El latigazo cervical, revisado (1)

Jaume

29 de mayo de 2014

La lesión por latigazo cervical es una de las dolencias más habituales que surgen como resultado de pequeños accidentes de tráfico, principalmente (aunque, como veremos, no únicamente) tras sufrir un alcance. En esta serie de artículo, de la mano de nuestro médico colaborador de cabecera, el doctor Josep Serra, daremos un repaso médico a los últimos avances médicos para entender cómo se produce y cómo se trata el latigazo cervical.
Aunque el término latigazo cervical se usa habitualmente para describir las lesiones que sufre nuestro cuello en los accidentes de trafico, la palabra no denota tanto los síntomas como la forma en que se produce la lesión, ja que describe de forma casi gráfica el movimiento de nuestras cervicales al ser sometidas a una sacudida, con sucesivas deceleraciones y aceleraciones bruscas.

Algunos hablan de esguince cervical para referirse a las lesiones provocadas por este mecanismo de lesión, pero el término es inexacto ya que las lesiones no sólo se manifiestan en las cervicales, ni tampoco se limitan a simples esguinces (afección ligamentosa exclusiva) sino a otras lesiones adicionales en tejidos circundantes.
La definición más aceptada es la del grupo de trabajo Québec Task Force en cuanto a fines legales y de valoración médica:

El latigazo cervical es cuadro clínico que acontece tras un mecanismo de aceleración – deceleración de energía transferida al cuello, que puede ser secundario a colisiones entre vehículos a motor, pero también puede ocurrir buceando o en otras circunstancias. La energía transferida puede provocar lesiones óseas o de las partes blandas del cuello, las cuales pueden conducir a una variedad de manifestaciones clínicas (síndrome asociado al latigazo cervical, SLAC).

Así pues, siendo estrictos, seria incorrecto poner en un informe médico o pericial latigazo cervical para describir la patología, siendo mejor el término de síndrome del latigazo cervical (SLC), o bien lesiones asociadas al latigazo (SLAC). En literatura anglosajona a menudo encontramos las siglas WAD (de whiplash associated disorders).https://docs.google.com/document/d/1ZuXNxS8ALNazcZDIvoFCS9MHP8TMWtF6vyIikaYB_h8/edit
Latigazo cervical
Se estima que entre un 20-52% de los accidentados en tráfico pueden padecer el SLAC. La cifra absoluta va en aumento, debido al aumento del parque móvil y al interés que suscita en los litigios. Para hacernos una idea de su relevancia diremos que en nuestro país, la media en costes por incapacidad laboral ronda los 3302€ y en las secuelas, 1972€.
Ya en 1955 se empieza a estudiar seriamente este mecanismo y sus consecuencias con los trabajos del grupo liderado Severy. Hasta que en 1999, Grauer y su equipo circunscriben mejor el origen biomecánico de las lesiones con la formación de la “S”, que describiremos más adelante. Los experimentos señalan que la mayor parte de las lesiones ocurren, ya a colisiones de baja velocidad, en tan sólo una quinta parte de segundo, y a variaciones de velocidad incluso por debajo de los 16km/h.
Los impactos mejor estudiados en los ensayos hasta la fecha son los de alcance de un vehículo parado, aunque los casuística es variada, variando en cada escenario el tipo y gravedad de las lesiones:

  • Impactos con latigazo cervical doble o en cadena: alcance y posterior colisión con el vehículo u obstáculo antecedente.
  • Impactos laterales perpendiculares simples o dobles, con latigazo cervical lateral.
  • Impactos angulares con rotación del vehículo.
  • Impactos aislados frontales con latigazo inverso .Aquí se detiene el tórax y prosigue el conjunto formado por cervicales y cráneo.
  • Impactos de mayor energía.
  • Impactos con posición basal de cuello lateralizado, típico del conductor que es alcanzado con el cuello girado hacia un lado observando el trafico en un STOP o hablando con el acompañante.
  • Impactos inesperados versus esperados, donde la victima anticipa la colisión activando de forma voluntaria los músculos paravertebrales.

El mecanismo básico se produce tras un alcance debido a que nuestro cuello sigue siendo la parte menos protegida de las aceleraciones bruscas. El cuerpo se detiene gracias al cinturón de seguridad, pero la cabeza permanece el movimiento: se produce un movimiento relativo y en forma de “S” entre la base del cuello y las cervicales más próximas a nuestra cabeza. En resumen, lo podemos describir como un diferencial de aceleraciones entre la primera vertebra cervical (C1) y la séptima y última (C7).
Según la Primera Ley de Newton, o Ley de la Inercia: «todo cuerpo persevera en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado debido a fuerzas aplicadas sobre él«. Pues justamente eso es lo que ocurre con este mecanismo de lesión. Al recibir un impacto posterior, se transfiere a nuestro vehículo (que estaba detenido) una energía cinética que desplaza hacia adelante el conjunto chasis-asiento-torso (ya que que este último se halla sujeto al cinturón de seguridad), quedando el conjunto cervicales – cráneo en una posición de retraso.

Latigazo cervical: visión actual. Se produce una formación en S de la columna cervical.

Latigazo cervical: visión actual. Se produce una formación en S de la columna cervical.

Proceso del latigazo cervical

La secuencia de acontecimientos que provoca el latigazo es la que sigue:
1. En un primer tiempo FASE I, entre 50-75 milisegundos, la parte superior del cuello (primeras cervicales), se flexionan anteriormente provocando una figura en “S”. Hoy se cree que este es un de las principales zonas de lesión al estirar los músculos occipitales y lesionar los primeros cuerpos vertebrales hasta la fractura y la hiperextensión de los últimas vértebras. Actualmente se acepta que esta es la fase más peligrosa del latigazo.
2. En la FASE II, la clásica, entre los 75-150 milisegundos se produce una hiperextension cervical causante de daños en la parte posterior de las vertebras, como desgarros y otras lesiones en la cara anterior del cuello (músculos, discos, ligamentos,…)
3. La FASE III, hasta los 200 milisegundos, corresponde a la deceleración provocada por la retención del cinturón contra el asiento, la frenada del vehículo o el impacto con el que lo que le antecede. Se produce una flexión anterior responsable de otras lesiones hasta completar los 200 ms.
Latigazo cervicalTodos hemos tenido la experiencia de jugar con un látigo, y hemos visto que éste no sufre ningún daño al sufrir las espectaculares y sonoras sacudidas. En nuestro cuello, no obstante, existe una pequeña gran diferencia: el extremo del cuello existe una masa de al rededor de los cuatro kilos y medio, la cabeza. A causa de esto, el estrés mecánico, o efecto cizalla, causado sobre los segmentos móviles de las cervicales queda garantizado.
Resulta interesante detenernos aquí por hoy y examinar lo que ocurre en el laboratorio donde se reproducen estos mecanismos: Actualmente, el criterio más aceptado para correlacionar la carga física a la que se somete el cuello en el impacto es el Neck Injury Criterion para colisiones por alcance y a baja velocidad, de Borstroem (1996), basado en las hipótesis de Aldman y estudios de Svensson. Es el que usa mayormente la industria automovilística y comunidad científica aunque sujeto a revisión ya que en medicina forense es difícil medir esas variables in situ (vertebras), pero muy útil en diseño de estructuras de seguridad pasiva de protección cervical del latigazo.

Asesoramiento | Dr. Josep Serra
En Circula Seguro | Lesión por latigazo cervical
Fotos | Ana María Llopis, Garry Knight, Grauer, Oregon Auto Accident Attorney