Cuando la crisis hace que no renueves el alumbrado de tu coche

Esteban Viso

22 de febrero de 2013

Digo yo que hay que echarle la culpa de casi todo a la crisis. En ocasiones tendremos razón, pero en otras lamentablemente podemos sacar los pies del tiesto con facilidad. Es alarmante para mi ver cómo, cada día, me cruzo con media docena de coches a los que les falta alguna de las luces: cortas delanteras, pilotos traseros… El trayecto, mi habitual “30 kilómetros”.

La crisis puede ser muchas cosas (fea, inoportuna, implacable, un drama real), pero cuando mezclamos conceptos y dejamos de cumplir las normas básicas de seguridad (por no hablar de que no se puede circular con el alumbrado en malas condiciones), entramos en un terreno complicado. Además, me pregunto, si está meridianamente claro que las luces están en mal estado, ¿cómo estará el resto?

A caballo regalado, no le mires el diente

Caballo tiovivoSe llevó un chasco al ver que los dientes, bien, pero el caballo era de plástico

Eso se solía decir, y quedó como una frase hecha: si no te cuesta dinero, no pretendas que sea perfecto. Si adquirimos un coche clásico para restaurar, lógicamente podemos esperar que ciertas partes estén defectuosas, pero ¿es lo mismo con nuestro coche de diario, al que le confiamos nuestra seguridad en los trayectos cotidianos?

La crisis no nos puede llevar a ahorrar en lo básico del coche: si no podemos afrontarlo no podremos circular. Duro, difícil, pero prudente y maduro. No es que diga que quien circule con un faro fundido sea un criminal, porque pueden fundirse en el peor momento. Solo digo que es mucha casualidad ver a diario tanto coche con lámparas apagadas.

El alumbrado es uno de los sistemas básicos del coche. Sin él no veremos correctamente qué tenemos por delante, pero los demás tampoco sabrán exactamente dónde estamos. Y no, no llega con un piloto trasero. ¿No os ha pasado haber pensado en que vais a adelantar a una moto, y de repente es una furgoneta de proporciones… ligeramente más grandes que la moto?

Como decía al principio, si las luces están defectuosas, ¿podemos pensar que el resto del coche esté igual de descuidado? Neumáticos en mal estado, con presiones incorrectas, suspensiones que hace meses que dijeron “basta”, y ahora dicen “basta, ¡por favor!”. Este tema no es nuevo, ya lo repasamos aquí hace un año. Sin embargo, visto el estado exterior de muchos coches que circulan por nuestras carreteras, creo que es un buen momento para recordarlo.

Para finalizar, vuelvo a romper una lanza a favor de la revisión periódica y puntual del coche. Es un gasto que debemos asumir como parte del hecho de disponer de vehículo propio, igual que le echamos combustible y lo lavamos (sic) periódicamente. El alumbrado puede parecer un elemento de segunda, pero no creo que haya nadie que piense eso a las 2 de la mañana en una carretera de montaña, con una simpática luna nueva.

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Foto | tsuacctnt