En una ocasión anterior hablamos de la necesidad de circular amparados por el seguro del coche, porque ante la menor eventualidad podemos meternos en un lío bastante gordo como ocasionemos perjuicios a terceros. Pero en ese supuesto, hablamos de gente que tiene el permiso de conducir.
Hay una variedad más extrema de este juego de ruleta rusa, que es conducir sin carnet y por supuesto sin seguro. Aunque el coche esté asegurado, no se puede conducir sin carnet, es delito contra la seguridad vial desde hace tiempo, y las consecuencias no son agradables. Nunca sabemos cuándo puede pararnos un agente.
De toda la vida ha habido gente que ha conducido sin pisar la autoescuela. Unos lo han hecho de adolescentes, otros mientras no han podido costearse la formación y otros por motivos diversos. Algunos de esos conductores han aprobado con cierta facilidad el carnet, incluso con pocas clases prácticas.
Todos los que tenemos el permiso hemos pensado en alguna ocasión que lo de los carnets es una mafia, entre las autoescuelas y la DGT, que solo está para sacar dinero, un incómodo proceso burocrático en el que solo te enseñan a circular y a pasar un examen… Bueno, y otras cosas que no se aprecian bien.
De profesor de autoescuela nos puede tocar un garrulo o un buen profesional, doy las gracias por haber recibido enseñanzas de un buen profesional. Durante mi aprendizaje, mi profesor me llamó varias veces la atención sobre algunos vicios que empezaba a tener en ni siquiera 20 clases.
“La manita”, eso solía decir cuando dejaba la mano puesta en la palanca de cambios y movía el volante con una mano “haciendo la bayeta”. Ahora no lo hago tanto, porque cuando pongo la mano en el pomo me acuerdo de “la manita” y del “manotazo” que él me daba. Era algo bastante didáctico.
Mi carnet de conducir no salió precisamente barato, superó los 1.200 euros, necesité 30 clases y aprobé a la segunda. La primera vez, que suspendí, me pareció muy injusto porque me llevaron a una trampa, un ceda el paso que no estaba señalizado como tal, y ante mi duda, me hizo repetirlo, y me cateó.
Un padre, hermano, tío… no es un profesor de autoescuela (a menos que se gane la vida así). El profesor, aparte de ser un posible compañero incómodo, está atento a todo lo que haces y al exterior, no va simplemente calentando el asiento. Verá lo que tú no ves y puede evitar un accidente con solo tocar los pedales.
Aunque se nos trate de enseñar con la mejor intención, se nos enseñará mal. Un conductor con vicios nos pegará los suyos, habrá varias lagunas del código de circulación que no conoceremos y estaremos literalmente desnudos ante una situación comprometida que antes no hemos contemplado ni nuestros improvisados profesores con parentesto o afinidad.
No hay justificación alguna para conducir sin pasar por la autoescuela. Alguno me dirá que así se aprueba antes y por menos dinero. En todo caso se gana algo de soltura y confianza, pero con malas bases. También hay gente que ha conducido sin carnet, y cuando va a la autoescuela, le toca aprender otra vez y el ahorro económico se esfuma.
Por aprender a cambiar de marchas, aparcar y a mover el volante uno no está capacitado para conducir o para aprobar el examen, gente que reúne esas mínimas habilidades suspende el práctico todos los días. Se tiene que tener un notable dominio de la jerga vial, las señales, las situaciones que pueden aparecer… y además de todo eso, algo de suerte.
Sí, hay gente que suspende por tener mala suerte. Llega otro conductor, te la lía en el examen, no sabes cómo reaccionar y el profesor pisa sus pedales. Pitido y suspenso al canto. También se puede aprobar con suerte tras acarrear vicios de conducción ilegal, dar 8 clases y aprobar.
Lo que la suerte da, la suerte puede quitar, existe la mala suerte. Puede que en determinados lugares la vigilancia parezca inexistente, problema es cuando la hay, o cuando haya un pequeño accidente y ni siquiera sea nuestra culpa. Estaríamos en el momento y lugar inadecuados, y sin el amparo del seguro. Horror.
Es jugársela por jugársela. En los mismos lugares donde hay poca vigilancia las autoescuelas sueles ser más económicas, no creo que una capital de provincia sea un terreno precisamente sin ley. La única manera legítima que hay para ahorrar en clases prácticas es tener un familiar que lleve un coche de autoescuela. No hay más.
El papeleo y el papelito tienen su razón de ser, y son un mal necesario. Los conductores sin carnet son un cáncer para la seguridad vial, y ellos quizás no lo saben, porque pensarán que ya saben conducir que muchos “novatos”. Todos hemos sido “novatos”, pero no todos nos hemos “pasado de listos”.
No pediré a nadie que delate a amigos, familiares o allegados que van sin carnet ante la Guardia Civil, eso sería excesivo, pero seguro que hay alguna forma de hacerles ver que lo que están haciendo no solamente es ilegal, es correr un riesgo altísimo por mucho que ellos controlen o crean controlar, véase el caso de un subsahariano que mató a varios ciclistas.
Fotografía | Javier Costas, sergis blog, Chaquetadepollo
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