Durante la mañana del pasado día 8 de noviembre de 2012, se celebró en la Sala Juan de Mairena del Centro Cultural CAJASOL, sito en la C/ Arguijo, s/n de Sevilla, la Jornada: Seguridad Vial y Drogas organizada por la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz y la Red de Fiscales de Seguridad Vial de Andalucía. Una jornada, donde parte de sus ponentes y durante la Mesa Redonda plantearon la siguiente pregunta:¿Somos conscientes de los riesgos de conducir bajo los efectos de las drogas?
Asistimos a dicha Jornada, en la cual, se habló de la necesidad de prevenir el consumo de drogas en la conducción haciendo mención de los riesgos que ello supone; del elevado porcentaje de población que conduce después de haber ingerido medicamentos que afectan de manera negativa a la capacidad de conducir, a pesar de existir información en el prospecto de dichos medicamentos; sobre el estudio realizado en el marco del Proyecto Europeo Druid (Driving Under the Influence of Drugs, Alcohol and Medicines); así como la exposición de algunas preguntas planteadas por vía internet durante el evento.
Las drogas en la conducción como factor de riesgo
En el acto de inauguración se habló sobre las estadísticas y la incidencia del consumo de drogas como factor de riesgo determinante en los siniestros de tráfico, siendo la conducción bajo los efectos de dichas sustancias junto con el alcohol, la principal causa de muchos siniestros de tráfico con resultado de lesiones graves o muerte. A la vista del problema, se comentó que la prevención de las conductas relacionadas con la conducción de vehículos habiendo consumido determinadas sustancias psicoactivas, debería ser una de las preocupaciones de los poderes públicos, considerando que éstos deben establecer el marco adecuado para ello, además de dedicar los recursos necesarios.
El propio Defensor del Pueblo Andaluz en funciones, José Chamizó llegó a afirmar que: «la mitad de los fallecidos en accidente de tráfico, bien el conductor o bien los ocupantes, en más de una ocasión habían consumido sustancias tóxicas ilegales o fármacos legales que tienen los mismos efectos». Por tal motivo destacó la intención de avanzar en la coordinación de todas las instancias competentes para dar respuesta a este grave problema, al mismo tiempo, ofreciendo un mensaje de apoyo y atención a las víctimas de estos accidentes.
En este caso se habla de accidentes de tráfico pero… ¿por qué se dice accidente cuando el origen del problema viene de una acción voluntaria? Me explico: si sabemos por activa y por pasiva de los riesgos que supone conducir tras haber ingerido alguna sustancia psicoactiva y a sabiendas de ésto se conduce, sería injusto hablar sólo de accidente sin antes determinar una responsabilidad por parte de la persona que conduce por cuestiones puramente de voluntad, es decir, se ha decidido conducir bajo ese estado para poder desplazarse con el vehículo tras subirse al mismo y ponerlo en marcha.
Una de las opiniones, a mi juicio, mas acertada fue la idea de la «tasa cero» por Mario Arnaldo Fernández, de Automovilistas Europeos en contra de la tolerancia cero para prohibir rotundamente que se conduzca bajo los efectos de las drogas, así como la incorporación de tecnologías en los vehículos que impidan cualquier conducción temeraria, máxime cuando tenemos los datos de la DGT sobre los controles que viene realizando la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
Otra de las ponencias, también interesante, fue la aportada por Jacinto Mateos, policía local y técnico de educación vial, al destacar la importancia de la educación vial como mejor arma contra este problema, empezando por los menores en los colegios pero sin olvidar a sus padres para que con su interés, al mismo tiempo, sean transmisores de una cultura vial necesaria para prevenir los factores de riesgo en la conducción como, por ejemplo, el alcohol y las drogas.
Algunas preguntas planteadas durante las ponencias a través de internet y expuestas por el responsable de prensa de la sala como, por ejemplo, la regulación de los efectos secundarios de algunos medicamentos a la hora de conducir, la revisión de los programas de rehabilitación destinados a personas que han sido sancionadas por estos motivos y sobre algunos productos de herboristerías que por sus efectos similares a las drogas también pueden influir en la conducción y, sin embargo, no se tienen en cuenta.
Como respuesta a algunas de las cuestiones planteadas se habló de establecer entre todos una normativa armonizada por parte de la Administración con especial interés hacia los más jóvenes, que son los futuros conductores, aportando más información para prevenir los riesgos que, para la seguridad vial, supone el problema de la conducción tras consumir alguna sustancia tóxica así como emplear los medios necesarios para prevenir su influencia en los siniestros de tráfico.
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