Hace unos días pude leer una noticia donde se afirmaba que el 43% de víctimas de accidentes en 2012 sufrió un esguince cervical. Un dato que por desgracia no nos llama mucho la atención debido a que sabemos que este tipo de lesión leve va en concordancia con un tipo de colisión bastante frecuente tanto en ciudad como en carretera. Son las temidas colisiones por alcance entre vehículos que ocurren tanto en movimiento como a vehículo parado y que pueden afectar tanto al conductor como a sus acompañantes.
Desde Circula Seguro hemos dedicado algunos artículos relacionados con la lesión por latigazo cervical así como la importantacia del reposacabezas para evitar que se produzca. Hemos hablado también, sobre la tipología de siniestros que con ocasión de utilizar un vehículo con o sin motor provocan este tipo de lesiones. Pues bien, hoy profundizaremos, un poco más, sobre la forma de producirse la lesión por latigazo o esguince cervical y cómo evitar las colisiones por alcance.
¿Qué es un latigazo cervical?
Con permiso de los médicos y explicado de forma sencilla, se le llama latigazo cervical a la flexo-extensión de la columna que se produce cuando recibimos una colisión por alcance o trasera en nuestro vehículo. Cuando el contrario colisiona en la parte posterior de nuestro vehículo el cuerpo se va hacia delante pero la cabeza se queda más retrasada. Pasados unos milisegundos y siguiendo la trayectoria del vehículo, el cuerpo va hacia atrás y la cabeza hacia delante. Este movimiento descrito es lo que produciría el llamado esguince cervical, es decir, la columna pierde esa curvatura y se pone recta:
Una lesión que puede afectar a músculos, discos, nervios y tendones del cuello, así como a la columna vertebral. Los síntomas más habituales son debilidad en los músculos, dolores de cabeza y espalda o vértigos. Éstos tardan en desaparecer pocas semanas, pero cabe la posibilidad de tener consecuencias más a largo plazo, que en el peor de los casos pueden ser permanentes. Y es que, ligado al mecanismo o movimiento brusco del latigazo, existe un amplio espectro de síntomas relacionados con el mismo, como, por ejemplo: rigidez en el cuello, dolor en el cuello irradiado, dolor en la parte baja de la espalda, mareos, etc…
Cómo evitar las colisiones por alcance
Pues bien, para evitar lesiones innecesarias, el mejor remedio será evitar los siniestros de tráfico, en especial, las colisiones por alcance que son las que producen las lesiones típicas de esguince y latigazo cervical. Para ello, tenemos que tener en cuenta que este tipo de colisión puede que seamos nosotros los protagonistas, bien de forma directa o indirectamente. Como suele decirse, no es lo mismo dar que recibir un golpe y para saber cómo ha podido ocurrir el siniestro habrá que explicar claramente cómo transcurrió la secuencia del siniestro, es decir habrá que hacer como una recomposición del número de impactos, sobre todo, si hay más de dos vehículos implicados.
Una colisión por alcance típica es la que se produce con ocasión de existir una mayor afluencia de vehículos que van reteniéndose por imperativo del tráfico y el último que llega colisiona con el que está en la cola, así de fácil. Ocurrido ésto, habrá que ver si tras la primera colisión se han producido más impactos por el llamado efecto dominó, es decir, en cadena o de forma refleja por desplazamiento de los vehículos afectados. En este caso, puede incluso que estando totalmente parados o aminorando la velocidad, por la proximidad de los vehículos, se produzcan más de una colisión entre los vehículos. No es difícil, máxime si nos situamos en una recta de una carretera con más de un carril para el mismo sentido.
Este tipo de situaciones se debe a que cuando se producen, en alguno de los carriles que dispone la vía, las retenciones o deceleraciones de vehículos, algunos conductores no calculan la velocidad y proximidad del vehículo que circula delante, y cuando lo hacen, se colocan muy próximos y sin guardar la distancia de seguridad necesaria para evitar impactar también con el de delante en caso de desplazamiento tras sufrir una primera colisión por alcance.
En definitiva, para evitar las colisiones por alcance, lo mejor será anticiparse sobre la reacción de los vehículos que nos preceden y fijarse constantemente en la luz de freno trasera para calcular cuándo nos tocará frenar, mirar continuamente por los retrovisores para saber la proximidad de los vehículos que nos siguen y si hace falta conforme nos vamos acercando a la retención frenar suavemente para que nos vea, así como procurar guardar una distancia prudencial con el de delante para evitar las colisiones en cadena.
Vía | europapress
Foto | eu –
Vídeo | TrialGraphics
En Circula Seguro | Causas y consecuencias del temido latigazo cervical, En una colisión por detrás, ¿el daño es menor si la distancia es corta?