¿Cuándo y para quién están recomendados los cursos de conducción?

Esteban Viso

22 de septiembre de 2015

Sobre cursos de conducción hemos hablado ya en este espacio, y existen una gran variedad de ellos, dirigidos a los conductores menos experimentados algunos, otros expresamente recomendados para mejorar técnicas de conducción o para introducirse en al competición. Elegir un curso de conducción ya plantea una serie de dudas, pero quizás lo que más dudas puede generar (si es que las genera) es responder a la pregunta: «¿Necesito un curso de conducción? ¿Por qué?».

Estamos acostumbrados a leer y escuchar en las noticias que existen cursos de reciclaje para conductores que hayan perdido todos los puntos del carnet de conducir, y por tanto puede parecernos, a veces, que esto de los cursos de conducción está orientado a los malos. No solo a los malos conductores, sino a los malos, los que cometen infracciones y son poco menos que «delincuentes». Esta visión está un poco limitada y condicionada por las noticias, porque en realidad un curso de conducción le conviene a cualquier persona.

Tipos de cursos de conducción que podemos encontrar

Existen muchas clases de cursos de conducción, cada uno enfocado a mejorar un aspecto de la misma, y pueden dividirse en varias categorías. Tomaremos los cursos que suele impartir RACE como referencia, pero existen otras organizaciones certificadas para ello.

  • Para conductores (Perfeccionamiento, Avanzado y SUV Conducción Todo Terreno)
  • Para pilotos o conductores de deportivos (Conducción Deportiva)
  • Para profesionales
  • Para conductores de ciclomotor y scooter.

Todos ellos, incluyendo el de pilotos o conductores deportivos, se basan en la seguridad como premisa principal: mantener el control del coche en situaciones comprometidas. Es un error frecuente pensar que en los cursos de conducción deportiva o para pilotos solo se aprende a llevar el coche a grandes velocidades, derrapar y, en resumen, todo lo que tiene de divertida la conducción. Al contrario, la seguridad es fundamental, y aprender a reaccionar ante estímulos imprevistos no tiene precio. En algunos cursos se aprenden las técnicas de la conducción defensiva y evasiva, fundamentales, por ejemplo, en la rama de la protección personal.

Otro tipo de cursos son los de perfeccionamiento, dirigidos a conductores de cualquier tipo y experiencia (si la experiencia solo se mide en kilómetros, es muy interesante hacer este curso). Se imparten en días no laborables, como los sábados y domingos, y lo básico en ellos es aprender técnicas de destreza y control, frenada de emergencia con y sin ABS (esto debería ser obligatorio para sacar el carnet), dinámica y estabilidad. También se aprende la mejor forma de trazar curvas deslizantes.

Todo esto nos servirá, en el día a día, para tener los sentidos entrenados (en la medida de lo posible, pero al menos sí los hemos puesto a prueba una vez en condiciones controladas) por si sucede algún imprevisto. También son muy interesantes para aprender con los sentidos cómo funciona el ABS, qué diferencia marca el ESP o qué se siente en el volante cuando perdemos tracción.

Estos serían los cursos básicos, los que recomendaríamos hacer a cualquier persona con inquietudes y con ganas de aprender. Son una buena manera de poner los pies en la tierra y no creernos pilotos profesionales, y la actitud con la que deberíamos afrontar un curso de estos es con la de aprender, con humildad y siguiendo las indicaciones. Siempre existe algún gallito en los grupos que pretende demostrar sus conocimientos y técnicas, pero eso nos ha pasado desde el parvulario. En un curso, lo primero es ir con la intención de aprender. Porque todos tenemos algo que aprender.

No podemos dejar de comentar, aunque sea de forma somera, el resto de cursos que suelen ofertarse: conducción avanzada (hay que tener el de perfeccionamiento primero, y básicamente se da un paso más en las técnicas, con situaciones más comprometidas); SUV (con vehículo propio y duración de una jornada, se enseñan técnicas específicas de estos coches); todoterreno (más específico, con vehículo propio, en pista de tierra, foso de barro y vadeo en agua, entre otras cosas); conducción deportiva (vehículo propio, se enseñan las técnicas básicas de la conducción deportiva); scooter y ciclomotor; Profesionales y empresas.

Respondiendo a la pregunta del inicio, los cursos de conducción se recomiendan a todo el mundo, y es bueno hacerlos con poca experiencia, y cuando ya han pasado algunos años, porque así comprenderemos mejor las diferencias y entenderemos mejor qué se persigue con los cursos.