Cuando hablamos de la adherencia de un neumático como factor clave para nuestra seguridad, quizá nunca acabamos de encontrar las palabras necesarias para dar a entender la extraordinaria importancia que tiene este asunto cada vez que nos ponemos al volante, así que nos va a venir muy bien este breve vídeo que nos explica el cómo y el porqué de la adherencia de un neumático y sus implicaciones en la estabilidad y en la seguridad de nuestro vehículo.
Además, por muy bien que se adhiera el neumático al terreno, este acaba por desgastarse, y es que el neumático que no se gasta no existe. Sin embargo, hay que tener claro que el ritmo de desgaste es en sí mismo un criterio para evaluar la calidad que nos ofrece ese neumático, y eso lo veremos de forma plástica en el segundo vídeo de hoy.
La adherencia del neumático, vital para nuestra seguridad
Como hemos visto, la base del control de un vehículo está en la adherencia entre las ruedas y el terreno por el que se circula. Sin una buena adherencia, las ruedas no pueden ni traccionar ni frenar ni dirigir el vehículo hacia uno u otro lado. Y toda esa responsabilidad recae en la banda de rodadura, es decir, sobre una superficie que mide lo mismo que una mano. Si esa superficie no presenta una buena adherencia, nuestra seguridad se puede ver comprometida.
El problema llega cuando la calzada se moja, y es que cuando el agua se interpone entre la banda de rodadura y el terreno la rueda no se adhiere, sino que pierde contacto con el suelo y puede llegar a patinar. Es entonces cuando el dibujo del neumático juega un papel primordial para que desaparezcan cuanto antes las causas que motivan la falta de adherencia. Un neumático con un diseño apropiado y con una profundidad de dibujo adecuada permitirá que podamos circular con una buena adherencia incluso sobre mojado.
Otro factor que debemos tener en cuenta es la velocidad, y es que una velocidad excesiva puede hacer que sea insuficiente el tiempo que le damos al neumático para que desaloje el agua que se interpone entre la banda de rodadura y el terreno. Por eso, nuestros neumáticos deben estar siempre en buenas condiciones y nuestra velocidad debe adecuarse siempre a las circunstancias.
La vida del neumático, criterio de calidad
Pero para que un neumático esté en buenas condiciones, lo primero que tenemos que advertir es que, como se dice en el vídeo, el neumático que no se gasta no existe. Después de todo, el neumático está hecho de goma, y esa goma se gasta por la continua fricción que experimenta contra el suelo al rodar. Sin embargo, la adición a la goma base de elementos como el carbono y el sícile hacen que el neumático viva en mejores condiciones y durante más tiempo.
Además, si el neumático está diseñado para repartir de forma adecuada la presión de apoyo, su desgaste será sustancialmente inferior y su comportamiento dinámico, mucho más eficaz, de manera que un neumático que cuente con una arquitectura diseñada para durar es, además de más económico y respetuoso con el medio ambiente, mucho más seguro a lo largo de su vida útil.
Sin una correcta adherencia incluso en las condiciones más exigentes, el neumático no es nada y por tanto la seguridad del vehículo no queda garantizada, y sin una vida útil del neumático concebida para conservar esa adherencia de principio a fin, nuestra seguridad queda en manos del azar, exactamente lo contrario a lo que preconizamos siempre en Circula Seguro.