El mantenimiento preventivo y la seguridad vial

Morrillu

29 de julio de 2013

Uno de los factores fundamentales en la búsqueda de una mayor seguridad vial al volante es el mantenimiento preventivo. ¿Y qué es el mantenimiento preventivo? Pues algo muy sencillo. Son todas aquellas tareas de mantenimiento que realizamos sobre nuestro vehículo y que sirven para mantenerlo en perfecto estado de funcionamiento.

El mantenimiento preventivo da como resultado dos beneficios. El primero, que minimizamos las posibilidades de que nuestro vehículo sufra una avería y nos deje tirados. Y el segundo, mantener las prestaciones y los sistemas de protección con los que fueron diseñados en su origen.

El mantenimiento preventivo que evita las averías

Cuando compremos un vehículo, el fabricante nos facilita un libro denominado libro de mantenimiento en el que aparecen detalladas las tareas que tenemos que realizarle y cada cuántos kilómetros con el fin de mantenerlo en perfecto estado de funcionamiento.

Más o menos todo el mundo lleva esta labor a raja tabla durante la garantía del coche. Queremos estar cubiertos si le ocurre algo y evitar que la marca se lave las manos frente a una avería. Pero después de que haya caducado, la gente se suele relajar bastante dejando de lado algunas tareas bastante importantes.

El cambio de aceite y filtros suele realizarlo todo el mundo cuando es necesario aunque hay que recordar que esta labor se debe hacer siguiendo dos parámetros: kilómetros o tiempo. Los fabricantes especifican que el vehículo debe cambiar el aceite, dependiendo del motor, entre unos 15.000 y unos 30.000 kilómetros. Pero a la vez también dicen que al menos, una vez al año, habrá que hacerlo si no se llegan a esos kilómetros.

Pero por otro lado es una tontería hacer más cambios de aceite que los recomendados. Eso de: me dice que hay que cambiarlo a los 20.000 pero yo lo cambio a los 10.000. Pues muy bien pero lo único que estás haciendo es tirar el aceite cuando este todavía se encuentra a mitad de su vida útil.

El cambio de los filtros, tanto de gasolina/gasoil o de aire también es algo que se suele realizar en tiempo. El del filtro antipolen que ya llevan la mayoría de los coches, no tanto. Y es una pieza que tiene un coste muy bajo como para dejarlo sin cambiar.

Sin embargo otras operaciones de mantenimiento que se deben realizar cada cuatro años o más, es bastante sencillo que se dejen de lado cuando influyen bastante en elementos importantes. Por ejemplo, el anticongelante. O el líquido de frenos. Incluso el líquido de la dirección asistida. Todos ellos tienen una fecha de caducidad a partir de la cual ya no ofrecen las mismas prestaciones que cuando se encuentran nuevos.

Fallos en la refrigeración, en la bomba de la dirección asistida o lo que es peor, un menor rendimiento en el sistema de frenos puede ser la consecuencia de esa dejadez.

El mantenimiento preventivo y la seguridad vial

Una consecuencia más importante si cabe como decíamos de un correcto mantenimiento preventivo es que la seguridad vial de nuestro vehículo siga en perfecto estado. Aquí entran un montón de elementos del coche, algunos en los que la gente hace bastante hincapié y otros que dejan más de lado aun siendo muy importante.

De igual forma que el aceite, la gente suele vigilar relativamente el estado de sus neumáticos. Quizás los utilicen un poco más allá de lo recomendable ya que hay que acordarse que también tiene fecha de caducidad aunque se encuentren lejos de las marcas de desgaste.

Pero otras partes son las gran olvidadas. Los amortiguadores, los pobres, nadie se acuerda de ellos. El fabricante recomienda revisarlos cada 40.000 km. Para ello algunos talleres disponen de máquinas de diagnóstico que nos pueden decir su estado y cuándo cambiarlos aunque podemos pensar que con 100.000 km ya habrán llegado al final de su vida útil si los hemos usado de forma normal. Si solemos llevar el coche muy cargado, con remolque o atravesamos frecuentemente zonas sin asfaltar habrá que adelantar este cambio.

Los frenos también merecen nuestra atención, pero no solo las pastillas. Los discos de freno se gastan con el uso y cuando el grosor llega a un mínimo habrá que proceder a cambiar el conjunto entero de disco y pastilla para que sigamos teniendo un alto grado de seguridad.

El cambio de las luces, mantener los faros transparentes y sin humedades o la luna delantera sin roturas son otros elementos a los que debemos prestar atención.

Y por último pero no menos importante, los sistemas de airbag. Es necesario que hablemos con el fabricante de nuestro vehículo para saber cuándo debemos hacer las labores de mantenimiento de estos equipos.

Algunos elementos de los primeros airbags instalados deben cambiarse a los diez años, tales como las cargas pirotécnicas, las cápsulas que hinchan las bolsas o incluso los detectores de impacto. Nuestra seguridad depende de ello.

La pregunta es: ¿cuánto cuesta el mantenimiento preventivo en un vehículo? Lo veremos el próximo día con un ejemplo práctico.

Fotos | Starmanseries, Alexander & Oxana KolessoFF, Marcel601