Así deberían ser las etiquetas de las sillitas infantiles en el coche

Jaime Ramos

31 de marzo de 2019

El pasado mes de marzo la DGT llevaba a cabo una campaña de control centrada en el uso de los sistemas de retención. En ocho días fueron inspeccionados 377.602 vehículos. En los mismos, se descubrieron 4.446 casos de no utilización del cinturón, entre los que se incluyeron 262 menores de estatura igual o inferior a 135 cm que viajaban sin sistema de retención infantil.

Aunque pueda parecer una cifra «menor» en conjunto al resto de la estadística, lo cierto es que se trata de números preocupantes por las graves consecuencias que supone la no utilización del cinturón. Cabe apuntar, además, que 62 de los 262 menores sin sillita iban en el asiento delantero.

En el caso de las sillitas infantiles, su utilización va más allá de su obligatoriedad de cara a proteger al colectivo más vulnerable. Y es que, en el momento de producirse un siniestro, las  sillitas infantiles evitan el 75% de las muertes y el 90% de las lesiones.

Y no solo es eso. La estadística recogida por la Fundación MAPFRE durante la presente década indica que los accidentes de tráfico son la primera causa de mortalidad infantil en España. Por eso, recopilando los resultados de la campaña la DGT ha querido que nos fijemos en la normativa de las sillitas, en concreto en cómo comprobar que un sistema de retención infantil la cumple a través de su obligatoria etiqueta o adhesivo.

La garantía de la etiqueta de las sillitas infantiles

El sello o etiqueta de las sillitas infantiles supone una garantía de seguridad para confirmar que el sistema se sitúa dentro de lo estándares que la normativa exige. Hay que tener en cuenta que en el mercado existen un gran número de modelos. Esta gran variedad deriva en que no todas las sillitas de seguridad infantil protegen correctamente.

Que la sillita infantil cuente con su etiqueta de homologación es el primer requisito indispensable para saber que ese modelo ofrece las garantías mínimas exigibles. Además, tal y como indican desde la Fundación MAPFRE, la etiqueta de las sillitas infantiles ha de situarse en un lugar visible. Es una recomendación que se aplica incluso en el desaconsejable caso de adquirir la sillita en el mercado de segunda mano.

¿Qué significan los número que aparecen en la etiqueta de las sillitas?

Los códigos que aparecen en la etiqueta de las sillitas son sencillos de interpretar. El primer y esencial dato se refiere a la normativa de homologación del sistema de retención infantil. De carácter europeo, cambió en 2013. La R44 pasó a ser sustituida por la R-129, conocida como i-Size. En la nomenclatura del sello debe aparecer o bien la ECE R44/04 (equivalente a la norma R44) o la i-Size.

Ambas normativas conviven en la actualidad. Las sillitas homologadas bajo i-Size se está imponiendo de forma progresiva. Hay que decir que, con esta actualización de la normativa, también cambiaron algunos criterios para los sistemas de retención infantil. El que más afecta a los números en la etiqueta es que se sustituyó el peso del bebé o niño por la altura como factor para determinar el tipo de sillita adecuado para cada etapa.

Esto se refleja en el siguiente dato de la etiqueta. Mientras que etiquetas ECE R44/04 no dan cuenta de la altura del niño, los adhesivos i-Size sí que lo hacen. Como contábamos en Circula Seguro, la nueva clasificación de grupos de las sillitas quedaba así:

  1. Sillas i-Size para niños de 40-85 cm de altura y hasta un año de edad aproximadamente.
  2. Sillas i-Size para niños de entre 45-105 cm y entre 6 meses y 4 años de edad.
  3. Elevadores con respaldo obligatorio para niños de entre 100-135 cm. En este artículo resolvíamos las dudas sobre los alzadores en la nueva normativa.

El lugar de homologación de la sillita

La información de las etiquetas de las sillitas de coche para niños se completa la referencia al lugar de homologación, con la letra del continente y número del país; el número de homologación y el número de serie.

Se trata de datos que nos podrían ser relevantes en determinadas situaciones concretas. Un buen ejemplo de esto es el de viajar al extranjero. Como recuerda la Fundación MAPFRE, un asiento infantil procedente de EE UU y que haya sido homologado según el reglamento de dicho país, no es legalmente válido en otro país como, por ejemplo, España, donde la normativa de homologación exigida es diferente.

Aunque una sillita pueda ofrecer la misma seguridad en un país como en otro, es preciso que se ajuste también a la normativa del lugar donde circulemos. Para el caso del continente europeo, la gran ventaja es la aplicación del actual marco legal en toda Europa, con lo que el sistema de retención infantil que utilizamos habitualmente nos servirá para transitar por nuestro continente.

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Imágenes |  DGT,  iStock/Antonio_Diaz