Después de hablar del centro de masas y de los tipos de suspensiones que podemos encontrar en las motocicletas, saltamos a un tema muy importante como es el reparto de pesos, del que hablamos brevemente en el segundo capítulo. Es importante entender cómo reacciona la moto cuando frenamos o cuando aceleramos porque de ello depende la estabilidad de la misma.
Partimos de que cuando estamos en reposo la moto reparte el peso entre sus dos ruedas en un porcentaje que depende de su geometría. Hay motos que cargan más peso delante que detrás y al contrario pero para el ejemplo, pensemos en una moto con un reparto de pesos del 50% tanto delante como detrás. Esto es la situación ideal con la moto en reposo y estática pero en cuando nos subamos a ella, nuestro peso ya modificará este reparto de pesos.
Una vez en marcha, el reparto de pesos estará en constante cambio entre uno y otro eje. Sólo con la reducción del motor ya tendremos una importante transferencia al eje delantero que será mayor cuanto más fuerza ejerzamos sobre los frenos llegando incluso a tener un cien por cien de peso en la rueda delantera cuando la trasera pierda contacto con el suelo.
De igual forma, cuando aceleramos transferimos peso a la rueda trasera que será mayor cuanto más aceleremos. De igual forma que nos ocurría en la rueda delantera, podemos llegar a tener el cien por cien del peso en la rueda trasera cuando hacemos un caballito o wheelie.
La transferencia de pesos es muy importante desde el punto de vista del agarre del neumático con el asfalto. Si por ejemplo frenamos de una forma muy brusca y sin darle tiempo a que el peso se vaya hacia el tren delantero y con ello aumente la adherencia del neumático, podemos sufrir un bloqueo e irnos al suelo.
Las suspensiones son las encargadas de gestionar el reparto de pesos de forma que cuando frenamos, al horquilla delantera se comprime en función de los reglajes internos que tenga. Disminuirá la distancia entre ejes y la moto será más ágil en la entrada en curva. Por el contrario, en aceleraciones la suspensión trasera no se hundirá sino que se extenderá debido a que la rueda tiende a avanzar transmitiendo fuerzas al chasis a través del basculante y la propia suspensión. Lo veréis muy claro en el vídeo explicativo.
Por último comentar brevemente el efecto giroscópico que no es otra cosa que la fuerza que permite a la moto ser estable una vez que está en marcha y que no se caiga a los lados. Cuando giramos, rompemos este equilibrio creado por el efecto giroscópico y será mayor cuanto mayor sean las masas que se encuentre en las ruedas (cubierta, llanta, disco) y más rápido estén girando de ahí que sea muy importante que esta masa sea la menor posible para hacer la moto mucho más ágil.
Como siempre, finalizamos con un vídeo explicativo que hará que entendáis mucho mejor estos conceptos.
Vía | Todocircuito
Foto | Paul Friel