Al contrario de lo que sucede en los automóviles que, en la mayoría de los casos y salvo que estemos hablando de vehículos de altas prestaciones, todo nos viene acotado de fábrica, en las motos podemos jugar con multitud de reglajes para adaptar la moto a nuestro gusto y nuestra conducción. Pero ojo porque esta posibilidad tiene aspectos positivos y negativos, y desgraciadamente en los negativos es que nos podemos perder en una espiral desastrosa que convierta nuestra moto en inconducible.
Por ello no tenemos más remedio que recomendaros encarecidamente el que apuntéis en una libreta todos los cambios que hagáis a la moto para en caso de que no funcione, poder volver atrás. Y también hacer los cambios de uno en uno porque si no, no sabréis cuál de los cambios que habéis hecho surte efecto o por el contrario, empeora el comportamiento de la moto.
En esta séptima parte del Comportamiento básico de la motocicleta continuamos mostrándoos cuáles son los motivos de que la moto se mueva de la forma que lo hace. Y una de las cosas que podemos hacer para variar su comportamiento es cambiar la geometría de la moto, es decir, el equilibrio de alturas entre la parte delantera y la trasera.
Sobre las geometrías hablamos en el segundo capítulo mientras que en el tercero tratamos sobre el centro de masas y la transferencia de pesos. Si no os acordáis bien, os recomendamos echarle un ojo porque estos términos volverán a salir.
Con el ajuste de geometrías lo que hacemos es, o bien bajar la parte delantera de la moto (el efecto es el mismo a subir la parte trasera) o por el contrario subir la parte delantera (o bajar la parte trasera). Respectivamente se denomina geometría negativa y positiva, siempre respecto al punto estándar designado por el fabricante y con el que cuenta la moto de serie.
Para conseguir una geometría negativa, es decir, bajar la parte delantera, lo que se suele hacer es subir las barras de la horquilla respecto a la tija. Con ésto se consigue reducir la distancia entre ejes, el avance y el lanzamiento. Por lo tanto, la moto inmediatamente se vuelve más ágil en la entrada y salida de las curvas, siendo mucho más reactiva a nuestros movimientos ya que el centro de gravedad se encuentra más alto. También tenemos más agarre delante con lo que habrá menos subviraje a la salida de la curva. Por contra, la transferencia de pesos será más acusada y la moto tenderá a quedar suelta de atrás con más facilidad a la vez que la tracción disminuye.
Por el contrario, una geometría positiva es aquella en la que la parte delantera está más alta y/o la trasera más baja. Se realiza o bien cambiando los puntos de anclaje del amortiguador o mediante amortiguadores regulables y su efecto es que la moto es más estable en rectas y curvas rápidas ya que el centro de gravedad está más bajo. Tendremos a su vez una menor transferencia de pesos en frenadas y una mayor tracción. Por contra, la moto será un poco más pesada en la entrada y salida de las curvas, tardando un poco más en reaccionar.
Los cambios de geometrías tienen un gran efecto en el comportamiento de la moto y por ello se deben hacer de milímetro en milímetro, y como decíamos anotando perfectamente todos los cambios que hacemos. En el siguiente vídeo podéis ampliar información sobre la geometría y sus modificaciones.
Vía | Todocircuito