Llega el invierno y uno de los problemas más comunes que nos encontramos los conductores es encontrarnos nuestro vehículo por la mañana con las lunas empañadas o, peor aún congeladas, sobre todo si no contamos con plaza de garaje y estamos obligados a dejarlo a la intemperie durante la noche.
Aunque común y de fácil solución, no es un tema que carezca de importancia y que debamos tomarnos a la ligera. Si no actuamos adecuadamente, nos exponemos a conducir con la visibilidad reducida y por lo tanto es muy probable que suframos un percance, más de lo que nosotros nos pensamos.
Evitar el problema de los parabrisas empañados o congelados es cuestión de tener un poquito de paciencia y de seguir unos pequeños pasos, y así nos evitaremos sustos innecesarios.

El vaho en las lunas reduce drásticamente la visibilidad, y debemos eliminarlo antes de iniciar la conducción para evitar malos mayores.
Cómo evitar las lunas empañadas
Decimos que se los han empañado los cristales cuando se produce una condensación de la humedad en las lunas de nuestro vehículo y se forma ese vaho que nos impide ver con claridad. Ocurre principalmente tras noches de mucho frío o en días lluviosos, aunque también es común en zonas de gran humedad ambiental, como localidades de costa; y se agrava cuando entramos en el interior del coche o son varios los ocupantes del mismo.
Para saber cómo solucionar este fenómeno, debemos saber primero cómo funciona; la condensación se produce por la diferencia de temperatura entre el interior del coche y el cristal –más frío por estar en contacto con el exterior–, por eso el efecto se acrecienta cuando una o más personas entran en el interior, con nuestra transpiración y humedad. El aire caliente del interior es capaz de contener esa humedad, pero cuando se enfría (en contacto con la luna) debe liberar el vapor de agua, haciéndolo a través de la condensación y depositando las gotitas de agua sobre el cristal.
La web de MAPFRE en su canal de Motor nos explica claramente el proceso y nos explica cómo evitar este problema o, si se produce, cómo solucionarlo.
- No trates de limpiar el vaho con la mano, lo único que conseguirás es eliminarlo durante unos segundos y remover el polvo que dejará manchas en cuanto el vaho se vaya. Sí puedes usar un trapo limpio para eliminarlo de los espejos retrovisores, siempre comprobando posteriormente no haber movido por error la posición de los mismos.
- Enciende el sistema térmico de la luneta trasera. Este sistema activa las resistencias eléctricas que calientan el cristal y eliminan el vaho en pocos segundos. Aunque los modelos más modernos se activan automáticamente, por lo general lo tendrás que activar tú de manera manual (con el famoso botón de las líneas onduladas).
- Si sois varias personas las que entráis en el coche, es bueno (aunque quizás incómodo) abrir un poco las ventanas al principio para que no se concentre al aire húmedo de la transpiración y la temperatura del interior se “aclimate”.
- Enciende el aire acondicionado o climatizador, situándolo si lo tienen en la posición de antivaho (de nuevo el famoso símbolo de líneas onduladas). Con ello podemos conseguir un doble efecto; por un lado, si enchufamos aire caliente al cristal, ayudaremos a que éste se atempere y ayude a eliminar el vaho. Por el otro, por el propio funcionamiento de los sistemas de climatización de los vehículos, que modifican la temperatura del aire a través de la evaporación de su humedad; por eso cuando activamos el modo antivaho del aire, estamos introduciendo aire “seco” en el interior que absorberá rápidamente la humedad condensada en el cristal.

Éste es el símbolo del sistema antivaho del coche, tanto el de la calefacción para la luna delantera como el de las bandas térmicas para la trasera.
Cómo quitar el hielo en el parabrisas
Otro problema frecuente de los meses de invierno, que hace que nos encontremos finas capas de hielo formadas sobre la superficie de nuestro parabrisas, y que tengamos que dedicarle unos minutos en el exterior para poder eliminarlo y conducir con total seguridad.
Hace unos años ya vimos en Circula Seguro (a raíz de un estudio de Continental en el que el 52% de los conductores reconocía haber conducido alguna vez con hielo en el parabrisas) cómo podemos solucionar este problema. Pero en la web de la DGT nos explican cómo debemos tratar de prevenirlo incluso antes de la llegada del invierno.
- Antes de que llegue el frío, rellena el depósito de líquido del limpiaparabrisas con productos específicos para ellos, ya que por lo general éstos contienen anticongelantes que evitarán que el agua que echemos o el propio sistema se congelen.
- El día antes, para evitar que se forme hielo sobre el cristal, puedes colocar un cartón o una manta. Si además lo sujetamos con los limpiaparabrisas, evitaremos que las escobillas se queden pegados al cristal.
- Si a pesar de todo se nos forma hielo, NUNCA debemos echarle agua caliente, pues el cambio drástico de temperatura en la luna puede rajar el cristal. En esta línea, tampoco debemos enchufarle con aire caliente de la calefacción de forma brusca, sino que podemos hacerlo de forma gradual, sin esperar a que el motor adquiera la temperatura.
- Si la capa de hielo es muy fina, podemos rociar el parabrisas con alcohol, que ayuda a que el hielo se deshaga. Algo similar ocurre con la sal, pero con ella debemos tener cuidado con no frotarla directamente sobre el cristal pues podremos rayarlo. En este sentido, es mejor usar agua salada para evitar males mayores.
- Todo lo anterior sólo son ayudas, y en la mayoría de los casos finalmente tendrás que hacer uso de un rascador o rasqueta específico para parabrisas, que al final es lo más práctico. Lo ideal es que siempre lleves uno en el coche (puedes adquirirlo en cualquier tienda de accesorios para el automóvil) aunque si la helada te pilla sin uno, puedes usar un viejo carné o tarjeta de crédito.
- Finalmente revisa bien el resto del vehículo: lunas traseras y laterales que te impidan circular con total visión, los espejos retrovisores, los faros para contar con una adecuada iluminación… Al final de lo que se trata es de aplicar el sentido común y de contar con una pequeña rutina que te garantizará circular con total seguridad y evitarte muchos riesgos innecesarios.
Imágenes: Wikipedia (Soupeurfaive), iStock (mkrberlin, ratmaner, Drimafilm)
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