La bicicleta se ha convertido en un instrumento fundamental para la transición de las ciudades. Lo sucedido durante la actual crisis sanitaria no ha hecho más que acrecentar el crecimiento del ciclismo urbano animando muchos a sustituir transporte público por las dos ruedas. En tiempos así, nos hemos preguntado sobre qué tener en cuenta si piensa en ir en bici al trabajo en una gran ciudad como Madrid.
Para tratar de entender los requisitos fundamentales de usar la bicicleta como medio de transporte, hemos preguntado a dos asociaciones ciclistas, Pedalibre y Madrid Ciclista, que centran gran parte de sus esfuerzos en fomentar este tipo de movilidad.
Y es que no son pocas las ventajas asociadas al uso de la bicicleta en ciudad: un coste más reducido, desplazamientos más rápidos, un aliciente en cuestión de salud o contribuir a la reducción de emisiones contaminantes. Además, las alternativas en los últimos tiempos se han multiplicado gracias a la bicicleta eléctrica y las plataformas de bici compartida.
Tras entrevistarnos con los colectivos citados, nos da la impresión de que el ciclista urbano madrileño está hecho de una pasta especial. Es, en general, un tipo de ciclista muy concienciado con la seguridad. Con todo, los ciclista siguen siendo uno de los colectivos más vulnerables y la seguridad es una cuestión capital, sobre todo si pensamos en utilizar la bici para ir al trabajo. ¿Qué tener en cuenta?
¿Cómo abordar ir ir en bici al trabajo en Madrid por primera vez?
«Si ya se sabe montar en bicicleta con cierta soltura, es importante conocer las normas básicas de tráfico«, señala el responsable de ciclismo urbano de Pedalibre, Miguel de Andrés. Esta asociación, nacida en 1982, fue una de las impulsoras de la Coordinadora en Defensa de la Bicicleta de ámbito estatal que agrupa a más de 60 organizaciones del país.
De Andrés nos responde desde su experiencia de más de 20 años yendo en bici al trabajo a diario. «Una vez sabida (la normativa), diseñar una ruta fuera de los ejes principales y ponerla en práctica en día festivo para familiarizarse con las calles, señalética, prioridades de cruce, etc. Utilizar, en un primer momento, las calles tranquilas y aprovechar los pocos carriles bici que pueda haber y que ayuden a la planificación segura de la ruta. Valorar la compañía por alguien experto en las primeras veces.
La bicicleta debe ser fuente de satisfacción. Prescindiremos de asumir situaciones de riesgo si vemos que no estamos preparados para ello. Si llega el caso, mejor bajarse de la bicicleta y actuar de peatón para salvar un tramo conflictivo.
En la empresa es probable que vaya más gente en bicicleta. Consulta con ella sobre qué itinerarios son más aconsejables y sopesar crear un grupo ciclista para compartir información y experiencias».
La primera vez, con menos tráfico
Desde Madrid Ciclista, asociación que lucha para conservar y ampliar los derechos de los ciclistas en Madrid, insisten en la importancia de sentirse seguro y de utilizar calles tranquilas para habituarse al tráfico. Añaden algunos consejos muy útiles.
Planifica la ruta. «A veces puede que una calle principal sea más rápida en un horario y no en otro, por los atascos, o quizás tenga una subida pronunciada que no sea fácil los primeros días. Para esto, desde Madrid Ciclista, el blog En bici por Madrid o en Modelo Madrid, pueden echarte una mano e incluso acompañarte en tu ruta algún día.
Utiliza un día festivo para practicar, encontrarás menos tráfico y conocerás mejor el recorrido.»
Por último, si vas a dejar la bicicleta en la calle, consigue unos buenos candados. Es sencillo encontrar consejos sobre cuáles son los mejores, pero un buen candado es el mejor elemento disuasorio de los amigos de lo ajeno».
¿Sirve cualquier bicicleta o resulta más segura una bici urbana?
«Depende de la distancia, las posibilidades de aparcamiento y el gusto de cada cual. Hemos de tener en cuenta que el terreno por el que nos vamos a mover es asfalto por lo que no tendría mucho sentido emplear una rueda excesivamente ancha y con tacos ya que tiene una mayor resistencia, cuentan desde Pedalibre.
«Debemos saber qué postura queremos adoptar en la bici que nos vaya a hacer sentir más cómodos, sabiendo que una postura excesivamente inclinada siempre nos va a restar visibilidad frente a otra que nos mantenga más erguida y nos aumenta el campo visual. El tamaño de la rueda tiene su efecto en la circulación. Una rueda pequeña hace de la circulación en bici algo más “nerviosa” pero es más ágil a la hora que esquivar coches en el atasco. En cambio, una rueda grande, aprovecha mejor la inercia y la circulación es algo más estable.
Si la distancia es larga tal vez conviene pensar en una bicicleta con asistencia eléctrica, o bien, si empleamos el transporte público como parte de nuestro trayecto, nos lo puede facilitar una bici plegable ya que a su menor tamaño se suma que es considerada bulto de mano y está al margen de las restricciones de acceso al transporte público. También nos facilita tenerla en el mismo puesto de trabajo y en nuestra vivienda para mayor seguridad.»
En Madrid, ¿qué calles se han de evitar y cuáles son más recomendables?
Ayudan la calles de Madrid en la tarea de ir en bici el al trabajo? ¿Existen tramos que se deben evitar? En Madrid Ciclista consideran la capital como «una ciudad preciosa» de la que recomiendan recorrer todas sus calles: «Desde una calle residencial hasta el paseo de la castellana. Todas se disfrutan mucho desde la bicicleta. Incluso puedes descubrir que los túneles son muy útiles y eficientes.
En la asociación se organizan salidas cada semana, que son abiertas a todo el mundo, en las que se puede hacer una ruta de iniciación para personas que quieran quitarse las primeras dudas o rutas para aprender a ir hasta el aeropuerto de Barajas en bicicleta, o para conocer algún barrio en concreto.»
Las grandes avenidas y plazas son espacios hostiles y arriesgados (…)
Para de Andrés, «siempre va a depender de la pericia del ciclista. Las grandes avenidas y plazas son espacios hostiles y arriesgados que requieren de una alta capacitación para usar la bicicleta con seguridad, pero también ofrecen un trayecto más directo. Por eso, la necesidad de actuar en estos grandes ejes e implantar carriles bici protegidos.
Con un simple vistazo en un plano de la ciudad podemos identificar rápidamente cuáles son estas calles principales. Para un ciclista poco experimentado, en ausencia de carril bici, conviene evitarlas.
En cambio están las calles secundarias, por regla general más tranquilas, que pueden emplearse en sustitución de las calles principales, aunque el trayecto casi siempre implicará un rodeo y mayores desniveles y estará sujeto a más interrupciones por atascos, segundas filas, carga y descarga.»
¿Existen casos en los que se puede circular en contrasentido? ¿Y por la acera?
«Según la actual ordenanza de movilidad de Madrid, la circulación a “contramano” está permitida en calles de plataforma única limitadas a 20 y en aquellas otras que así lo indiquen. Tan solo pueden hacer uso de las aceras los menores de 12 años, lo que impide el acompañamiento de un adulto en bici, por ejemplo, para ir al colegio o instituto», cuenta de Andrés.
El responsable de Pedalibre nos comenta que, en el caso particular de Madrid «los automovilistas no conocen la posibilidad del doble sentido ciclista en calles de plataforma única, por lo que es muy común que te increpen y son contadísimos los casos de calles prohibidas “excepto bicis”, en contraposición a multitud de otras ciudades. Por ejemplo, en todas las calles secundarias en París está permitida el doble sentido ciclista.»
Para facilitar el tránsito ciclista madrileño, en Pedalibre ofrecen entre sus recursos mapas para ayudar a moverse en bici por la ciudad. En Madrid Ciclista, por su parte, tuvieron una idea muy inspiradora:
«Creamos un mapa ciclista que recrea los recorridos de las líneas de Metro (y algún recorrido de cercanías) porque muchas personas estamos acostumbradas a movernos por estaciones de Metro, bajo tierra, pero no sabríamos alcanzarlas circulando por las calles.»
La orografía de Madrid no es excusa
Desde las dos asociaciones coinciden en que la orografía no es un factor que deba disuadir del uso habitual de la bicicleta en Madrid.
«Madrid no es una ciudad costera, ni alrededor de unos canales. Madrid tiene varias crestas y un río que hacen que la orografía no sea la más sencilla del mundo, pero esto no es excusa. A veces miramos la ciudad desde los ojos de un conductor de coche, al que las cuestas no le importan.
Cuando cogemos la bici nos damos cuenta de que hay otros recorridos, que quizás no sean tan directos, pero que nos pueden evitar una cuesta incómoda. No es un proceso automático, pero con el tiempo y cuando exploras la ciudad, descubres que es mejor la mirada desde la bicicleta que la mirada del coche que tenemos acostumbrada», apuntan desde Madrid Ciclista.
«Más allá de todo esto, la mayoría de las bicicletas que compramos tienen marchas. Y siempre se pueden cambiar de marcha para acomodar la cuesta y nuestra capacidad. Y si todo esto fuese poco, las bicicletas eléctricas son la respuesta definitiva.»
¿Qué medidas básicas ha de tomar un ciclista por su seguridad en la ciudad?
«En una ciudad adaptada a los coches como es la ciudad de Madrid, es importante ser predecible, que el resto de los conductores predigan cuál es tu itinerario», incide de Andrés. En la misma línea aconseja «no hacer maniobras que puedan sorprender. Circular como si fueras invisible: asumir que los automovilistas no saben que estás ahí y no esperan ver una bicicleta; buscar el contacto visual con el conductor; o mantener la distancia de seguridad y no apurar los espacios. Usa luces por la noche: ser visible y circula por la parte central del carril o por la parte que te asegure que van a conservar la necesaria distancia de seguridad si te adelantan.
Conviene elegir calles tranquilas para circular. No tener reparo en frenar e incluso bajarte de la bicicleta y continuar tu trayecto a pie por la acera. Aunque llevemos razón siempre tenemos las de perder.
La seguridad está muy relacionada con el nivel de riesgo y estrés que se asume.
Incluso en calles que en principio pueden ser adecuadas como las calles de un solo carril o zonas 30 (calles tranquilas), es frecuente el hostigamiento de conductores y la exigencia de estos para apartarte, sobre todo en tramos de subida cuando la diferencia de velocidad es mayor.»
¿Algún vicio, manía o mala costumbre que vaya en contra del ciclista?
De cara a ir en bici al trabajo, ambas asociaciones dan fe de que los ciclistas pueden hacer mucho para mejorar su propia seguridad. Es posible, por ejemplo, eliminar algunas manías comunes como «ir pegados al borde derecho del carril. Nos sitúa en una posición de peligro, permite adelantamientos con una distancia de seguridad menor y puede generar problemas si un coche quiere girar a la derecha y tú, en tu bicicleta, quieres continuar recto. Es la posición en la que nos sitúa por defecto cualquier carril bici. A este tipo de accidente se conoce popularmente como gancho, explican desde Madrid Ciclista.
(…) tenemos que evitar utilizar las aceras.
Por otra parte, y en un esfuerzo por defender al peatón, y para que todo el colectivo no sea recibido como causantes de problemas, sino como parte de las soluciones, tenemos que evitar utilizar las aceras. En las aceras solo de debe caminar y deben estar libres de obstáculos para los peatones, es decir, para todos, ya que todos somos en algún momento peatones.
Bicicleta compartida, ¿para ir en bici el trabajo?
Uno de los grandes hitos de la ciudad de Madrid fue la llegada de BiciMad en 2014. Para Madrid Ciclista, la plataforma ha sido «el mayor empujón hacia la normalización de la bicicleta en la circulación madrileña. Ha permitido que muchas personas no habituales cogieran una bicicleta en la ciudad (…).
Aun así, reconocen que el servicio «ha tenido sus luces y sus sombras» y no lo recomiendan para ir al trabajo. «No es un medio de fiable para ir al trabajo, pues puede que no dispongas de una bicicleta disponible en la estación. Si te gusta BiciMad, imagina lo que es tener tu propia bicicleta». Eso sí, nos recuerdan que siempre «puedes probar BiciMad, para ver si te sirve para ir a tu destino habitual.»
Pedalibre se posiciona de un modo muy similar. La asociación profundiza de forma certera en los motivos por por los que BiciMad no es tan recomendable para los desplazamientos laborales en bicicleta. «Los servicios de bicicleta pública son positivos siempre que se dimensionen bien ya que, si no, pueden fracasar. Cuando hablamos de dimensionar un servicio hablamos de otorgarle los recursos suficientes: número de bicis, número y proximidad en las bases, estructuración en el territorio, reparto equitativo entre las bases, fiabilidad y recursos tecnológicos y humanos suficientes (…). La ampliación de Bicimad se hace a cuenta gotas y ha estado sumido a disputas políticas y judiciales, lo que ha ralentizado su expansión.
Motivos fundamentales para cambiar coche por bici
«Todo lo que en Madrid no es alcanzable andando, está en distancias ideales para la bicicleta», señalan desde Madrid Ciclista. «En media hora de bicicleta puedes haberte cruzado la ciudad, mejorando el tiempo al transporte público. Si vives más lejos, se puede combinar la bicicleta y el transporte público, lo que acerca las distancias.»
Además pedalear genera estados de ánimos positivos. Llegar a la oficina después de pedalear durante unos minutos te hace llegar más despierto y activo. No nos podemos olvidar de que el desplazamiento es puerta a puerta, en la mayoría de los casos, que puedes aparcar la bicicleta sin molestar en las vallas de las aceras.»
Miguel de Andrés, desde su larga experiencia como ciclista urbano, incide en las claves que alimentan el cambio de hábitos. «Es fundamental cumplir tres condiciones: inversión en infraestructuras ciclistas seguras, eficaces y atractivas; un diseño que dificulte la eficacia del coche con una política clara de reducción y desincentivación; y campañas de uso de la bicicleta.
Objetivo: cero ciclistas víctimas del tráfico
Este tipo de iniciativas contribuirían, no solo a incrementar el hábito del ciclismo como medio de transporte urbano, sino a reforzar la seguridad. La Fundación MAPFRE, en su labor por la protección de los ciclistas, ofrece una guía completa que aporta mucha ayuda para aquellos que piensan en ir en bici al trabajo.
La misma sirve de repaso a la normativa esencial, con recomendaciones tan cruciales como el uso del casco, la elección del equipamiento adecuado (vestimenta y accesorios ciclistas) o la mecánica de la bicicleta. Solo con la concienciación y la implicación de todos se conseguirá alcanzar el objetivo esencial de cero ciclistas fallecidos.
Agradecimientos para Pedalibre y Madrid Ciclista por su colaboración y experiencia.
En Circula Seguro | Cómo circular con seguridad en bicicleta por la ciudad
Imágenes | iStock/EwebPhoto, iStock/Circle Creative Studio, iStock/ChristinaFelsing, iStock/Lord_Kuernyus, iStock/Javier Gonzalez, iStock/Henglein and Steetse e iStock/JJFarquitectos