El velocímetro, antiradar de serie en todos los vehículos

Javier Costas

5 de junio de 2008

Últimamente he leído un par de comentarios quejándose por los radares de Tráfico, diciendo «Es que si no vas pendiente del velocímetro, zas, te ponen una multa». Evidentemente, *es lógica aplastante*. Luego está el conocidísimo argumento de que los radares están para recaudar. Seguimos con la lógica aplastante: *un conductor que va a velocidad legal no es multado*, a menos que el radar tenga un error de calibración (en ese caso, tenemos todo el derecho del Mundo a reclamar).

La mejor manera de evitar las multas por velocidad no es instalar inhibidores de radares, avisadores, ni otras contramedidas electrónicas. *Basta ir pendiente de la señalización, que es nuestro deber, y cumplir con lo que en ella se indica. Ni más, ni menos*. Cuando estábamos obteniendo el permiso, se nos enseñó a ir a la velocidad que marcaban las señales o un poco por debajo, pero no de más, si profesor fue un buen profesional.

El velocímetro es un instrumento que mide la velocidad instantánea del coche, y gracias a él, sabemos a qué velocidad circulamos, pues la sensación subjetiva de velocidad es demasiado imprecisa. Doy fe de que en un Lexus, un turismo de lujo, a 120 Km/h tienes la sensación de ir a mucho menos, por su reducidísimo nivel sonoro. Durante la marcha, *al igual que debemos vigilar los retrovisores y lo que tenemos al frente, un vistazo fugaz al tablero es muy recomendable*. Lo ideal es ser capaz de determinar la velocidad por el oído, acostumbrados a la revoluciones del motor.

Hablemos ahora del error de medición. Como cualquier instrumento que mide algo, tiene un margen de error. La precisión al 100,0% es imposible hasta en los relojes más sofisticados del Mundo. No obstante, su imprecisión está regulada por Ley. *En la Unión Europea, un velocímetro nunca puede marcar una velocidad inferior a la real*, por motivos obvios. Asímismo, no puede indicar más de un 110% de la velocidad + 4 Km/h. Por ejemplo, si la velocidad real es 80 Km/h, no puede indicar más de 92 Km/h.

Si usamos neumáticos de medidas diferentes al modelo de serie, el error del velocímetro será mayor, pues el diámetro del neumático influye en la velocidad lineal (el que nos importa), pues la velocidad angular (revoluciones/unidad de tiempo) será la misma. También hay errores y errores. Los automóviles BMW, por ejemplo, tienen errores de medición mínimos, y un utilitario de gama baja que vaya a 180 Km/h «de aguja», seguramente va a poco más de 160 Km/h reales.

Velocimetro BMW Serie 6

Los cinemómetros de Tráfico también tienen errores de medición, pero son más pequeños. Existe un margen dentro del cual no sancionan debido a este error y al propio error de los velocímetros. En la actualidad, a 120 Km/h, los radares sancionan a 134 Km/h reales, no los 134 Km/h de nuestro tablero. Los navegadores GPS en algunos casos tienen medidor de velocidad (se basan en nuestra posición), y su error de medición es muy pequeño. Esta última medida es más fiable.

De vuelta al tema que nos ocupa, *si circulamos a 120 Km/h (de marcador) por una zona limitada a 120 Km/h, es bastante difícil ser sancionados*. Hay que tener en cuenta la inclinación del terreno. Si mantenemos el pedal del acelerador en una posición determinada, el aporte aire/combustible al motor es digamos constante. Con una pendiente ascendente, el esfuerzo será insuficiente para mantener la velocidad, y habrá que aplicar un poco de presión extra, por física elemental.

De la misma forma, si entramos en un tramo en pendiente descendente, *tan pronto como notemos el cambio de inclinación, hay que levantar el pie ligeramente*, pues la fuerza gravitatoria acelerará el coche un poco. Conociendo esto, podemos evitar las sanciones de los radares «puestos cuesta abajo a traición». Esto es incorrecto. *Un radar cuesta abajo que te caza demuestra que no ibas pendiente*.

Cuando la pendiente descendente es muy grande, recomiendo soltar directamente el pie del acelerador, y ver cómo el coche mantiene la velocidad o pierde muy poca. A menos que circulemos con un vehículo muy cargado o pesado, con caravana o durante un tramo muy largo de descenso, es recomendable usar el freno para corregir la velocidad, sin acelerar (el coche no consumirá ni una gota de combustible, está en retención). El uso del freno motor es recomendable para los puertos de montaña para evitar el efecto fading, pero en una autovía es muy difícil fatigar los frenos. Si hay que recurrir mucho al freno, entonces sí, 4ª o 5ª (en modelos de 6 velocidades) para retener un poco más.

Velocimetro Citroen C4

Ir pendiente del velocímetro regularmente es importante, *pero más aún es no ir vigilando sólo el velocímetro por miedo a las multas*. Es un error garrafal. El vistazo debe ser muy rápido. En algunos modelos, el velocímetro se halla en una posición elevada y muy fácil de distinguir, como el Renault Scenic o el Citroën C4. Otros modelos más caros van más allá y proyectan la velocidad en el parabrisas, como se hace en los aviones de combate y helicópteros de última generación, como el Apache.

El tiempo que desperdicia el conductor en obtener la lectura de velocidad se reduce a un 50%, pues tiene el dato delante de sus narices. Además, los velocímetros digitales son de lectura instantánea, los de aguja requieren una mínima interpretación. Cuanto más «corre» el coche, el velocímetro está tarado a velocidades más altas, y el «120» queda muy apretado en la izquierda, haciendo más difícil la estimación de la velocidad.

Últimamente se empiezan a extender los *limitadores voluntarios de velocidad*, que una vez superamos la velocidad que hemos programado, o bien recibimos un aviso acústico o bien el acelerador parece no funcionar (pisando a fondo se desbloquea). Si tu coche dispone de este sistema, no dudes en usarlo. Los *reguladores de velocidad son una gran ayuda en viajes largos*, cuando la carretera está despejada y no hay que hacer cambios frecuentes de carril. Usándolos, con la debida atención a las señales, hará que si nos sancionen, no sea por ir a más velocidad de la permitida. No sólo ahorraremos en multas, también en combustible.

Velocimetro Citroen C6

Por último: *emplea el sentido común*. Si el límite es 120 Km/h y está lloviendo a mares, es prudente ir más despacio. El reglamento sólo exige ir a más velocidad del 50% del límite si las condiciones lo permiten (p.ej. en autopista a más de 60 Km/h), *pero no obligan a circular al máximo constantemente*. Recuerda también que los vehículos industriales, con caravana o remolque, camiones, furgonetas de reparto, conductores noveles… tienen límites de velocidad inferiores a los *genéricos extraurbanos* (90, 100 y 120 Km/h) y algunos radares hacen esta distinción.

Pasar con una furgoneta a 130 Km/h bajo un radar de «zona 120», no significa que por no superar los 133 Km/h reales no vaya a pasar nada. Ese vehículo ya circula con un exceso de velocidad y ya puede ser sancionado perfectamente.

_Posdata: La primera fotografía no está tomada a 300 Km/h, es un montaje_