Cuidado al circular lento

Redacción

24 de julio de 2008

Aunque pueda parecer mentira que en un blog que pretende concienciar sobre la seguridad vial se aluda a la *baja velocidad* como uno de los hábitos con los que hay que tener cuidado, así es. Aunque socialmente se pretenda criminalizar la velocidad como una de las principales causas de los accidentes, siempre he pensado que eso no es del todo cierto, y me consta que no soy el único.

Tenemos la manía de tomar los valores absolutos como elemento de juicio, y eso es algo que nunca he acabado de compartir. Como conductor, para mí nunca será igual de peligroso ir a 120 km/h con una tartana de hace 10 años que con una berlina último modelo, pero sin embargo, la velocidad es la misma. Esa es la primera gran prueba de que a menudo, *el peligro no sólo depende de la velocidad a la que circulemos*.

Sin querer entrar nuevamente en el debate de la velocidad, que tantas veces hemos comentado desde aquí, y siempre ha acabado con el mismo concepto que defiendo al 100%, saber adecuarla a las condiciones en cada caso (vehículo, vía, clima…), me gustaría alertar de algo que para mí es *tan peligroso como ir a 200 km/h: circular demasiado lento*.

El ir “de paseo” no se convierte en un problema cuando el conductor es plenamente consciente de ello, y, por poner un ejemplo, en una autopista de tres carriles circula siempre por el de la derecha. Va a su aire, pero sin molestar. Generalmente, sin embargo, los conductores que van excesivamente lentos suelen creer que *tienen que trasladar al resto de conductores su exceso de prudencia*, y eso deriva en la típica actitud del conductor que va por el carril de la izquierda a una velocidad justita, culpando entre dientes a todos los de la cola que se hace detrás suyo de ir demasiado rápido, y “que se esperen, que a dónde van con tanta prisa”.

Ojo, que no estoy defendiendo al que va zumbando por el carril de la izquierda haciendo luces a todo el que osa entorpecer su Gran Premio particular. Este post no va de eso, no lo saquemos de contexto. Lo que quiero transmitir es que, si ves que hay gente que va más rápido que tú, y tienes dos carriles más a tu derecha, *te cambias de carril, y que cada uno decida cuál es la velocidad a la que le apetece circular*. Al fin y al cabo, en caso que el coche inmediatamente detrás nuestro sea alguien fácilmente descentrable, que de esos hay muchos sueltos, no tenemos necesidad de sentir el peligro al ver como el coche se engancha a apenas un palmo del nuestro y va zarandeando de izquierda a derecha para que, por si no te habías dado cuenta, seas consciente de que te quiere pasar por encima.

Así pues, si uno quiere circular lento, está en su derecho, pero tiene que ser consciente, más que nunca, que puede suponer una *molestia para los coches que vengan por la vía a una velocidad mayor*, y es por ello que hay que saberse comportar en esa circunstancia para no poner en peligro ni a los demás usuarios de la vía, ni a nosotros mismos.