Fundación MAPFRE y STOP Accidentes convocan el concurso “Ahora vamos andando”. Con él se pretende involucrar a los más pequeños en la toma de conciencia de la responsabilidad que todos los usuarios tenemos con nuestro propio comportamiento. Un asunto que pone el foco de atención en la movilidad en entornos compartidos por conductores, ciclistas y peatones, y que cobra mayor protagonismo en la actual situación de pandemia.
Educación vial de niños, mejor comportamiento de adultos
Ya hemos hablado otras veces sobre la importancia de la educación vial. Hablamos de poder mejorar a largo plazo las condiciones de movilidad y evitar las consecuencias negativas del tráfico (la siniestralidad, pero también la contaminación ambiental o los problemas de salud). Pero para ello es fundamental la adquisición no solo de conocimientos sobre normativa vial, sino también de valores positivos que apelen a nuestra responsabilidad para cumplirlas. Estos valores se implantan en nosotros de niños, cuando estamos tomando consciencia de nuestra realidad.
Por eso es tan importante la educación vial en los colegios. En Circula Seguro hemos conocido muchas iniciativas al respecto de Fundación MAPFRE, sin duda una de las instituciones que más consciente es de la importancia de educar a los niños y jóvenes. Por ejemplo, tras llevar a cabo algunas acciones del proyecto LEARN!, pudieron comprobar que en grupos de alumnos que apenas utilizaban el cinturón de seguridad, la cifra de uso se elevó un 70%.
Los programas de educación vial como los que lleva a cabo Fundación MAPFRE (y por los que ha sido premiada en multitud de ocasiones), cobra más importancia si tenemos en cuenta la realidad en las aulas: la falta de un marco de trabajo en educación vial común para nuestro país o los países de nuestro entorno. Es cierto que existe en todos ellos consciencia de la importancia de estas materias, y el compromiso firme por acercarlas a los niños. Pero la realidad es que esta labor se realiza de forma muy desigual ya no entre los distintos países, sino entre ciudades e incluso colegios.
Los niños son los que conciencian a los mayores
Por eso son tan importantes las iniciativas nacionales como la que traemos hoy aquí. En esta ocasión Fundación MAPFRE y STOP Accidentes convocan a nivel nacional el concurso “Ahora vamos andando”, centrado en fomentar los comportamientos seguros en el camino escolar. En concreto, el certamen (que cumple ya su tercera edición) está dirigido a alumnos de 3º a 6º de primaria (divididos en dos categorías), una etapa clave en la vida de los menores para la adquisición de valores.
El concurso, según las bases publicadas, consiste en escribir una carta o realizar un dibujo, dirigido a sus padres, compañeros, colegio o la institución que prefieran. En ella tratarán de concienciarles desde su punto de vista de la importancia de nuestro comportamiento y actitud en el espacio de la movilidad compartida. Con ello se pretende fomentar valores como el respeto, la tolerancia y en sentido de la convivencia, permitiendo multiplicar el mensaje de la seguridad vial tanto en el entorno educativo como en el familiar o vecinal.
El concurso se celebrará en colegios de seis comunidades autónomas: Andalucía, Aragón, Cataluña, Galicia, Madrid y Valencia. Para participar, es necesario que se inscriba el centro educativo antes del 1 de mayo de 2021, y haber impartido previamente a los alumnos de dichos cursos el taller educativo sobre seguridad vial y movilidad. Los premios son de 500 euros en material deportivo para el niño ganador, y de 1.000 y 1.500 euros (según categoría) para el centro, destinado a viaje o excursión para toda la clase.
Transporte activo y movilidad compartida
El concurso de Fundación MAPFRE y STOP Accidentes hace mucho hincapié en impulsar un modelo de convivencia dentro del espacio de movilidad compartida. Ya vimos en Circula Seguro el concepto de Calle Completa, donde se les da a todos los medios de transporte (vehículos, bicicletas, peatones…) el mismo nivel de importancia, delimitando claramente el espacio dedicado a cada uno.
En el caso del espacio compartido de movilidad, también se busca una relación equilibrada entre todos los tipos de tráfico, pero a través de la convivencia de todos los usuarios de la vía y no de la segregación. Eliminando los elementos segregadores y las barreras destinadas a proteger a los usuarios vulnerables, se crea un espacio compartido sin distinción de zonas. Y con ella se fomenta que los distintos usuarios (también los conductores) se acostumbren a inspeccionar visualmente, comprender el escenario y reaccionar ante las posibles situaciones de dificultad. En definitiva, fomentar la seguridad vial en base a la responsabilidad individual y no tanto en las normas y señales de tráfico.
Este enfoque es especialmente necesario en el momento que nos toca vivir actualmente. Entre las recomendaciones para que los menores se desplacen al centro educativo durante la pandemia, cobra fuerza la del “transporte activo”. Dicho de otra forma, ir en bicicleta o andando al colegio en vez de usar el bus escolar, siempre que sea posible. Y para ello es fundamental el establecimiento de rutas escolares seguras que discurran por ese espacio de movilidad compartida. Esos resortes que se pretenden implementar (inspección visual, comprensión del escenario, capacidad de reacción…) son los que deben llevar a nuestros pequeños a la autonomía infantil.
Imágenes | Unsplash: Edvin Johansson. iStock: puhimec, FamVeld.