disminuido en un 57% mientras que el de fallecidos se ha visto reducido en un 35%. Esto ha sido posible gracias a los sistemas de seguridad que se han ido incorporando en los nuevos modelos fabricados en este mismo periodo.
La DGT quiere impulsar una campaña para renovar el parque de automóviles
Consecuentemente la DGT, con su máxima representante al frente, insiste en que para mejorar la seguridad vial es necesaria la renovación del parque y añade que participará en iniciativas que promuevan este cambio, pues el incremento de un año en la edad de un vehículo está asociado a un mayor riesgo de sufrir un incidente y en consecuencia mayores lesiones graves en sus ocupantes.
No cabe duda de que las mejoras en los automóviles en cuanto a su seguridad activa, pasiva y preventiva han supuesto una mayor contribución a la seguridad y a la disminución de víctimas. Si ahora dejamos en un segundo plano el estado y mantenimiento del vehículo con el esfuerzo y sudores que nos has costado, después de sus años con sus correspondientes kilómetros, ganaremos unos cuantos de euros pero perdemos en seguridad vial.
Es importante no quedarnos atrás ya que cada día salen nuevos sistemas de seguridad independientes o que son complemento de algunos ya existentes y todos estos cambios y novedades debemos aceptarlos y, sobre todo, incorporarlos en la medida de lo posible a nuestros vehículos. Sabemos que la crisis también está afectando a la seguridad vial y eso se nota no tanto en el mantenimiento pero sí en la compra de vehículos. Por tanto, para que la renovación del parque móvil de sus frutos habrá que fomentar la compra de un vehículo nuevo como ya se hizo años atrás, con ayudas y por la retirada o entrega de vehículos con una antigüedad considerable.
Al mismo tiempo, el hecho de que los coches sean cada vez más seguros no debe de traducirse en que nos tomemos la conducción a la ligera, con una confianza en exceso y exenta de riesgos pensando en que como nuestro vehículo tiene ABS, ya frenará; o como llevo airbag frontal y lateral, no me pasará nada. Las nuevas tecnologías están pensadas para avanzar, en este caso, en seguridad vial y siempre en situaciones de riesgo evidente pero no para experimentar sobre las limitaciones que puedan darnos. Nuestro viaje en coche no termina con un paracaídas, a modo de salvavidas, nuestro viaje termina tras estacionar el coche en un lugar seguro y después de finalizar el viaje de salida y regreso a casa.
Debemos ser conscientes de la responsabilidad que supone la tarea de conducir porque no estamos solos en la carretera y una sóla pérdida humana ya supone una tragedia. Las normas de circulación, las mejoras en los vehículos y en las carreteras no están pensadas para que nos la saltemos a la torera, nos confiemos o corramos más, sino para nuestra seguridad y para evitar en la medida de lo posible cualquier siniestro con ocasión del tráfico. ¿Cuánto vale tu coche?, ¿y tu vida?
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Foto | Oneras, rodri_gop, FORD
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