Con la temporada invernal a la vuelta de la esquina no es de extrañar que el mal tiempo comience a hacer acto de presencia. Pero no por ello debemos renunciar a nuestra pasión y vernos obligados a dejar en casa la moto en invierno hasta la próxima estación. Al fin y al cabo, la moto nunca ha sido simple y llanamente un medio de transporte. En cualquier caso, es importante no dejarnos guiar más por el corazón que por la cabeza y tomar las debidas precauciones. Si decides salir con tu moto durante los meses fríos es importante contar con la ropa adecuada para no correr ningún riesgo (ni quedarnos congelados) durante nuestros trayectos.
Protegerse del invierno en moto no es solo cuestión de capas
Aunque la mayoría de los motociclistas prefiere las temperaturas agradables, circular con la moto en invierno sin morir de frío en el intento es posible. Eso sí, debemos estar dispuestos a asumir un cierto gasto extra que conlleva vestir ropa de calidad y con protecciones. La tecnología actual nos ofrece textiles térmicos y especiales para disfrutar de la conducción sin sufrir heladas ni poner en riesgo nuestra seguridad. Aunque lo más importante es que prioricemos el clima y la temperatura cuando nos decidamos a usar la moto.
Olvídate de aquella expresión que dice “cuanta más ropa mejor”. Es esencial llevar poca ropa pero de calidad, porque en caso de llevar muchas capas podemos ver perjudicada nuestra movilidad a los mandos. No olvidemos nunca que quien viaja en moto se enfrenta a situaciones extremas y necesita holgura en sus maniobras ya sea en condiciones de mucho frío en invierno y mucho calor en verano.
Recordemos que la temperatura que nos indica el cuadro de instrumentación de algunos modelos nada tiene que ver con el frío que luego se experimenta al circular en moto en invierno. ¿El causante de ello? El viento. Para que nos hagamos una idea, con una temperatura exterior de 0 ºC y una ráfaga de viento de 30 km/h la sensación térmica que se experimente es de -14 ºC. A mayor velocidad, mayor sensación de frío.
La chaqueta para el frío: textil poliéster y con forros
La cazadora es quizá el elemento más importante, ya que elimina prácticamente el 50% del frío de nuestro cuerpo. Para que haga su función correctamente debe estar bien ajustada para impedir la entrada de aire y humedad. De igual forma, disponer de un forro interior desmontable y buenas protecciones (hombros, codera y espaldera), resulta imprescindible ante posibles caídas. El cuero no es siempre la mejor opción en invierno pues, a pesar de ser el material más resistente frente a la abrasión, no es del todo impermeable y no protege tanto del frío.
La mejor alternativa en este caso son los modelos de poliéster con membranas de impermeabilidad y ajustes con correas elásticas en bíceps y cintura. Para la zona del cuello hay que priorizar cierres dobles con botón y, sobre todo, usar siempre ambas cremalleras. Si además cuenta con un forro térmico extraíble para las mangas largas, quizá estemos ante la chaqueta ideal.
Un calzado que no nos cale los pies: impermeable y de caña larga
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Las botas han de ser impermeables para evitar que los pies acaben calados. Además, conviene que tengan una talla lo suficientemente alta y de caña larga, para que protejan la mayor parte la espinilla y para que el frío no encuentre espacio por los tobillos.
Los guantes frente al frío viento: ¡Ojo con los cierres!
La elección de los guantes de moto es otro de los puntos críticos. Los nudillos y los dedos son la primera línea de ataque frente al viento de cara y, en caso de perder movilidad en las manos por el frío, estamos corriendo un grave riesgo. Lo más recomendable es olvidarnos de la estética y el diseño y optar por la opción de Gore-Tex, impermeable y con forro transpirable. Buscar aquellos modelos con refuerzo en pulgar y palma y acolchado en los nudillos para una mayor protección. Los cierres de velcro son muy fáciles de manejar y son más cómodos a la hora de prevenir la fatiga muscular de la mano en los viajes más largos.
Recordemos que si dejamos abierto un pequeño espacio a la altura de la muñeca, se puede abrir una autopista directa para que el frío entre hacia el interior de nuestro cuerpo. ¿Lo mejor para evitarlo? Guantes de caña larga y ajustables de forma elástica, que cubran por encima el puño de la chaqueta. En caso de lluvia, recuerda que el ajuste debe ser al contrario: la caña del guante debe quedar por dentro del puño de la chaqueta pues, de otro modo, el agua deslizará por la manga hacia el interior de nuestras manos reduciendo nuestro agarre.
El pantalón ajustable: más elástico y seguro
En este caso, no se trata solo de abrigar sino también de proteger, pues las extremidades son muy delicadas y necesitamos que estén activas para cualquier movimiento de reacción. Por ello, los puntos de unión entre el pantalón, la chaqueta y las botas debe estar perfectos. El pantalón debe llevar rodilleras, protecciones traseras y una cintura ajustable que se adapte bien mediante una cremallera con la cazadora. Si no es así, se colará mucho aire, sobre todo si conduces una moto custom o un scooter, con los pies por delante del cuerpo.
Por ello, si estamos en un atasco con nuestra moto en invierno, agradeceremos siempre que esta tenga un buen carenado, con parabrisas y coberturas en las manetas. Si el asiento además es calefactable, no necesitamos más. En caso contrario, adquiramos un buen pantalón.
Accesorios que no tienen rival frente al invierno
Por último es muy recomendable contar con algunos accesorios que pueden complementar al resto de elementos. Estos nos ayudan a proteger zonas que puedan quedar más expuestas o a facilitar un mejor mantenimiento del calor corporal.
- Braga de cuello: también puede servir un sottocasco o un pasamontañas y los hay de diversas formas y materiales que incluso pueden llegar a cubrir los hombros y el pecho.
- Ropa térmica: cada vez tienen diseños más ergonómicos y cómodos, con transpiración y bien ajustadas al cuerpo. A penas se nota que se llevan puestas y evitan que se disipe el calor del cuerpo hacia afuera, ejerciendo la función de un radiador interior.
- Cortavientos: los Windstopper y los tejidos Supplex especiales para la práctica deportiva pueden ser muy útiles para evaporar el sudor. También materiales como el Thinsulate de los guantes por su alta calidad térmica y aislante.
- Calcetines y prendas con resistencia eléctrica: se conectan a la batería de la moto para aportar un calor extra al igual que las bolsas de agua caliente o las mantas térmicas que usamos en el hogar.
- Spray anti-vaho y casco pin-lock: este líquido rociado sobre la pantalla del casco nos permite respirar sin generar vaho con la pantalla cerrada. El pin-lock tiene un borde de silicona que adhiere la pantalla a la capa interior del casco para sellar evitando la entrada de humedad, frío y viento.
Equípate con la mejor vestimenta y accesorios para la moto en invierno para poder seguir disfrutando de tu pasión con la mayor comodidad y, sobre todo, la seguridad. Los motoristas son un colectivo vulnerable a las inclemencias meteorológicas, por lo que es indispensable utilizar una conducción defensiva, responsable y preventiva.
-Artículo actualizado en noviembre de 2020, orginal de noviembre de 2017-
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Imágenes | iStock JackF Volodymyr Kondush doble-d Viktoriya Kuzmenkova