Cómo fijar las alfombrillas (caseramente)

Jaume

25 de agosto de 2009

Cambiar las alfombrillas a mi coche es lo único parecido a personalizarlo que he hecho. Sobre todo, porque el estampado de las que tenía cuando lo compré, evidenciaba claramente que la anterior propietaria no pertenecía a mi mismo género.

Una vez puestas, las nuevas alfombrillas tenían un problema: no incorporaban un sistema de sujeción. La que había bajos mis pies se movía cuando accionaba los pedales. Bueno, cuestión de acostumbrarse, supuse.

Hasta que un día la estora se movió tan hacia adelante que interfería con el mecanismo de los pedales. Concretamente, el embrague no volvía por si sólo a su lugar al ser presionado. Al principio, no me di cuenta de lo que pasaba y me asusté mucho: me imaginaba una factura de cuatro cifras para reparar el embrague. Por suerte, sólo era la alfombrilla.

Cuando lo comenté con otros conductores, vi que no era un caso aislado. Incluso, tuve conocimiento de un caso en que la juguetona esterilla había inutilizado el pedal del freno. Y suele ser útil que el pedal del freno funcione bien, ¿no creéis?

Naturalmente, consideré que no era necesario permitirme ese riesgo, así que pensé en la posibilidad de substituir de nuevo las alfombrillas por otras, más caras, que incluyan un sistema de anclaje. Pero se me ocurrió que, quizá, podía imitar yo mismo un sistema de anclaje por un precio menor. Así que puse manos a la obra y me hice con una tira de velcro.

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El velcro es un sistema de lo más inteligente. Inspirado en los cardos, consta de muchos pequeños ganchos que se traban en otras tantas tiras de fibra. Cada uno es capaz de soportar sólo una pequeña fuerza. Pero en conjunto, su efecto se suma y forman una unión más que firme.

Como el suelo del coche suele estar tapizado, sólo necesitaremos la parte de los ganchos. Es decir, la que es áspera al tacto. El tapiz hará las veces de fibras de enganche. Sin embargo, lo más probable es que tengamos que comprar las dos mitades a la vez. Aproximadamente un metro para que una sóla alfombrilla quede bien fijada, así que no será una inversión cara: a mi me costó poco más o menos un euro.

Ojo, existen muchos tipos de velcro. Nosotros precisamos el adhesivo, ya que difícilmente tendremos una máquina capaz de coser el velcro a la esterilla. Naturalmente, a mayor anchura, mejor sujeción. Pero tampoco es necesario exagerar.

El procedimiento es muy sencillo: Cortamos dos tiras de velcro de aproximadamente dos palmos cada una. Resulta que el velcro es más resistente a las fuerzas que se ejercen en paralelo con la tira, así que las colocaremos a lo largo de la alfombrilla, en la parte que irá plana en el suelo del coche. Estas serán las encargadas de proporcionar la mayor parte de la fijación, y evitar que la alfombrilla se mueva hacia los pedales.

A continuación, cortaremos otras dos tiras algo más cortas. Las engancharemos de forma transversal a las dos anteriores. Estas dos tiras nos proporcionaran algo de resistencia a los movimientos laterales, sobre todo para cuando entramos y salimos. Como veis en la foto, yo las coloqué cerrando una especie de rectángulo. Si hemos sido algo tacaños, podemos pasar poniendo sólo una de estas tiras transversales.

Si nos ha sobrado algo de velcro y nos sentimos generosos, podemos poner una nueva tira en el extremo de la esterilla, en la parte que irá inclinada justo debajo de los pedales. Evitará que se levante.

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Con ésto, debería bastar. No obstante, por desgracia el propio velcro suele sujetarse mejor que el adhesivo de la tira. Así que sois muy movidos, como yo, las tiras pueden acabar retorcidas y despegarse cuando intentéis retirar la alfombrilla para limpiar.

Para paliar esto en gran medida, podemos intentar apuntalar las tiras con trozos de cinta americana, como podéis ver en la última imagen. Para más seguridad, podéis poner otro poco de cinta adhesiva justo en el medio de cada tira de velcro, pero no debería ser imprescindible.

De acuerdo, todo esto del velcro y la cinta americana no es la solución más elegante. ¿Y qué? No se va a ver. Al final, si no encontráis un modelo que os guste y que incorpore un sistema de sujeción adecuado, esta es una alternativa barata, que funciona y nos permitirá seguir circulando seguro. Al final, un remedio casero nos puede sacar de un apuro.

Fotos | olivepixel, Jaume