Los carriles BUS-VAO suelen encontrarse en algunas de las vías con mayor densidad de tráfico, normalmente a la entrada o salida de las grandes ciudades. Estos carriles están diseñados para reducir la congestión de tráfico que sufren los grandes núcleos de población, especialmente durante las horas punta, así como en las situaciones especiales relacionadas con el tráfico vacacional. El objetivo, además de acabar con los embotellamientos, es el de actuar contra la contaminación en la medida de lo posible, incentivando el uso de transporte público, el coche compartido y la movilidad sostenible.
¿Quiénes los pueden utilizar?
Como su propio nombre indica, estos carriles no pueden ser utilizados por todos los conductores, de hecho, están reservados para la circulación de autobuses (BUS) y para vehículos de alta ocupación (VAO). Un vehículo se convierte en VAO cuando en su interior viajan al menos dos ocupantes; este requisito también es aplicable a furgonetas homologadas como vehículo mixto.
No obstante, hay otro tipo de vehículos que también pueden circular por estos carriles y que no aparecen reflejados en su nombre: nos referimos a coches que cuenten con la etiqueta de CERO emisiones, motocicletas y vehículos de servicio público (en los tres casos, aunque solo viaje en él un ocupante). El resto de vehículos, los transporte de mercancías, ciclomotores y turismos con un solo ocupante, se quedan fuera.
Reversibles
Loa carriles BUS VAO pueden ser dinámicos para adaptarse a las peculiaridades cambiantes del tráfico. Por ejemplo, pueden tener un horario de apertura variable, que se anuncia en los paneles informativos en carretera y, además, pueden ser reversibles favoreciendo la circulación en un sentido u otro en función de las circunstancias, por ejemplo: operaciones salida y operaciones de retorno en temporada vacacional.
En cuanto al límite de velocidad en un carril VAO, es el mismo que esté fijado en dicho tramo. En los carriles bus-VAO hay que cumplir las normas generales de circulación, mantener la distancia de seguridad y respetar las normas de preferencia de paso tanto en los accesos como salida de estos. Y en caso de avería o siniestro, se deberá detener el vehículo lo más cerca posible del lado derecho, señalizar con el triángulo de emergencia o el dispositivo V-16 y activar la conducta PAS (Proteger, Avisar y Socorrer) si se ha producido un percance.
La picaresca sale cara
Algunos conductores que no cumplían los requisitos de vehículo de alta ocupación, han intentado beneficiarse de los carriles BUS VAO incluso sentando de copiloto a muñecos o maniquíes. Hay muchos ejemplos publicados con todo tipo de fotos de personas que han sido “pilladas” en estas circunstancias. Hay que recordar que, además de la posibilidad de ser descubierto por los propios agentes de tráfico, los sistemas de control, como las cámaras de reconocimiento ópticas o que utilizan infrarrojos, están cada vez más avanzadas. El código de circulación lo clasifica como una conducta «grave», es decir penada con 200 euros por entorpecer la marcha de otros vehículos que sí pueden aliviar la congestión del tráfico.
Beneficios
Además de los beneficios ambientales derivados de la menor emisión de CO2 a la atmósfera, así como de un menor nivel de contaminación acústica, la implantación de los carriles BUS-VAO tienen otros efectos positivos para los conductores. En primer lugar, económicos, ya que sus usuarios ahorran dinero y llegan antes a su destino y, por otro lado, también conllevan efectos psicológicos muy positivos: los técnicos en movilidad urbana aseguran que se produce un alto impacto entre los conductores que circulan por los carriles tradicionales al ver que son adelantados por autobuses o coches llenos de personas. Este punto puede hacer que muchos ciudadanos se replanteen sus hábitos de movilidad, además de incentivar el uso del coche compartido y el de los vehículos ecológicos.
En otros países
En Europa los carriles BUS-VAO se conocen con otros nombres, como BHNS en Francia o BHLS en Reino Unido ya que es una adaptación del concepto americano de BRT (Bus Rapid Transit) aplicado con éxito en Ecuador, Colombia, Brasil, etc. En los países centroeuropeos funcionan especialmente bien, fundamentalmente por una cuestión cultural: compartir el coche para ir a trabajar es un hábito prácticamente generalizado. En el caso de Estados Unidos, las infraestructuras viales y la morfología de las ciudades de aquel país obligan a utilizar el vehículo privado. Los atascos llegan a colapsar las ciudades, hasta el punto de que en algunas de ellas como en Los Ángeles, se permite utilizar a los vehículos con un solo ocupante los carriles VAO previo pago.
Por último, y para que tengas clara la relación de los tipos de vehículos cuya circulación está permitida en los BUS VAO, te la recordamos a modo de resumen:
- Vehículos con dos o más ocupantes, incluyendo al conductor.
- Motocicletas de dos o tres ruedas, turismos, vehículos mixtos (furgonetas) y autobuses con más de 3.500 MMA y autobuses articulados.
- Estos mismos vehículos sólo ocupados por el conductor, cuando lleven la señal V-15 de movilidad reducida, sean titulares de un permiso de conducción con alguna limitación física acreditada (debe figurar en el código 200 y llevar anexada una autorización de la Jefatura Provincial de Tráfico), motocicletas de dos o tres ruedas, autobuses de más de 3.500 kg de MMA, vehículos con etiqueta CERO emisiones de la DGT, taxis y vehículos de carsharing. Estos últimos vehículos deberán llevar el distintivo que los identifica como “coche compartido”, pegado en el ángulo superior izquierdo del parabrisas.
- Vehículos con etiqueta ECO, C y B cuando esté expresamente indicado en los paneles variables de acceso al carril. En ese caso deben ir perfectamente identificados con la pegatina del distintivo situada en el ángulo inferior derecho del parabrisas o, si no tiene, en un lugar visible.
- Vehículos destinados a los servicios públicos como policías, bomberos, protección civil, salvamento, asistencia sanitaria en servicio de urgencia y equipados de mantenimiento de las vías.