El otoño es un buen momento para muchos aficionados a este deporte. La bicicleta puede ser tu compañía tanto en ciudad como en montaña y en esta temporada del año son muchos los que se animan a realizar trayectos atrevidos sobre las dos ruedas. No es raro por tanto ver cómo cada vez más conductores trasladan sus bicicletas a bordo en busca de las mejores rutas. Pero, ¿Sabes cómo se deben transportar en coche de forma segura? Y… ¿Qué dice la normativa al respecto?
¿Cómo afecta a la conducción?
Transportar tu bicicleta en el coche conlleva una serie de efectos a la hora de conducir. Esto es lo que debes tener en cuenta:
Por supuesto que se verá afectado en primer lugar tu consumo de combustible. Aumentar el peso de la carga incrementará a su vez la resistencia al aire y con ello el consumo de combustible que hace tu coche. No será muy exagerado pero sí que puedes notar cómo paras más a menudo en estaciones de servicios
Hemos de tener especial cuidado con los neumáticos pues, por la misma razón que en el caso anterior, la presión debe de ser la adecuada a la carga que llevamos encima. En caso de no vigilarlos con frecuencia puede aumentar de forma significativa la distancia de frenado, así como el riesgo de reventar una rueda.
C0nducir de forma suave y relajada es la mejor manera de ajustar tu estilo a la precaución que requiere transportar una bicicleta. En tramos urbanos, ojo con los badenes y entradas de garaje; y en montaña, las curvas son los espacios de peligro en los que más precauciones debemos de tomar.
En el maletero
Es un recurso muy utilizado por su precio (nulo). En un gran coche basta con abatir los asientos y colocar la bici en la parte de atrás, eso sí siempre debe de ir bien sujeta con cinchas de seguridad, no sólo por tu seguridad, sino porque así lo ordena la normativa. 15 kilos de bicicleta a una velocidad reducida ejerce tal fuerza en el golpe que puede ser fatal, por lo que atarla resulta imprescindible si te decides por esta opción de transporte. Por supuesto, debes garantizar la total visibilidad a través de los espejos retrovisores para tener una panorámica de lo que ocurre detrás de ti.
Sus principales ventajas son que no necesitas ningún elemento extra a parte de los elementos de sujeción y tampoco se ve afectada la aerodinámica del coche. Además, al ir dentro, es menos probable sufrir un robo de las mismas. Por otro lado, esta opción no se puede plantear si no dispones de un amplio maletero o si viajas con más personas. Además, piensa que tras una ruta de montaña la bicicleta puede ensuciar de por vida la tapicería interior de tu coche.
La ley por su parte acepta este tipo de transporte aunque lo desaconseja por su peligrosidad en caso de siniestro. No te multarán siempre que lleves la bicicleta bien fija y sujeta en el vehículo sin impedir la libertad de movimientos de los pasajeros.
Portabicicletas de techo
Este es uno de los más comunes y económicos. Tan sólo requiere de la instalación de una baca de techo, aunque es la bicicleta la que sufre las inclemencias del viaje. El aire y la tensión generada puede averiar ciertas partes de la bici, por lo que en ocasiones conviene desmontar su rueda delantera. La aerodinámica del coche se ve afectada y, con ello, también su consumo. Además, es más frecuente de lo que creemos olvidarnos de que las llevamos encima, con el problema derivado que supone la entrada en túneles, garajes, aparcamientos…
Por otro lado, y como punto positivo, liberamos el espacio interior y no hay inconvenientes legales pues la altura máxima permitida es de cuatro metros. En cuanto a longitud la bicicleta podría sobresalir por detrás hasta un 15% de la longitud total del coche, aunque entonces sería obligatorio señalizarlo con la marca V-20 .
Portabicicletas de portón trasero
Es uno de los sistema más cómodos para transportar la bicicleta pues no sólo permite el transporte de varias de ellas a la vez, sino que resulta fácil el montaje y desmontaje de cada una de ellas. ¿Inconvenientes? Nada es perfecto y, en este caso, debemos de tener muy clara nuestra pasión por este deporte, ya que el sistema de portón nos impedirá abrir el maletero cuando las bicis estén cargadas. Por supuesto que es posible desmontar los anclajes del portabicicletas, pero entonces ya no nos resultará tan cómodo. Por cierto…. ¡Ten cuidado con no arañar la carrocería! Siempre y cuando la carga no supere la anchura total del vehículo, y la matrícula y pilotos traseros sean perfectamente visibles, estaremos cumpliendo la ley.
Si no se da tal caso entonces conviene que desmontes una o dos de las ruedas y uses la señal V-20 para señalizar la carga. El precio de estos soportes de portón suele rondar los 50€, una cantidad asequible para un sistema que, una vez desmontado, ocupa poco espacio en el maletero y resulta bastante «portátil».
Portabicicletas de gancho o de bola
Para los más apasionados puede que esta sea la mejor opción. Los ciclistas que transportan su bici en el coche con mayor frecuencia deberían plantearse la opción de instalar un gancho de remolque sobre el que anclar el portabicicletas. Algunos modelos de la marca Opel permiten integrar en la carrocería el sistema FlexFix que es muy parecido al que comentamos a continuación. Son caros de instalar pero son los más cómodos para subir y bajar las bicis e, incluso, te permiten gestionar el interior del maletero con las bicicletas ya colocadas en su soporte.
Eso sí, si no lo utilizas a menudo puede ser un estorbo ya que, aún siendo plegable, invade bastante espacio y complica las maniobras de marcha atrás. Al igual que en el portabicis de portón trasero, la ley recalca que la carga no puede sobresalir más de un 15% de la longitud del vehículo. En cualquier caso es obligatorio llevar la V-20 con este tipo de portabicis. Hay incluso modelos que incorporan luces y matrícula propia.
Carrito o remolque
Incluimos esta opción pues, aunque no es la más habitual para los particulares, también existe. Escuelas y equipos de ciclismo pueden plantearse incorporar un carrito o remolque de este tipo si requieren del transporte de muchas bicicletas (15 o más). Para ello necesitas un gancho, el remolque y sistemas de agarre para atar bien las bicis. Tu vehículo debe de estar capacitado para llevar remolque y estar dedicado exclusivamente a ello, ya que no permito incorporar más carga.
Es una opción cara que implica problemas de aparcamiento y maniobralidad, pero que en según qué casos resulta necesaria. La normativa que se aplica en este caso es la específica para remolques, además de lo ya dicho anteriormente en relación a la anchura y señalización.
¿Y si nos multan por transportar mal la bici?
Así es, nos pueden sancionar si incumplimos algún aspecto de la normativa aplicable a cada sistema de transporte. Está multa pueden variar de los 80€ a los 200€ así que lo mejor es asegurarse de que las llevamos correctamente. Si quieres conocer la normativa completa que regula este tema puedes verla a continuación, en concreto el artículo 14 es el que se refiere a la carga
En Circula Seguro | En otoño, de excursión a la montaña: cómo montar el portabicis en el coche sin dificultad
En Circula Seguro | Consejos para bajar un puerto de montaña… en bicicleta