Empresas e instituciones están invirtiendo muchos fondos en publicidad para explicar a la ciudadanía los beneficios que puede traer el Corredor del Mediterráneo. Sin embargo, no es el único corredor ferroviario de nuestro país, e incluso la Unión Europea ha solicitado priorizar otros como el Atlántico. Repasamos cuántos corredores existen en España y qué aportan al transporte y movilidad de los ciudadanos.
Qué son los corredores ferroviarios
Un corredor es un conjunto de líneas ferroviarias destinadas al transporte de mercancías y pasajeros a lo largo de un determinado territorio o región. Estas líneas pueden ser muy diferentes entre sí, tanto por el tipo de vía que utilizan o el uso que se le dan, pero juntas constituyen un eje de comunicación de primer orden entre núcleos de población, centros industriales e infraestructuras como puertos o plataformas logísticas.
Dentro del contexto de la Unión Europea, los corredores constituyen las principales arterias de la Red Transeuropea de Ferrocarril, y que a su vez forma parte de la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T). En estas redes, el ferrocarril se suma a otras formas de transporte como el avión, el barco y la carretera para facilitar el flujo de viajeros y mercancías entre los países europeos (es lo que se conoce como transporte y movilidad multimodal).
La Unión Europea ha priorizado el desarrollo de los corredores ferroviarios europeos para aumentar la competitividad del ferrocarril frente al resto de medios de transporte. El ferroviario, a pesar de sus indudables ventajas económicas y medioambientales, supone solo el 12% del transporte de mercancías en la Unión Europea, por el 33% del marítimo y el 49% del transporte por carretera.
Cuáles son los corredores ferroviarios en España
En España las cifras son aún peores. A pesar de contar con la segunda red de alta de velocidad más extensa del mundo, el transporte de mercancías por ferrocarril solo supone el 4%. En cuanto al transporte de pasajeros, se ha impuesto un sistema radial con origen en Madrid que ha terminado por generar graves deficiencias para las comunicaciones de las comunidades más periféricas de nuestro país. Consciente de todo ello, la Unión Europea ha destinado importantes fondos para desarrollar estos corredores ferroviarios.
En nuestro país están planificados cinco corredores:
- Mediterráneo: Conecta Francia con el Puerto de Algeciras a lo largo de la costa mediterránea.
- Atlántico: Une Francia con la fachada atlántica y el puerto portugués de Sines a través de Madrid, aunque también conectará con el puerto de Algeciras.
- Central: También conecta Francia con Algeciras, pero recorriendo Aragón, Madrid y Castilla-La Mancha
- Atlántico-Mediterráneo: Su objetivo es unir Francia con Sines a través de Madrid y del Corredor Mediterráneo.
- Cantábrico-Mediterráneo: Conecta los puertos cantábricos con los del levante español.
De todos ellos, dos pertenecen a la red TEN-T, y son considerados por tanto como prioritarios en sus planes de desarrollo. El Corredor Mediterráneo es el que más inversiones y apoyos está recibiendo tanto por las instituciones españolas como por las empresas. Finaliza en el puerto de Algeciras, que a su vez conectaría con las rutas marítimas que proceden de China a través del Canal de Suez. Por su parte, el Corredor Atlántico es el que está sufriendo más retrasos a la hora de recibir inversiones. Permitirá conectar con el puerto de Algeciras pero también con el de Sines, en Lisboa. Este puerto portugués supone un enclave principal en las rutas marítimas procedentes del Canal de Panamá, incrementadas tras su reciente ampliación.
Qué nos aportan los corredores ferroviarios
En un reciente documento, la Unión Europea afirmaba la importancia para España de los corredores ferroviarios, que le permitirá conectar con los mercados europeos e incrementar la competitividad de sus empresas. Buena prueba de ello es el gran apoyo que el Corredor Mediterráneo está recibiendo de las empresas de las regiones que cruza, con campañas de publicidad y lobbies de presión. No en vano, los corredores europeos prometen acortar los tiempos de tránsito de mercancías en hasta un 40%.
La Unión Europea en cambio ha insistido también al Gobierno de España en priorizar el Corredor Atlántico. El mismo documento cita la importancia de los corredores para la cohesión territorial de una región. Su puesta en marcha podría supondrá un impulso económico y social sin precedentes, que mejorará las condiciones de movilidad y transporte de regiones que históricamente han contado con peores comunicaciones. En este sentido, los corredores pueden acortar los trayectos de los pasajeros en hasta un 30%.
Por último, los corredores ferroviarios supondrán alcanzar otros retos de índole medioambiental. El ferrocarril supone una excelente alternativa al transporte por carretera, que se encuentra cerca del colapso ante la incapacidad de la red viaria de absorber el aumento del tráfico de mercancías. En este sentido, el ferrocarril aporta una mayor capacidad de carga, flexibilidad en la intermodalidad y, sobre todo, un modelo de transporte eléctrico frente al de combustión de camiones y furgonetas. Se estima que los corredores europeos pueden suponer una reducción de más de 70 millones de CO2 hasta el 2030.
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