Cuidado con el efecto manada: no te dejes llevar por otros conductores

M. Martinez Euklidiadas

16 de noviembre de 2020

El efecto manada en carretera es un tipo de comportamiento de grupo que se da mucho en todo tipo de vías. Consiste en adecuar la velocidad de un vehículo no a la que demanda la vía, sino a la que llevan el resto de vehículos en ella. Este comportamiento gregario pone en peligro la vida de todos cuando se circula por encima del límite máximo de la vía.

Las distracciones al volante, no conocer a qué velocidad se puede circular o la presión de grupo son factores que condicionan la aparición de este efecto manada. Evitarlo es posible gracias a la información, a sistemas automatizados o a ser conscientes del peligro que supone ir demasiado rápido.

¿En qué consiste el efecto manada en carretera?

En carretera, el efecto manada consiste en igualar la velocidad de un vehículo a la que llevan otros que circulan por la misma vía. En cierto modo se da cuando se imita a los vehículos que se tienen delante y a los lados. La mayoría de las veces se da de forma inconsciente, sin que el conductor lo sepa.

Cuando un conjunto de vehículos circula a una velocidad reducida, y otro les da alcance, este tenderá a reducir su marcha hasta una más segura. Por contra, y aquí está el problema de este efecto, los conductores pueden ser influidos de forma negativa y condicionados para ir más rápido de lo debido.

El peor resultado del efecto manada se da cuando un conductor aumenta su velocidad por encima de la limitación máxima de la vía solo porque los vehículos de alrededor también lo han hecho. Ocurre con mucha frecuencia, a menudo por despistes o por desconocer la velocidad máxima específica.

Guarda mucha relación con el efecto arrastre o efecto bandwagon, un comportamiento social en el que las personas no se cuestionan de forma crítica sus acciones, partiendo de la base de que, como otros las realizan, no debe ser tan malo. Pero en el caso de la carretera el efecto no tiene una base tan voluntaria. El subconsciente juega un papel esencial.

¿Por qué ocurre este efecto manada?

La mayoría de las hipótesis apuntan a que se trata de un mecanismo de imitación de corte social. Si todos los demás hacen algo, es muy probable que tú también lo hagas, y que ni siquiera te plantees el hecho de que estás aumentando la velocidad en el proceso o que estás poniendo en peligro a otros.

El efecto es muy semejante al que se experimenta en un ascensor: el grueso de de las personas tenderán a mirar en la dirección hacia la que mire la mayoría. Este tipo de comportamientos gregarios están muy afianzados en el cerebro humano, y condicionan en cierta medida qué vamos a hacer según lo que hagan otros. En cierta medida es una respuesta evolutiva muy útil. Pero no lo es en carretera.

Como ocurre con el ascensor, a veces el efecto manada en carretera no es nada sutil y puede iniciarse también con cierta ‘presión’ de grupo. Por ejemplo, que un vehículo que circula a la velocidad correcta vea cómo muchos de los vehículos que vienen detrás de él se aproximan rápido, frenan tras él, y le adelantan acelerando. La presión puede llevarle a acelerar también.

El principal problema del efecto manada en carretera es el peligro que supone para todos. Recordemos que la velocidad es uno de los principales factores en la gravedad de los daños sufridos en un accidente. A medida que se acelera aumentan los daños potenciales. ¿Hay forma de evitar el efecto manada?

Así se evita el efecto manada en la carretera

efecto manada

Hay muchos trucos o claves para evitar el efecto manada o, al menos, paliarlo en cierta medida; empezando por ser conscientes de la velocidad máxima de la vía. Es decir, conocer en todo momento a cómo se puede circular en un punto determinado. Esto permitirá darse cuenta de cuándo se conduce más rápido.

Una vez conocido este dato, es importante monitorizar de tanto en tanto el velocímetro. Al igual que se recomienda mirar los retrovisores cada pocos segundos, no está de más echar un vistazo al panel de instrumentos en cada ‘ronda’ visual que se realice. Esto evitará despistes.

También ayuda mucho conocer las sanciones por circular más rápido de lo debido. Superar la velocidad de la vía supone entre 100 y 600 euros de multa, además de la posibilidad de perder puntos del carnet. Ser conscientes de esta pérdida actúa como aliciente para evitar la penalización.

Además, existen herramientas de automatización que ayudan a eliminar por completo el efecto manada, con foco en el control de crucero. Este automatismo evita precisamente el problema del arrastre social porque la velocidad está fija en un punto o rango. Integrado en un sistema de control de velocidad inteligente, con esta herramienta se conduce más seguro.

Por último, es importante ignorar la presión en carretera por parte de aquellos conductores que no cumplen las normas de circulación. Si un conductor quiere correr, que lo haga por otro carril. Si circulas de forma correcta no estás obligado a dejar pasar a un vehículo solo porque quiera superar el límite de la vía.

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