Imaginemos la situación en la que vamos conduciendo y notamos un fuerte olor a quemado. Paramos el coche en la cuneta, nos ponemos los chalecos y observamos salir humo de dentro del capó. No puede ser, el coche estaba perfectamente hace un momento, pensamos.
Ordenamos salir a nuestros acompañantes y alejarse del coche. Conseguimos abrir el capó aunque se empieza a poner bastante caliente, notamos un fuerte olor a quemado, humo y unas pequeñas llamas que salen de una parte escondida detrás del motor, y notamos que empiezan a crecer rápidamente. No encontramos nada para apagar el fuego e intuimos que en un minuto nuestro coche estará en llamas e incluso podría explotar; la situación nos desborda y nos paraliza, ni siquiera acertamos a desbloquear el móvil, todo está perdido.
De repente un furgón de reparto para a nuestro lado y el conductor, sin mediar palabra, se apea, mira dentro de nuestro capó y con rapidez y habilidad lanza varios chorros dentro de la zona de las llamas con un extintor que traía en las manos, apagando el fuego en unos segundos. Hemos tenido mucha suerte pues alguien con un extintor y con el arrojo necesario pasaba por allí en ese momento.
La ley no obliga equipar extintor en los vehículos particulares
Al cabo de varias horas, una vez solucionado el asunto y cuando por fin parece que nos relajamos tras el inesperado suceso, nos preguntamos ¿por qué nunca se me había ocurrido llevar un extintor en el coche? Nos vienen a la mente todos los lugares en los que has visto ese objeto de color rojo fuerte al que nunca habías prestado mucha atención como si te enseñaran una colección de fotografías de extintores perfectamente instalados en autobuses, taxis, camiones…
La ley no nos obliga a llevar un extintor en un vehículo de uso particular pero está claro que no está de más tener uno no sólamente para nosotros, sino por poder ayudar u ofrecerlo en el caso mucho más probable de que seamos testigos de un fuego inicial en otro vehículo o lugar cercano a por donde circulemos.
¿Por qué arde un vehículo?
La probabilidad de que se declare un incendio en un vehículo moderno es muy baja incluso en caso de accidente y aunque tenga motor de gasolina, combustible este es más fácilmente inflamable que el gasóleo. La gran evolución en seguridad del automóvil hace incluso que sea muy difícil que un depósito de combustible estalle, tal y como estamos acostumbrados a ver a diario en las películas.
Puede iniciarse un incendio en un vehículo siempre que un material inflamable, como realmente lo son casi todos, toque un punto muy caliente, con suficiente temperatura para iniciar la combustión. Es difícil pero la realidad dice que puede ocurrir, y el verdadero problema viene cuando el fuego empieza a aumentar rápidamente la temperatura de las piezas de alrededor llegando también a hacerles arder. Se produce entonces una rápida propagación que hace que en menos de un minuto el fuego sea ya incontrolable incluso para una dotación de bomberos. Los coches, además, están construidos con materiales casi todos derivados del petróleo (plásticos, gomas, espumas, tejidos sintéticos) que al quemarse provocan un humo altamente tóxico e irritante y es por ello que si no hay necesidad, los bomberos esperan a una distancia prudencial a que el fuego haya consumido gran parte de los materiales antes de intervenir.
Una bola de fuego en dos minutos
Como se deduce de lo explicado, una vez detectadas la llamas, si no se apaga el fuego en los momentos iniciales un coche se convertirá en una bola de fuego en cuestión de dos minutos debido a la rápida propagación de las llamas. Un pequeño extintor bien utilizado durante el primer minuto tras el inicio del fuego, es mucho más eficaz que un camión de bomberos a los 10 minutos.
Los expertos indican que los peores incendios en un coche son los que se producen en el habitáculo, en contra de lo que se puede intuir, dada la gran cantidad de material combustible existente: tapicerías, gomas, plásticos y espumas de los asientos.
Es importante entender esto por la importancia de que en los primeros instantes se dé prioridad absoluta a la puesta a salvo de todas las personas, que deberán estar fuera y alejadas, antes que dedicarse a intentar sofocar el fuego.
¿Realmente sirve de algo tener un extintor?
Hay personas que son reacias a llevar un extintor en el coche por la razón de que piensan que no sirve de nada frente a la gran carga combustiva que tiene un coche y esto es cierto una vez que el fuego está extendido, pero hay que recalcar que en cualquier tipo de incendio es durante los primeros instantes y con una llama aún pequeña cuando realmente es útil un extintor.
Los extintores “de mano”, y especialmente los que se instalan en automóviles, realmente tiene muy poca capacidad, y sólamente dura su descarga alrededor de 10 segundos, por ello es importante “acertar” a la base de las llamas desde el primer momento, acercando la boca de salida del extintor lo más posible que el calor nos deje, a las llamas antes de accionar el extintor, y hacerlo con pulsaciones cortas pues si se deja pulsado de forma contínua el gatillo del extintor es muy posible que al cabo de apenas 10 segundos el extintor esté vacío y no hayamos podido sofocar totalmente las llamas.
¿Qué hacer cuando ocurre?
No tiene este artículo intención de explicar cómo se apaga un incendio, sino el de concienciar de la conveniencia de equipar nuestro coche con uno de ellos. No obstante, los expertos indican que en caso de tener que actuar en el incendio de un vehículo:
- Aparcar a una distancia prudencial del punto del incendio.
- Llamar al 112.
- Antes de apearnos, ponernos siempre el chaleco reflectante para evitar ser atropellados.
- Utilizar el extintor lo más cerca posible de las llamas sin riesgo de quemarnos y a pulsaciones cortas para optimizar su capacidad.
- Si el fuego se encuentra en el motor, tener cuidado al abrir el capó, actuando en previsión de que se pueda producir una llamarada al abrirlo.
¿Qué extintor comprar?
El extintor obligatorio para taxistas, que generalmente tienen un vehículo similar al nuestro, es un 5A21BC, que tiene capacidad de apagar todo tipo de fuegos, y porta 1 Kg de material. Sin embargo y si es posible, lo mínimo recomendable es un extintor de al menos 2 kg, subiendo su categoría a 8A34BC.
¿Dónde instalarlo?
Dada la rapidez con la que siempre hay que actuar en caso de incendio, lo mejor es instalar el extintor al alcance del conductor, por ejemplo debajo de su asiento, siempre convenientemente sujeto para que no se suelte si no hay intención de usarlo. En caso de llevarlo en el maletero, igualmente debe estar perfectamente sujeto, a mano y visible al abrir el portón. De nada sirve si queda “enterrado” entre el equipaje y mucho menos dentro del compartimento de la rueda de repuesto, pues se perderían unos segundos cruciales al buscarlo.
No es obligatorio ser un héroe
Llevar un extintor en el coche no implica obligación de ser un héroe o heroína en caso de que seamos testigos de un inicio de incendio, pero sí podemos ofrecer rápidamente el extintor a otra persona si no nos sentimos capaces de hacerlo bien y recordemos que sólo sirve en caso de llamas pequeñas caso de un incendio incipiente. En caso contrario, lo mejor que podemos hacer es ayudar a poner a salvo a las personas y sobre todo, a que nadie inhale el humo, el cual es potencialmente mucho más dañino para las personas que las propias llamas.
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