El latigazo cervical, revisado (y 3)

Jaume

31 de mayo de 2014

Concluimos hoy esta mini serie dedicada a realizar una revisión de la visión actual médica de las lesiones causadas por latigazo cervical, una de las dolencias causadas con mayor frecuencia en accidentes de tráfico de baja velocidad. Cerramos la serie tratando brevemente las terapias que la investigación médica aconseja aplicar en los casos de lesión cervical.
Destacar que, hoy en día, sigue siendo motivo de controversia la forma de actuar una vez sucedido el síndrome del latigazo cervical con el fin de evitar molestias al paciente. Y, sobre todo, con el objetivo de evitar que las dolencias se conviertan en crónicas.

Tras el accidente, el primero caso (incluso en ausencia de síntomas) es descartar por parte del servicio de urgencias que no haya estructuras oseas o neurológicas dañadas. En un primer momento tras el impacto, o incluso con posterioridad, se debe proceder a un plan terapéutico que evite la cronificación al TALC.
Como hemos dicho, el tratamiento más adecuado sigue siendo motivo de discrepancia en la comunidad científica médica. No obstante, podemos sintetizar la evidencia al respecto en los diferentes puntos que trataremos en los próximos párrafos.
Latigazo cervical
En primer lugar, se aconseja calma y paciencia (algo muy difícil de transmitir en medicina), ya que como vimos en el anterior artículo la estadística nos dice que la mayor parte de los pacientes de latigazo cervical se acaban curando completamente.
La aplicación en los primeros momentos del accidente de frio local parece obtener buenos resultados. En días subsiguientes, se recomienda la aplicación de calor local seco (relajante de la contractura muscular), en intervalos de unos 10-15 minutos, entre dos y tres veces al día, junto con la administración de antiinflamatorios por vía oral.
Un hecho polémico: el collarín cervical (habitualmente blando) parece ser una actitud dogmática entre los servicios de urgencia, que no esta tan clara. Se sabe que puede ser útil si el paciente aqueja de disfunción o dolor en los primeros diez días. Más allá de este periodo no parece tener utilidad alguna, incluso ser contraproducente al atrofiar la musculatura cervical pero sobretodo impidiendo el reseteo de la propioceptividad (consciencia del propio cuerpo) necesaria de saber donde está nuestro cuello.
Por otra parte, se recomienda no conducir mientras el paciente no se encuentre en condiciones, hecho que se olvida frecuentemente. Un paciente con disfunción cervical y mareos no puede desarrollar todas las tareas ligadas a circular. Obviamente, no se desea acumular las las consecuencias de un segundo siniestro.
La rehabilitación ambulatoria es aconsejable únicamente en casos en que lo anterior no funciona. Por contra, la movilización activa temprana también en domicilio del propio paciente instruida por el rehabilitador o traumatólogo da buenos resultados.
Se aconseja la psicoterapia si hay factores que contribuyan a la no mejora de las lesiones (típico estrés postraumático).
Por fin cabe mencionar que no todos los TALC son de igual manejo. No tendrá la misma consideración un TALC cuyo mecanismo fue por impacto con el cuello rotado (más proclive a lesiones incapacitantes), que una victima de una colisión por alcance simple, con el cuello recto. De igual forma tampoco lo tendrá aquél cuyo mecanismo haya sido doble latigazo por ser empujado contra el vehículo que le antecedía.
Latigazo cervical
Hoy se sabe que el hecho de percibir de antemano que el conductor u ocupantes van a ser alcanzados apenas mejora el pronóstico, ya que la musculatura que se activa como defensa no llega a compensar el impacto. Tampoco los músculos que se activan involuntariamente, ya que ello ocurre demasiado tarde, más allá de los 75 ms, cuando la famosa “S” lesiva ya se ha producido.
Así mismo, también se sabe que quien padeciere lesiones previas osteomusculares cervicales o discales pueden empeorar en el siniestro, lo cual es un tema muy polémico que se debate en los litigios de cara a indemnizaciones posibles. Un ejemplo típico es la hernia discal que se agrava con motivo del estrés cervical.
Se cree, por ejemplo, que el peor pronóstico vendrá condicionado según estudios por una mayor disfunción en la movilidad cervical al inicio, por una elevada puntuación en las subescalas de Depresión (Goldberg)
En resumen, las prisas para nada son buenas en este síndrome. Cada paciente necesitara su tiempo, y los profesionales médicos deben saber transmitir ésto al paciente, u a su familia, desde un principio.
En el caso de los pacientes, lo primero que debemos hacer es confiar en el excelente sistema sanitario, repleto de personas como nuestro asesor, el Doctor Josep Serra, cuya misión y vocación es velar por la mejoría total de los pacientes del síndrome del latigazo cervical.
Asesoramiento | Dr. Josep Serra
En Circula seguro | El latigazo cervical, revisado (1)
Fotos | Grauer, OC Always, Ethan Edwards