“Las bicicletas son para el verano”, es la frase más escuchada en esta época del año. Puede que, durante el resto del año, para muchos sea su medio de transporte y es incluso un deporte profesional. Pero lo cierto es que es durante el periodo estival cuando más éxito tiene eso de dar pedales. Rodar con la bici en equipo, en familia o en solitario y en terrenos tan diversos como las pistas de montaña o los senderos arenosos de la costa es un placer al alcance de todo el mundo. Y por ello resulta tan importante tomar ciertas medidas de precaución. Disfrutar de la bicicleta con responsabilidad y seguridad. La Real Federación Española de Ciclismo ha elaborado un listado con los consejos de salud más importantes, tanto para ciclistas profesionales como amateur.
Un verano sobre dos ruedas, la mejor combinación
Las ventajas del buen clima hace que tanto habituales como eventuales se disparen a rodar al aire libre. Ya la uses a la salida del trabajo, para pasear por un parque en el centro de tu ciudad u organizar una ruta con amigos por el monte, la bici será la mejor compañera este verano. Este deporte es uno de los más completos y recomendados dado que no se sufre un impacto directo, sino que es un ejercicio suave en el que una gran cantidad de músculos trabajan conjuntamente.
Practicar bicicleta reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, mejora el estado de ánimo y resulta económico y eficiente. Es por ello que, en estas circunstancias que estamos viviendo con la pandemia de la Covid-19, se ha convertido en la gran alternativa no contaminante.
¿Qué 5 cuestiones no puedo olvidar antes de subirme a la bicicleta en verano?
¿Mucho tiempo parada? Así es la puesta a punto básica
Si eres de los que tiene la bici en el garaje cubierta de una capa de polvo, detente en este apartado. El mantenimiento básico es de vital importancia si tu bicicleta lleva tiempo sin usarse. Comprueba el estado de los neumáticos y ajusta su presión, revisa la cadena y engrasa el circuito de piñones y platos con un spray 3 en 1 y asegúrate de que la amortiguación funciona con suavidad. Por supuesto, no te olvides de los frenos y comprobar el desgaste de las zapatas. Engancha las luces delantera y trasera y… ¡A la calle!
Planifica el recorrido y mide los tiempos
En primer lugar debes de tener en cuenta las horas cuando vayas a realizar cualquier actividad física en esta época de calor. Las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde son las más recomendadas para salir en bicicleta en verano, pero comprueba la predicción meteorológica para tener toda la información antes de organizar tu ruta.
Acuérdate de que no siempre el trayecto más corto es el mejor y si vas por ciudad, más aún. Circular entre coches es desagradable y peligroso, además de la incomodidad de tener que moverte entre el humo y el calor que emiten. Busca las zonas verdes y aquellas calles de un único sentido y que estén más en sombra. Será mejor recorrer un camino más largo, siempre y cuando sea más seguro y agradable.
Si circulas por zonas de montaña, organiza una ruta boscosa que nos permita detenernos a descansar a la sombra, beber agua y recuperar fuerzas para escalar el puerto. Si te gustan las trialeras, presta atención a que los senderos estén ya abiertos para no correr el riesgo de pinchar o perderte.
No ahorres a la hora de comprar una buena equipación
La ropa que usamos para salir a montar en bici es clave, más en los días de calor. El vestuario ciclista suele ir bastante ajustado para ser del todo aerodinámico pero debemos encontrar el equilibrio con la mayor transpiración y frescura. Una buena elección de prendas es fundamental y esto es lo que nunca te puede faltar si sales en bici en verano:
- Camiseta interior o “baselayer”: Nos ayuda a evacuar el sudor y mantenernos más secos y frescos. A pesar de introducir una capa más, es muy necesario en etapas de calor y se usa incluso por ciclistas profesionales.
- Maillot: La diferencia entre un buen maillot y uno malo es muy grande. Si los de tu equipo favorito están a buen precio, no los compres pues pueden ser copias de mala calidad. Mejor busca una tienda de confianza antes que los de imitación. Las condiciones son que sean ventilados, de un textil perforado y que proteja frente a los rayos solares. Existen diseños con una protección UPF 30 o UPF 50 pese a ser muy finos, ligeros y transpirables.
- Culotte: también merece la pena gastarse algo de dinero si no quieres sufrir dolores insoportables al día siguiente de salir con la bici. En verano, culotte corto, bien ajustado y con suficientes bolsillos. Ahora hay muchos modelos con tirantes y su badana ergonómica con insertos de gel, realmente cómodos.
- Casco: escoge un modelos en función del tipo de trayecto: urbano, mtb, trial, contrarreloj…
- Guantes y gafas: en verano son más frescos los guantes cortos, aunque protegen menos frente a las caídas. Las gafas resultan imprescindibles para evitar el impacto de insectos, pequeñas rocas y polvo.
- Zapatillas: si usas pedales automáticos, tendrás que comprar unas zapatillas con enganches especiales. Si no, cualquier deportiva con buen agarre te servirá.
En montaña o en carretera… ¡Hidrátate!
En verano, bebe mucho líquido antes, durante y después de pedalear. No te excedas pues puedes atragantarte o sentir una sensación de pesadez en el estómago, pero recuerda que la hidratación es clave para no correr ningún riesgo. Bebe agua fresca –pero no helada– a medida que notes que sudas la camiseta y evita lo máximo posible las bebidas azucaradas. Pequeños sorbos cada 15 minutos te ayudarán a sobrellevar mejor el esfuerzo realizado. Mejor compensar la falta de energía con algo de fruta, frutos secos o barritas de cereales.
Protege tus ojos y conviértete en un ciclista seguro
¡Ojo con el sol! Y cuidado con el sol en los ojos. Los problemas en la piel y en la visión derivados de los rayos solares provocan daños irreparables. Echarse una buena capa de crema solar por todo el cuerpo (incluso en las zonas cubiertas por la ropa) antes de salir de ruta es muy recomendable. Para los ojos, usa unas gafas de buena calidad para protegernos de lesiones oculares y deslumbramientos. Aunque tampoco es mala idea usar un casco con visera o una gorra que nos quite algo de luz, además se están poniendo muy de moda.
Los 5 errores que cometemos cuando salimos en bicicleta en verano
Si ya has aprendido los 5 mejores consejos, ahora te dejamos con los 5 errores más habituales en los que nunca debes de caer:
- El agua caliente en los bidones: algo inevitable, pues terminará por calentarse. Pero intenta meter un acumulador de frío en tu bidón para que dure fresca lo máximo posible.
- No tener localizadas las fuentes ni las gasolineras: en algún momento deberás parar a rellenar tu bidón o repostar tu cuerpo, comprando algo de comer o alguna herramienta de reparación.
- El moreno ciclista: tampoco es demasiado evitable, a no ser que estés muy pendiente de echarte constantemente la crema solar.
- No llevar dinero ni el teléfono: en algún momento de tu ruta querrás parar a tomar algo fresquito en un kiosko o una terraza pero… ¿Y la cartera? Tu móvil puede servirte de GPS y ser esencial en caso de emergencia.
- No contar con energía de repuesto: vas a sudar mucho y necesitarás algo que te recomponga tras la travesía. Unas pastillas de sales y los frutos secos dan mucha fuerza de forma rápida en momentos de mayor sufrimiento.
Ya tienes toda la información para no dejarte nada en tus escapadas en bicicleta en verano, acuérdate de la regla de “ver y ser visto” y circula con todas las precauciones pero, sobretodo, disfrutando. Os dejamos a continuación un vídeo con estos y otros consejos útiles de la mano de Fundación MAPFRE.
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